El Gobierno cree que saber qué hace Rajoy es una “anécdota”
Santamaría defiende que el presidente no informe de con quién se ve y habla “por el interés general”
Una semana detrás de otra, la agenda del presidente del Gobierno
está prácticamente vacía. El martes, miércoles y jueves de esta semana
no tenía nada. Compararla con la de cualquier otro líder europeo
impacta. Por ejemplo, François Hollande.
El presidente francés tenía 16 citas de agenda esta semana, entre ellas
un encuentro con la prensa. Ni un solo día vacío. Rajoy solo tres actos
convocados, ninguno con preguntas. Y tres días en blanco, aunque al
final se pasó toda la tarde del martes en el Congreso.
No es que Mariano Rajoy no haga cosas, obviamente no para. Es que no las cuenta. En ocasiones no se sabe ni siquiera dónde está. Al contrario de lo que sucede en la mayoría de los países de nuestro entorno, el presidente no informa de ninguna de las gestiones que hace para resolver la crisis. Se dice que está manteniendo muchos contactos internacionales, pero no se explica cuándo ni con quién ni para qué. Se sabe que Angela Merkel y François Hollande hablaron ayer sobre España, pero no se sabe ni con quién habla ni con quién se ve Rajoy.
El jueves se llegó al extremo de mantener una cita con los dos líderes sindicales sin anunciarla, sin que haya ni siquiera una fotografía. Y sin dar cuenta de su contenido ni por supuesto responder preguntas. Hace casi un mes que dio su última rueda de prensa. Preguntada por este asunto, precisamente en el día en que se aprobaba la Ley de Transparencia, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, mostró que al Gobierno no le preocupa la cuestión de la opacidad de la agenda de Rajoy, que califica de “anécdota”. “La ley de transparencia es mucho más que la anécdota de saber qué hace en cada momento el presidente del Gobierno. La ley de transparencia es un elemento claro para luchar contra la corrupción. Los ciudadanos podrán ver todos los contratos administrativos. Eso a lo mejor no tiene tanto interés mediático pero desde luego tiene un gran interés público”, arrancó Sáenz de Santamaría.
“Me pregunta por la agenda del presidente del Gobierno, seguro que me lo dice porque al presidente de los EE UU le conocemos la agenda”, insistió. “Pues mire, hay reuniones del presidente que son públicas y otras que, como es lógico, o porque el interlocutor prefiere que sean discretas, o porque uno está negociando y está hablando, tiene que hacerlo con el necesario sigilo pero siempre buscando el interés general. Algunas reuniones son públicas y otras no es que sean secretas, es que son privadas”, señaló en referencia a la cita con los sindicatos. “Qué quiere que le diga, como contemos lo que hacemos las 24 horas del día, daría para mucho, quizá, pero no cumpliríamos el objetivo de la ley. De la transparencia a perjudicar la labor de algunos dirigentes que a veces piden reuniones discretas…”, remató.
No es que Mariano Rajoy no haga cosas, obviamente no para. Es que no las cuenta. En ocasiones no se sabe ni siquiera dónde está. Al contrario de lo que sucede en la mayoría de los países de nuestro entorno, el presidente no informa de ninguna de las gestiones que hace para resolver la crisis. Se dice que está manteniendo muchos contactos internacionales, pero no se explica cuándo ni con quién ni para qué. Se sabe que Angela Merkel y François Hollande hablaron ayer sobre España, pero no se sabe ni con quién habla ni con quién se ve Rajoy.
El jueves se llegó al extremo de mantener una cita con los dos líderes sindicales sin anunciarla, sin que haya ni siquiera una fotografía. Y sin dar cuenta de su contenido ni por supuesto responder preguntas. Hace casi un mes que dio su última rueda de prensa. Preguntada por este asunto, precisamente en el día en que se aprobaba la Ley de Transparencia, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, mostró que al Gobierno no le preocupa la cuestión de la opacidad de la agenda de Rajoy, que califica de “anécdota”. “La ley de transparencia es mucho más que la anécdota de saber qué hace en cada momento el presidente del Gobierno. La ley de transparencia es un elemento claro para luchar contra la corrupción. Los ciudadanos podrán ver todos los contratos administrativos. Eso a lo mejor no tiene tanto interés mediático pero desde luego tiene un gran interés público”, arrancó Sáenz de Santamaría.
“Me pregunta por la agenda del presidente del Gobierno, seguro que me lo dice porque al presidente de los EE UU le conocemos la agenda”, insistió. “Pues mire, hay reuniones del presidente que son públicas y otras que, como es lógico, o porque el interlocutor prefiere que sean discretas, o porque uno está negociando y está hablando, tiene que hacerlo con el necesario sigilo pero siempre buscando el interés general. Algunas reuniones son públicas y otras no es que sean secretas, es que son privadas”, señaló en referencia a la cita con los sindicatos. “Qué quiere que le diga, como contemos lo que hacemos las 24 horas del día, daría para mucho, quizá, pero no cumpliríamos el objetivo de la ley. De la transparencia a perjudicar la labor de algunos dirigentes que a veces piden reuniones discretas…”, remató.
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