viernes, 9 de noviembre de 2012

Argentina. La gran protesta contra Cristina.

Los argentinos vuelven a salir a la calle contra las políticas de Cristina Fernández

Los medios locales aseguran que hubo cientos de miles de manifestantes aunque aún no hay cifras oficiales

Los manifestantes han llenado las calles de Buenos Aires. / ALEJANDRO PAGNI (AFP)

Cientos de miles de argentinos salieron este jueves a la calle en distintos puntos del país para protestar contra las políticas del Gobierno de Cristina Fernández, una multitudinaria movilización convocada a través de las redes sociales.
“Está muy mal, está muy mal, mentirle al pueblo por cadena nacional”, coreaba la multitud concentrada al pie del Obelisco porteño, epicentro de las marchas de protesta en Buenos Aires. Hasta allí llegó una importante columna de manifestantes portando una bandera argentina de 200 metros de largo, saludados a su paso por bocinazos, golpes de cacerolas y hasta panderetas.
Aunque aún no se han divulgado cifras sobre el número de concurrentes, medios locales hablan de cientos de miles de personas.
Como ocurrió en la convocatoria del pasado 13 de septiembre, las reclamaciones volvieron a ser múltiples y se reflejaron en pancartas exigiendo seguridad, respeto a la libertad de prensa, justicia independiente o denunciando la inflación, las restricciones cambiarias y una eventual reforma constitucional que habilite a Fernández a competir en 2015 por un tercer mandato presidencial.
La emblemática avenida 9 de Julio de Buenos Aires estaba sembrada con miles de papeletas bajo el lema 8N. Yo me movilizo en defensa de nuestras libertades y derechos consagrados en nuestra Constitución Nacional'.
Coreando el himno argentino y jaleando a los manifestantes, desde una furgoneta armada con un potente equipo de megafonía, Humberto Bonanata, militante radical y gerente del grupo informativo Notiar, aseguraba que la marcha no tiene vínculos políticos.
“El vehículo lo he financiado yo, a nivel particular, insistía, mientras a pocos metros, un camión de la agrupación Solano-Lima, vinculada a la conservadora Propuesta Republicana del alcalde de la capital, Mauricio Macri, repartía miles de camisetas con el eslogan '8N. Yo estuve'.
“Somos de la Solano pero venimos de forma individua”, explicaba la joven Paula, vestida con una de las camisetas.
"Vengo por el ansia de libertad que tengo, quiero ser libre y ahora tengo que pensar como ellos, ir donde ellos quieran y tener la plata que ellos quieran. La libertad es el bien más preciado y nos la fueron quitando poco a poco”, afirmaba Gladys, una abogada laboralista de 78 años, que seguía la marcha apoyada en un bastón.
Cientos de vecinos saludaban el paso de la marcha desde sus balcones, batiendo cacerolas, aplaudiendo y jaleando con gritos de "Argentina, Argentina". En Olivos, en el norte de la capital, miles de personas se sumaron a la protesta cacerola en mano en las puertas de la residencia presidencial.
Las masivas concentraciones, que se desarrollaron sin incidentes, se replicaron en distintos puntos de la capital y en localidades del cinturón urbano bonaerense, como Ramos Mejía (oeste) y Lomas de Zamora (sur). También fueron multitudinarias las manifestaciones en grandes ciudades del interior del país, como Córdoba, Salta, Rosario, Mendoza, Santa Fe, La Plata y Bariloche, entre otras.
Asimismo hubo protestas de argentinos en el exterior, en ciudades como Miami, Nueva York, Sidney, Viena, Varsovia, Ginebra, Berlín, Roma, Milán, París, Barcelona, Madrid y Londres.
El 8N se vivió en las redes sociales, donde surgió la convocatoria, que hoy operaron como tribuna de discusión acalorada entre partidarios y detractores de la protesta. Sectores del oficialismo han descalificado al 8N como un intento de la oposición para desestabilizar al Gobierno.
La presidenta afirmó hoy que Argentina vive una democracia total y volvió a instar a los dirigentes de oposición a revelar sus auténticas intenciones.
Fernández accedió a un segundo período presidencial en octubre de 2011 en unas elecciones en las que triunfó por el 54 % de los votos, con una imagen positiva del 63,3 %, de acuerdo a mediciones de la consultora privada Management & Fit. Pero doce meses después, la imagen ‘buen’' de la mandataria se desplomó a un 20,8%, la regular subió al 21,6 % y la negativa escaló al 42,9%, según los últimos sondeos de Management & Fit.

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