miércoles, 20 de abril de 2011

Ahogado en tres tazas de té

Aprovechando la popularidad de su libro Tres tazas de té, que desde 2006 ha vendido cuatro millones de copias, el que ha sido considerado uno de los grandes gurús humanitarios de Estados Unidos, Greg Mortenson, ha recaudado más de 60 millones de dólares (41,9 millones de euros) para una organización caritativa, de nombre Instituto de Asia Central, con la que dice haber construido más de 170 escuelas en Pakistán y Afganistán.

Tal ha sido su relevancia que el presidente Barack Obama le ha llegado a donar 100 mil dólares (69.851 euros) de su premio Nobel de la Paz. Ahora, tras una investigación exhaustiva, el escritor Jon Krakauer y el programa televisivo 60 Minutes afirman que Mortenson utilizó muchos de esos fondos para enriquecerse, que las cuentas del instituto son totalmente opacas y que construyó menos escuelas de las que dice. El fiscal general de Montana, donde Mortenson reside, ya ha iniciado una investigación.

Su exitoso libro 'Tres tazas de té' ha sido lectura obligada para los soldados
En 1993, Mortenson decidió llegar a la cima del K2. Se desplazó hasta Pakistán, con un equipo de montañeros que le llevó como enfermero. Después de más de dos meses, incapaz de seguir ascendiendo, abandonó. En el descenso, se perdió y acabó en la localidad Korphe. Allí se recuperó de sus heridas; disfrutó de la hospitalidad de sus habitantes, y sufrió por su pobreza. Agradecido, se comprometió a regresar y darles escuelas a los niños de aquel poblado y del resto de la región.

Mortenson regresó a Montana para fundar el Instituto de Asia Central (CAI, por sus siglas en inglés). Escribió una biografía, Tres tazas de té -publicada en español por Vintage-, que ha estado cuatro años en la lista de libros más vendidos de The New York Times. Regresó en numerosas ocasiones a Asia, donde asegura que en 1996 le llegaron a capturar brevemente los talibán. Se le nominó tres veces al Nobel y se hizo amigo de generales, que desde la cúpula del Pentágono han hecho que Tres tazas de té haya sido lectura obligada para los soldados que han ido a Afganistán.

El problema es que Mortenson se inventó anécdotas, exageró incidentes, construyó menos escuelas de las que dice, malversó fondos y se enriqueció a costa de su instituto, según argumenta una investigación reciente de Krakauer y del programa 60 Minutes, de la cadena CBS. Krakauer es un afamado escalador y reputado autor de libros como Hacia rutas salvajes o Mal de altura. Había donado fondos a la organización de Mortenson hasta que leyó su libro en 2010 e intuyó que era una farsa. Así propuso a CBS una investigación televisiva y escribió un libro paralelo, Three cups of deceit (Tres tazas de engaño).

"Los primeros ocho episodios de Tres tazas de té son un intrincado trabajo de ficción presentado como hechos", asegura Krakauer. "Mortenson ha mentido sobre las nobles gestas que ha conseguido, los riesgos que ha asumido, la gente con la que se ha encontrado, el número de escuelas que ha construido". Y todo eso con un fin: el enriquecimiento personal a través de un supuesto fraude. "La organización caritativa de Mortenson ha emitido balances financieros fraudulentos y ha malversado millones de dólares donados por estudiantes y otros devotos que confían en él".

El programa 60 Minutes visitó algunas de las escuelas que construyó Mortenson y descubrió que estaban vacías. El dinero de CAI ha ido, en parte, a adquirir decenas de miles de copias de Tres tazas de té, que se han repartido en sus conferencias. CAI no compra los ejemplares a la editorial, sino a librerías, para dar ingresos por derechos al escritor. Por sus conferencias llega a cobrar 20 mil euros, aunque algunas las pronuncia gratis. Las cobre o no, siempre carga a su propia organización los gastos de transporte, de 32 mil euros, y en muy pocas ocasiones los reembolsa. Según una auditoría de 2009, aquel año CAI utilizó 2,7 millones de euros para construir escuelas en Asia y una cantidad mayor, 3,1 millones, en las conferencias de Mortenson.

Poco ha dicho el supuesto gurú desde entonces. Se ha limitado a enviar a sus donantes y colaboradores una carta en la que acusa a sus detractores de "pintar una imagen distorsionada" y que, "como una persona introvertida y tímida, no es fácil tener que entrar en un circo mediático". Mortenson pronuncia unas 160 conferencias cada año.

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