lunes, 25 de abril de 2011

Soledad y amor/ reflexión

Todo presente es instantàneo, en resumidas cuentas,
duramos un instante tras otro, y eso es lo que
significa vivir. "El duro deseo de durar" decìa
Eluard. No se trata de vivir, como el animal segùn
Nietzsche, atados ala estaca del instante. Ni tampoco
de embrutecerse en el "no futuro" de los punks o de
los idiotas. No es el instante lo que hay que tomar,
sino el eterno presente de lo que dura y pasa.

En cuanto a la soledad, evidentemente, es nuestra
herencia comùn. La soledad no es el aislamiento: es
cierto que algunos la viven como ermitaños, en una
gruta o en un desierto, pero otros la viven en un
monasterio, y otros incluso -la mayorìa-, en la
familia o en la colectividad. Estar aislado es estar
sin contacto, sin relaciones, sin amigos, sin amores,
y eso, por supuesto, es una desgracia.

Estar solo es ser uno mismo, y esa es la verdad de la
existencia humana. "El hombre nace solo, vive solo y
muere solo", decìa Buda. Eso no significa que se
nazca, se viva y se muera en el aislamiento.

El amor en su esencia es soledad. Dos soledades que se
protegen, se completan, se limitan y se inclinan la
una hacia la otra. El amor no es lo contrario de la
soledad: es la soledad compartida, habitada, iluminada
-y a veces ensombrecida- por la soledad del otro. el
amor es soledad siempre, y no porque toda soledad sea
amorosa, sino porque todo amor es solitario.

La mayorìa de las veces estamos a la vez completamente
solos y todos juntos. La sociedad posmoderna reune a
los hombres como nunca en la historia, o al menos los
acerca, los reagrupa, pero la soledad es cada vez mas
flagrante. La paradoja es que nos sentimos solos en
una urbe de 20 millones de seres humanos.

Màs soledad equivale tambièn a màs libertad, mas
posibilidades, mas imprevistos...

A Narciso le aterra la soledad, y eso se comprende: la
soledad lo deja solo frente a su nada, en la que se
ahoga. el sabio, por el contrario, hace de esa nada su
reino, donde se refugia y se salva.

La soledad està vinculada con el otro, lo saben los
amantes. lo que vives con tu mejor amigo, lo vives
solo, el vive otra cosa. Dos orgasmos, incluso
simultàneos, no dejan de ser dos. ¿Còmo vivir lo que
el otro vive?

Eso no es òbice para amarse, ni para estar juntos,
pero sirve de disuasiòn al sueño de un amor que
pondrìa fin a la separaciòn o a la soledad.

Pensemos un rato en estas cuestiones fundamentales de
la existencia humana y sigamos disfrutando de las
ansiadas vacaciones de verano.

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