viernes, 1 de abril de 2011

Argentina, cárcel a un torturador.

Un tribunal argentino condenó ayer a prisión perpetua a un ex militar y a penas de 20a 25 años de cárcel a tres civiles por crímenes bajo la última dictadura (1976-1983) en la cárcel ilegal Automotores Orletti, donde estuvo cautivo antes de ser asesinado el hijo del poeta Juan Gelman y su esposa María Claudia, junto a otras 63 víctimas.

“Estoy emocionada. Esto es un poco de justicia cuando se necesita tanto”, afirmó desde Uruguay, Macarena Gelman, nieta del poeta argentino que reside en México, Premio Cervantes de Literatura.

La madre de Macarena, la joven María Claudia García Iruretagoyena, también estuvo detenida ahí junto con su esposo, el también poeta Marcelo Gelman.

Después de más de décadas de búsqueda, Juan Gelman halló a quien era su nieta, Macarena, entonces de 23 años, en Montevideo, donde fue dada en adopción luego de que su madre, María Claudia, con 8 meses y medio de embarazo al momento de ser detenida, fuera remitida de Buenos Aires a Uruguay, donde después de dar a luz fue asesinada.

El lugar Automotores Orletti fue pieza clave en la represión coordinada en Sudamérica en la década de 1970, cuando la región estuvo bajo sangrientos regímenes militares, respaldados por Estados Unidos.

El Tribunal Oral Federal Uno sentenció a la máxima pena al ex coronel Eduardo Cabanillas, mientras que el ex miembro de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) Horacio Martínez Ruiz y el antiguo agente civil de inteligencia del ejército, Eduardo Ruffo recibieron 25 años.

La pena más leve correspondió a Raúl Guglielminetti, ex agente civil de inteligencia del ejército, condenado a 20 años.

La lectura de la sentencia fue seguida con gran expectación por numerosos organismos humanitarios, quienes destacaron el carácter “histórico” de la condena.

Durante el proceso se ventilaron delitos cometidos en perjuicio de 65 víctimas que pasaron por el centro clandestino, en el barrio porteño de Floresta, enmarcado en el Plan Cóndor, como se ha denominado a la represión de las dictaduras de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Perú.

El proceso tenía un quinto acusado, el ex militar argentino Rubén Visuara, quien murió a comienzos de febrero pasado en una clínica de las afueras de Buenos Aires.

“Automotores Orletti” funcionó bajo la fachada de un taller mecánico entre mayo y noviembre de 1976, en plena dictadura argentina, que tuvo un saldo de unos 30 mil desaparecidos cuya suerte aún se ignora, a 35 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

En “Automotores Orletti” estuvieron cautivas unas 200 personas en forma ilegal, en su mayoría uruguayos, aunque también argentinos, chilenos, cubanos, bolivianos y paraguayos.

“Estoy muy satisfecha”

En declaraciones a la prensa de Montevideo, donde reside, Macarena Gelman dijo ayer sentirse “muy satisfecha” por la condenas contra quieren secuestraron y torturaron a sus padres, Marcelo y María Claudia, junto a decenas de otras víctimas, finalmente asesinadas y “desaparecidas”.

“Estoy muy satisfecha y con la tranquilidad que esto continúa”, dijo Macarena, de 32 años, en alusión a las causas aún abiertas que juzgan las violaciones de la última dictadura argentina.

“Estaba nerviosa, aunque no esperaba otra cosa”, añadió Macarena, que hace 11 años supo quién era tras ser hallada por su abuelo, luego de nacer en cautiverio y ser apropiada por un oficial de policía en Uruguay.

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