Una semana antes de la boda, Kate Midlleton se ha lanzado a la calle para ir de compras. Desde que se hizo oficial su compromiso con Guillermo y pasó a formar parte de la familia real británica es cada vez más difícil ver a la futura princesa paseando por Londres. Su vida ahora está vigilada 24 horas al día por los servicios de seguridad y reside ya en palacio.
Pero en cuanto puede Kate regresa a su vida de siempre. Escoltada por varios agentes, la prometida de Guillermo estuvo de compras por King's Road ante la sorpresa de muchos viandantes que se quedaban impactados al verla pasar.
Pero lo que más ha sorprendido es su extrema delgadez acentuada por el traje negro ajustado que llevaba, realizado por Issa, una de sus diseñadoras favoritas y que cuesta 450 euros.
Kate ha adelgazado mucho en las últimas semanas. Los preparativos del enlace, los compromisos y los nervios han hecho mella en su cuerpo. Ya hace unos días se desveló que los joyeros de la casa real habían tenido que ajustarle el anillo de pedida por miedo a perderlo.
Kate en su última semana antes de convertirse en princesa visitó la firma Whistles,una de sus favoritas, donde compró, por ejemplo, la blusa de color crema con la que posó junto a Guillermo de Inglaterra en las fotografías oficiales de su compromiso realizadas por Mario Testino. Luego estuvo en unos grandes almacenes donde adquirió dos pantalones, varias camisetas y unas gafas de sol.
Y es que aunque sea una simple jornada de compras, todo lo que hace Kate es ahora noticia.
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