domingo, 14 de febrero de 2010

El reino del aburrimiento.

Si hay algo verdaderamente subjetivo es el sentimiento de soledad. Uno se puede sentir solo en una muchedumbre, en familia o en una pareja. Este sentimiento procede de una falta de vínculo, de la impresión de no comunicarse con el entorno social, de encontrarse solo en el mundo.

Este sentimiento está relacionado con una necesidad de la presencia del otro y con la frustración de no estar acompañado. Se trata de un sentimiento de vacío interior y de aislamiento que no corresponde necesariamente con una necesidad de compañía o con la ausencia de una persona en particular, sino más bien conel sentimiento de estar aparte, desconectado del mundo, incomprendido.

En el fondo, es la aguda conciencia de su situación de ser humano que está y seguirá estando solo frente a sí mismo y a la muerte.

El sentimiento de soledad debe relacionarse con la melancolía, a su vez próxima al tedio y al aburrimiento. Para muchos, es el equivalente de la depresión, con la tentación de no ver a nadie, d refugiarse en uno mismo, para dormir o rumiar pensamientos negativos. Para anular el miedo al tedio y al aburrimiento, llenamos el espacio con palabras y ruidos.

Nos da miedo el silencio, que percibimos como una ausencia o como la llegada ineludible de la muerte. Para prevenir el riesgo del aburrimiento, muchos padres saturan el tiempo de los hijos con toda suerte de actividades o televisión. El aburrimiento surge cuando cuando no podemos hacer lo que deseamos o cuando debemos hacer algo que no nos gusta.

En nuestra sociedad hiperconsumista, los individuos intentan juntarse para no encarar sus miedos. Muchos buscan una amor o una amistad para llenar su soledad y su vacío interno.

Estos individuos posmodernos niegan el envejecimiento y la enfermedad, perola evidencia está ahí: nadie puede evitar la muerte. "De esta vida nadie sale vivo". Tanta agitación y actividades de los seres humanos es simplemente para disfrazar el hecho de que nacemos solos y moriremos solos.

Cuando enfermé gravemente el año pasado, por un cáncer terrible, las personas que me rodeaban en el trabajo y en los círculos sociales, se alejaron de mi despavoridos ante el dolor, la enfermedad y la inminente muerte. Todos se sienten "inmortales y exentos de enfermar", nadie quiere hablar de la muerte, de "su" muerte.

Algunos de los que temen a soledad se sienten culpables por estar solos. Es como si ello fuera consecuencia de una culpa. Y cuando estos individuos asisten a la consulta psicoterapéutica, existe el peligro real de que el especialista en lugar de ayudarlos a amar su propia soledad y a enriquecerla, les proponen técnicas para aumentar su narcisismo: los empujan a evadirse en múltiples encuentros sexuales, en lugar de aprender a aceptarse y amarse a sí mismos.

1 comentario:

  1. Quise enviar un comentario pero los controles anti-robot me hacen pensar que no quieres que lleguemos hasta ti.

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