Nuestra Roja terminará el 2012 invicta
Artículos de Alfredo Relaño
Alfredo Relaño | 15/11/2012
Este es un equipo para las cuatro estaciones. Sí, ya sé que lo de
ayer no era gran cosa, pero tampoco nos pasemos de arrogantes: Panamá se
ha metido en el hexagonal final que dará tres plazas y media (el cuarto
se jugará un puesto con Oceanía) para el Mundial de Brasil. Bueno, pues
allí, España, sin algunos de sus principales, lesionados o dispensados,
ganó por 1-5. El de ayer era el último partido de La Roja en el año
2012, que completa invicta. Han sido, en total, trece victorias y tres
empates, lo que incluye el título de la Eurocopa. La segunda para este
grupo, que también ganó el Mundial.
¿Para qué servía este partido en Panamá? Yo me quejo mucho de estas cosas, pero anoche mi compañero Trueba me comentaba, según terminaba el partido, que estos viajes enaltecen al fútbol español. Me lo decía cuando marcaba su penalti a lo Panenka el bueno de Gómez, que lo celebró como un acontecimiento superior. Y es que en efecto lo era, aunque sólo supusiera el 1-5. Era un gol marcado a Casillas, a la selección campeona del Mundo y de Europa, al equipo superior ante el que todos se inclinan. Panamá perdió 1-5, sí, pero como también Italia perdió 4-0 ante España la final de la Eurocopa.
Ese penalti de Gómez fue uno de los dos grandes momentos del partido. El otro lo fue el tiro libre de Sergio Ramos, que cuando apartó de allí a Beñat (cuyo porcentaje de acierto en esta suerte es tan fenomenal como desconocido) pareció un abusón. Lo justificó colocando el balón literalmente donde duermen las arañas, en el puro rincón que forman el poste y el larguero. ¡Qué tipo este Sergio Ramos! Un torito que se come al rival, coloca bajo su camiseta la del compañero postergado y si se tercia pone el balón en el ángulo. Carne y sangre de esta Roja que termina el año 2012 invicta. Muy bien por él y por todos.
¿Para qué servía este partido en Panamá? Yo me quejo mucho de estas cosas, pero anoche mi compañero Trueba me comentaba, según terminaba el partido, que estos viajes enaltecen al fútbol español. Me lo decía cuando marcaba su penalti a lo Panenka el bueno de Gómez, que lo celebró como un acontecimiento superior. Y es que en efecto lo era, aunque sólo supusiera el 1-5. Era un gol marcado a Casillas, a la selección campeona del Mundo y de Europa, al equipo superior ante el que todos se inclinan. Panamá perdió 1-5, sí, pero como también Italia perdió 4-0 ante España la final de la Eurocopa.
Ese penalti de Gómez fue uno de los dos grandes momentos del partido. El otro lo fue el tiro libre de Sergio Ramos, que cuando apartó de allí a Beñat (cuyo porcentaje de acierto en esta suerte es tan fenomenal como desconocido) pareció un abusón. Lo justificó colocando el balón literalmente donde duermen las arañas, en el puro rincón que forman el poste y el larguero. ¡Qué tipo este Sergio Ramos! Un torito que se come al rival, coloca bajo su camiseta la del compañero postergado y si se tercia pone el balón en el ángulo. Carne y sangre de esta Roja que termina el año 2012 invicta. Muy bien por él y por todos.
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