jueves, 7 de abril de 2011

EEUU, la Casa Blanca sin presupuesto.

Los líderes políticos en Washington están enfrascados en negociaciones a contra reloj, a pocas horas de que venza el plazo para la aprobación del presupuesto de la Casa Blanca del año fiscal 2011, que ha quedado congelado por la Cámara de Representantes del Congreso, donde tienen mayoría los republicanos.

De no llegar a un acuerdo entre hoy y mañana, este fin de semana se paralizará el Gobierno, lo que obligará a la suspensión temporal de trabajo y sueldo de 800 mil funcionarios no esenciales y al cierre de los servicios públicos que no sean de urgencia, como los parques nacionales o museos públicos.

Esta tarde [noche en España] tienen prevista una reunión en la Casa Blanca -la segunda en dos días- el presidente Barack Obama; el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. Los conservadores han condicionado la aprobación del presupuesto del gobierno de Obama a diversas concesiones políticas en materias como la financiación pública de algunos casos de aborto o las leyes medioambientales. "Este debate se ha vuelto ideológico", ha dicho el senador Reid en una conferencia de prensa desde el Capitolio.

Si no se aprueba el presupuesto el viernes, el Gobierno deberá cerrar por segunda vez en dos décadas. Ya lo hizo en 1995, cuando Bill Clinton era presidente y el republicano Newt Gingrich lideraba la mayoría conservadora de la Cámara de Representantes.

Según las encuestas, la insatisfacción popular generada por aquel cierre acabó beneficiando políticamente al presidente Clinton, que fue reelegido un año después. Los republicanos le han ofrecido a Obama aprobar un presupuesto temporal de un año para el Pentágono y una extensión de una semana del presupuesto existente para las demás partidas del gobierno.

El presidente ha anunciado que vetará una medida de esa importancia. "Una ley semejante sería una distracción del trabajo que verdaderamente necesitamos, aquel que nos unirá en un compromiso razonable para financiar el resto del ejercicio fiscal de 2011 y prevendrá el cierre del gobierno federal, algo que pondría en riesgo la recuperación económica de la nación", ha dicho la Casa Blanca en un comunicado.

La negociación se desarrolla mientras una encuesta divulgada hoy señala que la mayoría de los estadounidenses desaprueba la gestión del presidente Barack Obama en la economía y el déficit

presupuestario, y su popularidad ha bajado en medio de crecientes necesidades económicas. El sondeo del Centro de Investigación Pew agrega que el 59% de los consultados rechazó la gestión de Obama del déficit federal, mientras que el 56% desaprobó su labor en la economía.

Pese a las señales recientes de crecimiento económico, los estadounidenses, en general, tienen una postura negativa en torno al rumbo de la economía nacional. Así, el número de estadounidenses que califica como "pobres" las condiciones económicas ha aumentado del 42% en febrero, cuando se hizo una encuesta similar, al 53% en la actualidad.

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