Los que incursionan en La Red de la Internet, creen firmemente en que los lazos que ahí se crean pueden ser "eternos", sin embargo la realidad los pone en su lugar, los lazos se desatan con mucha facilidad y celeridad. Y ahí empieza el ciclo perverso: se desatan los lazos y se crea un vacío momentáneo, pero casi inmediatamente se generan nuevos lazos igualmente precarios.
Una de las características de nuestra sociedad es lo utilitario y lo efímero de todas las cosas: se corre el enorme riesgo de instrumentalizar completamente al ot Muchos ro, de tratarlo como un objeto del que se disfruta mientras resulta útil y que se desecha cuando deja de gustar o de ser rentable emocionalmente hablando.
La disponibilidad de miles de hombres y mujeres en desesperada búsqueda de pareja, permite materializar una fantasía de omnipotencia, pues basta con hacer un CLIC para que aparezcan o desaparezcan personas con quien compartir "el amor".
La consigna entre los usuarios de La Red, es: "el próximo contacto es el bueno", ya que nadie quiere invertir tiempo y construir una verdadera relación emocional, ¿para qué? Basta oprimir la tecla de "suprimir" para desengancharse de lo que no gusta o no promete nada agradable.
Esta manera de buscar pareja tiene a miles de personas inscritas en esas páginas por años, eso significa que no "encuentran a nadie". Se han convertido en consumidores de encuentros, sin comprometerse jamás en una relación. Muchos olvidan que en la búsqueda del amor, se deben correr ciertos riesgos normales, no es una apuesta decidida de antemano como algo exitoso. Los posmodernos no quieren riesgos de ninguna clase.
Para encontrar a ese otro que deseamos, habría que dejar de protegerse, no temer a mostrar las propias debilidades, saber mostrar que se necesita ser ayudado o consolado, abandonar nuestras certezas y, sobre todo, nuestras exigencias neuróticas.
Habría que aceptar las sorpresas que trae aparejado todo amor verdadero. Como defensa los individuos se muestran ante el amor racionales y fingen ser inconmovibles.
El camino por La Red para esos "enamorados de pacotilla", es un callejón sin salida, que produce daños irreparables en la psique de cualquiera que persista en ese métoco anómalo.
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