Salgado desvela que avisó a Rajoy del déficit antes de la investidura
La exvicepresidenta defiende su gestión y dice que el PP apoyó las reformas
"A la vista están las consecuencias" de la política del nuevo Gobierno, señala
El eje de la muy esperada comisión de los banqueros quedó claro al
concluir la primera semana: nadie hizo nada mal, nadie es responsable de
la delicadísima situación del sistema financiero español, todo estaba
bien pero la crisis trastocó los planes. Y en esa línea, aunque de forma
más matizada que los exgestores de las cajas, compareció Elena Salgado.
Su mensaje era claro: su Gobierno tomó las decisiones con los datos que
había en su momento.
La exvicepresidenta defendió su gestión, como todos los demás comparecientes, sin ninguna autocrítica, y aseguró que tomó las decisiones “que correspondía tomar” en cada momento económico, ya que hay que decidir en función de los datos disponibles.
Salgado evitó criticar abiertamente al Ejecutivo actual o reprocharle su gestión del sistema financiero. Pero sí lanzó pullas muy claras, dejándolas caer. Primero insistió en que, en su opinión, ella dejó las cosas más o menos controladas. “En septiembre de 2011 el FROB había desembolsado 10.000 millones de euros”, recordó. Y después remató, diciendo sin decir: “Las decisiones que se han tomado después de mi salida son legítimas. Las consecuencias están a la vista de todos, así que el tiempo va poniendo las cosas en su sitio, pero no me corresponde valorarlo”.
El PP quería que Salgado abriera la ronda de comparecencias en una evidente estrategia para culpabilizar al PSOE de la actual situación del sistema financiero. Pero un viaje a EE UU hizo que ella cerrara la primera ronda en vez de abrirla.
Salgado aprovechó para contestar por primera vez a la enorme polémica por el déficit de 2011,
que se ha desviado tres puntos. La tesis central del PP es que el PSOE
ocultó los datos de la desviación y por eso Rajoy tuvo que subir impuestos y hacer recortes
no previstos. Salgado trató de desmontar esa tesis desvelando una
conversación con Rajoy poco antes de su investidura en diciembre de
2011. “Tengo aquí un artículo de noviembre de 2011 que se titula
‘Salgado no garantiza el cumplimiento del déficit’. Dije que no era
fácil que las comunidades cumplieran. Y esto coincide con la
conversación que tuve con Rajoy muy pocos días antes del debate de
investidura. Le dije que el déficit dependía de la forma en la que las
comunidades hicieran el cierre del año. Que ellas tenían margen para
colocar gastos en un año u otro. ‘Depende de la forma en la que ahora el
PP, que gobierna en la mayoría, dé instrucciones para este último
momento del año’, le dije. ‘Estimo que usted debe saber más que yo
puesto que se ha reunido con ellos en los últimos días’. Aunque es
verdad que después hubo una desviación y es un problema que entre todos
debemos corregir”.
Salgado acusa así directamente a Rajoy de conocer perfectamente el déficit cuando hizo su debate de investidura e incluso de decidir inflarlo con una orden a sus autonomías, una cuestión de gran calado político.
La vicepresidenta esquivó el espinoso asunto de la fusión Cajamadrid-Bancaja
—”nos enteramos por el Banco de España, de fusiones de cajas el
ministerio nunca dijo nada”— y responsabilizó a Alberto Núñez Feijóo,
sin citarlo, de la fracasa fusión de cajas gallegas. “En la fotografía
de la fusión no estaban solo los presidentes de las cajas [Feijóo estaba
allí] pero no había nadie del Ministerio de Economía y Hacienda”.
El PP intentó por todos los medios provocar a la exvicepresidenta en una intervención de Fernando López Amor que más bien parecía la de un diputado de la oposición frente a una Salgado aún en el Gobierno. “Ustedes todavía creen en Keynes y Keynes ha muerto, la UE ha certificado su muerte. Ustedes han tardado en reconocer la situación real. Si hubieran hecho como los ingleses, alemanes u holandeses inyectando dinero en los bancos estaríamos saliendo ya de los problemas. Si la evaluaran en la UE, usted estaría suspendida”. “No creo que la UE me hubiera suspendido, no lo hizo mientras estaba en el cargo”, se ufanó ella.
Salgado defendió la decisión de no hacer en su momento un banco malo e inyectar dinero público en los bancos, como hicieron otros países. Josep Sánchez Llibre, de CiU, también le dijo que hubiera sido buena idea. Salgado explicó que eso es lo que hizo Irlanda, un país con problemas similares a España, y después fue rescatada. “Y mientras yo ocupé el puesto de vicepresidenta la prioridad era evitar que España tuviera ser rescatada”, remató en una pulla indirecta también al actual Ejecutivo. Pero sobre todo, la vicepresidenta recordó que la mayoría de las decisiones que tomó fueron apoyadas por el PP, que sobre todo respaldó la primera gran reforma financiera de 2009.
La exvicepresidenta defendió su gestión, como todos los demás comparecientes, sin ninguna autocrítica, y aseguró que tomó las decisiones “que correspondía tomar” en cada momento económico, ya que hay que decidir en función de los datos disponibles.
Salgado evitó criticar abiertamente al Ejecutivo actual o reprocharle su gestión del sistema financiero. Pero sí lanzó pullas muy claras, dejándolas caer. Primero insistió en que, en su opinión, ella dejó las cosas más o menos controladas. “En septiembre de 2011 el FROB había desembolsado 10.000 millones de euros”, recordó. Y después remató, diciendo sin decir: “Las decisiones que se han tomado después de mi salida son legítimas. Las consecuencias están a la vista de todos, así que el tiempo va poniendo las cosas en su sitio, pero no me corresponde valorarlo”.
El PP quería que Salgado abriera la ronda de comparecencias en una evidente estrategia para culpabilizar al PSOE de la actual situación del sistema financiero. Pero un viaje a EE UU hizo que ella cerrara la primera ronda en vez de abrirla.
El PP quería que Salgado abriera la ronda de
comparecencias para culpabilizar al PSOE de la situación de la banca,
pero no finalmente pudo
Salgado acusa así directamente a Rajoy de conocer perfectamente el déficit cuando hizo su debate de investidura e incluso de decidir inflarlo con una orden a sus autonomías, una cuestión de gran calado político.
Salgado defendió la decisión de no hacer en su momento un banco malo e inyectar dinero público en los bancos
El PP intentó por todos los medios provocar a la exvicepresidenta en una intervención de Fernando López Amor que más bien parecía la de un diputado de la oposición frente a una Salgado aún en el Gobierno. “Ustedes todavía creen en Keynes y Keynes ha muerto, la UE ha certificado su muerte. Ustedes han tardado en reconocer la situación real. Si hubieran hecho como los ingleses, alemanes u holandeses inyectando dinero en los bancos estaríamos saliendo ya de los problemas. Si la evaluaran en la UE, usted estaría suspendida”. “No creo que la UE me hubiera suspendido, no lo hizo mientras estaba en el cargo”, se ufanó ella.
Salgado defendió la decisión de no hacer en su momento un banco malo e inyectar dinero público en los bancos, como hicieron otros países. Josep Sánchez Llibre, de CiU, también le dijo que hubiera sido buena idea. Salgado explicó que eso es lo que hizo Irlanda, un país con problemas similares a España, y después fue rescatada. “Y mientras yo ocupé el puesto de vicepresidenta la prioridad era evitar que España tuviera ser rescatada”, remató en una pulla indirecta también al actual Ejecutivo. Pero sobre todo, la vicepresidenta recordó que la mayoría de las decisiones que tomó fueron apoyadas por el PP, que sobre todo respaldó la primera gran reforma financiera de 2009.
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