jueves, 15 de noviembre de 2012

Los siete magníficos del gobierno chino

Siete hombres para gobernar el Imperio del Centro

Ninguna mujer ha entrado a formar parte de la dirección colegiada del país

Los nuevos miembros del Comité Permanente del Politburó. De izquierda a derecha Zhang Gaoli, Liu Yunshan, Zhang Dejiang, Xi Jinping, Li Keqiang, Yu Zhengsheng y Wang Qishan. / ADRIAN BRADSHAW (EFE)

El Partido Comunista Chino (PCCh), que rige el destino del país más poblado del planeta desde 1949, ha elegido a siete hombres para su nueva dirección colegiada, apartándose de la máxima del fundador de la República Popular, Mao Zedong, quien para reivindicar el papel de la mujer en la nueva China dijo: "Las mujeres llevan sobre sus espaldas la mitad del cielo".
El PCCh ha optado por una dirección más compacta para hacer frente a los nuevos desafíos y ha reducido el Comité Permanente del Politburó a siete miembros en lugar de los nueve que tenía en las últimas décadas. Estos son los perfiles de los siete gobernantes.
Xi Jinping. Ha sido nombrado secretario general en sustitución de Hu Jintao. De 59 años, ingeniero químico y doctor en teoría marxista, Xi pertenece a los llamados 'príncipes', por ser hijo de un veterano del PCCh, pero es considerado por las distintas facciones del partido como un candidato de consenso, con estrechas conexiones con la Liga de la Juventud, de la que sale la otra gran facción, la de los hijos del pueblo, los tuanpai, y con el Ejército Popular de Liberación (EPL). Xi gobernó varias provincias antes de que en 2007 le enviaran a Shanghái para meter en vereda la municipalidad más desarrollada y emblemática de China. Está casado con la famosa cantante del EPL, Peng Liyuan, y en marzo próximo será elegido por el pleno de la Asamblea Popular Nacional (APN, el Parlamento chino), jefe del Estado.
Li Keqiang. Este abogado de 59 años y actual viceprimer ministro es el máximo representante de los tuanpai  en la nueva dirección colegiada. Su origen, por tanto, es humilde y ascendió al poder paso a paso a través de la Liga de la Juventud. Hu Jintao pretendió que le sucediera, pero no logró imponerle. En marzo está previsto que se convierta en primer ministro, aunque ha sorprendido que haya aparecido en segundo lugar en la fila india que han formado los siete para presentarse ante las cámaras, puesto que normalmente ocupaba el dirigente designado para ocupar la presidencia de la APN. Li defiende que haya un mayor reparto de la riqueza del país y ofrece apoyo a los más débiles. Sus críticos señalan que le falta dureza para enfrentar la gran reforma económica que necesita el país, incluida la financiera.
Zhang Dejiang. De 66 años y el mayor experto de China en Corea del Norte, Zhang, que también es viceprimer ministro, recibió este año el encargo más conflictivo que se podía dar a un dirigente: poner orden en la municipalidad de Chongqing, que con 32 millones de habitantes es la más poblada del país y en donde se produjo el mayor escándalo -el caso Bo Xilai- que ha sufrido el PCCh en las dos últimas décadas. En estos meses -el popular 'príncipe rojo' y alcalde de Chongqing cayó en marzo-, Zhang ha demostrado sus dotes como gobernante y hombre de consenso, capaz de resolver las crisis más difíciles. Hijo de un general del EPL, Zhang ha ocupado la dirección de dos de las provincias con mayor desarrollo de China: Zhejiang y Guandong.
Yu Zhengsheng. De 67 años es jefe del PCCh en la municipalidad de Shanghái. Su elección está sin duda vinculada al expresidente chino Jiang Zemin y a la llamada facción de Shanghái. Es un 'príncipe', cuya familia tenía muy buenas relaciones con Den Xiaoping (1904-1997), el arquitecto de la reforma y el dirigente que abrió las puertas del país a la economía de mercado, con la que China se ha convertido en la segunda potencia económica mundial. Ingeniero electrónico. Yu es un especialista en misiles balísticos y fue investigador del Instituto de Ingeniería Militar durante dos décadas. Posteriormente fue nombrado vicealcalde de Qindao y desde allí ascendió a jefe del partido en la oriental provincia de Shandong, en la que Qindao es la principal ciudad. En sus discursos habla con frecuencia de la necesidad de corregir el abismo abierto entre el nivel de vida de la población urbana y la campesina, lo que ideológicamente le acerca a los tuanpai.
Liu Yunshan. De 65 años y jefe del aparato de propaganda del PCCh, Liu es un tuanpai, cercano a Hu Jintao. Su ascenso al Comité Permanente revela la importancia que el partido concede a una de las grandes demandas de la sociedad: la libertad de expresión. Liu, que tiene bajo su mando a decenas de miles de censores y policías cibernéticos, se ha referido a la importancia de Internet en los tiempos actuales y a la conveniencia de su uso pero "con ciertas reglas". Una mayor libertad de información y una mejor elaboración de la comunicación y la propaganda serán las misiones de Liu en un país que cuenta con casi 600 millones de internautas y unas extensas y comprometidas redes sociales.
Wang Qishan. De 64 años y viceprimer ministro, Wang que en 1998 organizó la mayor reestructuración bancaria de China, era visto como el hombre clave para impulsar dentro del corazón del partido la remodelación del mercado financiero chino de cara a la urgente reforma del sistema productivo de manera que el crecimiento económico dependa más del consumo interno que de las exportaciones. Sin embargo, ha sido colocado al frente de la Comisión Central de Inspección de la Disciplina, el órgano encargado de luchar contra la corrupción que embarra las filas del PCCh y es considerada como la principal fuente de malestar entre la absoluta mayoría de los 1.350 millones de chinos.
Zhang Gaoli. De 66 años, es el más desconocido de los siete jinetes del PCCh. Se le considera cercano a la facción de Shanghai, por la relaciones que estableció con Jiang Zemin, en los dos años, 2000 y 2001, que estuvo al frente de la zona económica especial de Shenzhen, vecina a Hong Kong. Posteriormente, fue jefe del partido en la provincia de Shandong y desde 2007 gobierna Tianjin, esta municipalidad -en total son cuatro: Pekín, Shanghái, Tianjin y Chongqing- situada al sur de Pekín, y en la que se encuentran destacadas varias empresas españolas, se ha convertido en puntera del desarrollo tecnológico chino, en el que el PCCh quiere basar la nueva fase de expansión de la economía.

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