Las ayudas a la banca disparan el déficit y la deuda del Estado
La deuda pública subirá hasta el 90,5% del PIB, un nuevo récord, por el crédito del rescate
El desfase presupuestario de 2011 se eleva al 9,44% por las pérdidas del FROB
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal
Montoro, ha entregado hoy al presidente del Congreso, Jesús Posada, el
proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2013,
marcados por el alza de los intereses de la deuda y el impacto del
rescate a la banca en las cuentas del Estado. Entre sus principales
novedades, destaca el fuerte repunte de la deuda durante el próximo año,
que llegará hasta el 90,5% del PIB, un nuevo récord en el último siglo porque el Estado asumirá 30.000 millones del crédito por hasta 100.000 millones de los socios europeos para sanear el sector.
Además, por culpa del coste las ayudas que ya se han concedido al sector y el dinero que se ha destinado del plan de pago de proveedores, el Gobierno revisa al alza la cifra de deuda de este 2012, que pasa del 79,8% previsto hace apenas seis meses hasta el 85,3%. En cuanto al déficit, el desfase entre los ingresos y gastos también supera las previsiones por el auxilio a la banca. Según ha revelado el Gobierno, el conjunto de las Administraciones Públicas acabará este año con un saldo negativo equivalente al 7,4% del PIB, un punto más de lo anunciado por efecto de las operaciones financieras.
Sin salir del apartado de revisiones, las pérdidas en las que ha incurrido el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) eleva la cifra de déficit público del pasado 2011 del 9% publicado al 9,44%. El origen de este mayor desfase está, ha añadido Montoro, en las ayudas a las entidades financieras con problemas "como Bankia o Banco de Valencia". Así, entre 2011 y 2012, el Estado asume de momento unas pérdidas equivalentes uno 15.000 millones por su apoyo al sector financiero, aunque el ministro ha defendido que las entidades se han comprometido a devolver estos fondos con el tiempo.
En cuanto a las políticas de inversión, el proyecto de Presupuestos recoge un recorte del 15% en infraestructuras, por debajo de los tijeretazos que sufrió este apartado en 2012 (22%) y 2011 (33%) y se retoca a la baja la partida para vivienda. Por otra parte, se mantiene el presupuesto en investigación y desarrollo.
Por áreas de gasto, el que verá caer con más fuerza
sus fondos será la Sanidad, con un 22%, hasta los 415 millones, aunque
hay que recordar que la mayoría de competencias en este área corresponde
a las comunidades. También destaca la caída del 13% en la partida para industria y energía, que pasa a recibir 1.653 millones para 2013. La Casa del Rey, por su parte, reduce su presupuesto en un 4% hasta los 7,93 millones de euros.
Bajando al detalle, el Gobierno confía en que los recortes en las prestaciones aprobados en julio —endurecimiento de las condiciones de acceso a los subsidios y a la renta activa de inserción y rebaja de lo que cobran los parados a partir del sexto mes—, permita reducir en un 6,3% los gastos en prestaciones por desempleo. El recorte en esta partida contrasta, sin embargo, con las previsiones del propio Ejecutivo de que se seguirá destruyendo empleo en 2013.
En el apartado de los más desfavorecidos, también destaca el recorte en el 40% de las transferencias del Estado a los Ayuntamientos para atender a los más pobres, que se reduce a 30 millones pese al repunte del número de personas que acuden a la llamada red de emergencia municipal para subsistir.
No es habitual que los presupuestos se presenten un sábado, pero el Gobierno tiene que cumplir la ley, que señala que las cuentas del ejercicio siguiente tienen que llegar a la Cámara Baja antes de que finalice el mes de septiembre para que dé tiempo a su tramitación parlamentaria.
En grandes rasgos, las cuentas públicas incluyen fuertes recortes y nuevas subidas de impuestos para compensar la vigorosa subida de los gastos financieros y de las pensiones. Contemplan un ajuste que el ministro cifró en 13.400 millones. El Ejecutivo ha cuadrado el sudoku con el objetivo principal de cumplir la meta del déficit para la Administración Central y la Seguridad Social, en el 3,8% del PIB, siete décimas menos que en 2012. Para ello, estima un gasto de 169.775 millones, lo que supone un alza del 5,6% respecto al año actual. Y espera unos ingresos de 124.044 millones, un 4% más que en 2012.
Para calcular estas cifras el Ejecutivo de Mariano Rajoy se ha basado en unas previsiones económicas más optimistas de las que calculan los organismos internacionales. El Gobierno prevé que la economía retrocederá un 0,5% del PIB en 2013 frente a las perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que espera una caída del 1,2%. De confirmarse las previsiones del Fondo, los gastos calculados por el Gobierno estarían infravalorados y los ingresos sobrevalorados. No obstante, Montoro aseguró: “Con estos Presupuestos pretendemos que 2013 sea el último año de recesión”.
Además, por culpa del coste las ayudas que ya se han concedido al sector y el dinero que se ha destinado del plan de pago de proveedores, el Gobierno revisa al alza la cifra de deuda de este 2012, que pasa del 79,8% previsto hace apenas seis meses hasta el 85,3%. En cuanto al déficit, el desfase entre los ingresos y gastos también supera las previsiones por el auxilio a la banca. Según ha revelado el Gobierno, el conjunto de las Administraciones Públicas acabará este año con un saldo negativo equivalente al 7,4% del PIB, un punto más de lo anunciado por efecto de las operaciones financieras.
Sin salir del apartado de revisiones, las pérdidas en las que ha incurrido el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) eleva la cifra de déficit público del pasado 2011 del 9% publicado al 9,44%. El origen de este mayor desfase está, ha añadido Montoro, en las ayudas a las entidades financieras con problemas "como Bankia o Banco de Valencia". Así, entre 2011 y 2012, el Estado asume de momento unas pérdidas equivalentes uno 15.000 millones por su apoyo al sector financiero, aunque el ministro ha defendido que las entidades se han comprometido a devolver estos fondos con el tiempo.
En cuanto a las políticas de inversión, el proyecto de Presupuestos recoge un recorte del 15% en infraestructuras, por debajo de los tijeretazos que sufrió este apartado en 2012 (22%) y 2011 (33%) y se retoca a la baja la partida para vivienda. Por otra parte, se mantiene el presupuesto en investigación y desarrollo.
más información
- Sanidad, el Ministerio más afectado por el tijeretazo
- El gasto en protección por desempleo baja un 6,3%
- La Casa del Rey recorta un 4% su presupuesto
- La cultura pierde un 19,6% en 2013
- Los Ayuntamientos tendrán un 40% menos para atender a los más pobres
- Cataluña, sin los 719 millones pendientes por infraestructuras
Bajando al detalle, el Gobierno confía en que los recortes en las prestaciones aprobados en julio —endurecimiento de las condiciones de acceso a los subsidios y a la renta activa de inserción y rebaja de lo que cobran los parados a partir del sexto mes—, permita reducir en un 6,3% los gastos en prestaciones por desempleo. El recorte en esta partida contrasta, sin embargo, con las previsiones del propio Ejecutivo de que se seguirá destruyendo empleo en 2013.
En el apartado de los más desfavorecidos, también destaca el recorte en el 40% de las transferencias del Estado a los Ayuntamientos para atender a los más pobres, que se reduce a 30 millones pese al repunte del número de personas que acuden a la llamada red de emergencia municipal para subsistir.
No es habitual que los presupuestos se presenten un sábado, pero el Gobierno tiene que cumplir la ley, que señala que las cuentas del ejercicio siguiente tienen que llegar a la Cámara Baja antes de que finalice el mes de septiembre para que dé tiempo a su tramitación parlamentaria.
En grandes rasgos, las cuentas públicas incluyen fuertes recortes y nuevas subidas de impuestos para compensar la vigorosa subida de los gastos financieros y de las pensiones. Contemplan un ajuste que el ministro cifró en 13.400 millones. El Ejecutivo ha cuadrado el sudoku con el objetivo principal de cumplir la meta del déficit para la Administración Central y la Seguridad Social, en el 3,8% del PIB, siete décimas menos que en 2012. Para ello, estima un gasto de 169.775 millones, lo que supone un alza del 5,6% respecto al año actual. Y espera unos ingresos de 124.044 millones, un 4% más que en 2012.
Para calcular estas cifras el Ejecutivo de Mariano Rajoy se ha basado en unas previsiones económicas más optimistas de las que calculan los organismos internacionales. El Gobierno prevé que la economía retrocederá un 0,5% del PIB en 2013 frente a las perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que espera una caída del 1,2%. De confirmarse las previsiones del Fondo, los gastos calculados por el Gobierno estarían infravalorados y los ingresos sobrevalorados. No obstante, Montoro aseguró: “Con estos Presupuestos pretendemos que 2013 sea el último año de recesión”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario