jueves, 21 de abril de 2011

Una Copa para gozarla.

Para gozarla
La Copa del Rey es para el Real Madrid gracias a un gol de Cristiano Ronaldo en tiempo extra. Durante el festejo, Sergio Ramos dejó caer el trofeo.

Con una anotación del lusitano, Real Madrid venció a Barcelona por primera vez desde que Josep Guardiola dirige a los catalanes.Suena Freddie Mercury

Dividida políticamente de norte a sur, Valencia encontró en la diplomacia de un estadio su función en la geografía española. El Rey cruzó el campo sin caballos ni espadas. Pocas veces la democracia del pueblo español estuvo mejor representada. Real Madrid y Barcelona uniformaron deportivamente una incómoda disputa. Al margen quedaban los jugadores, único colectivo que fue capaz de unir los polos de este país.

Trece campeones del mundo, más Messi y Cristiano, elevaron este juego a documento de Estado. Un matador cruce de miradas acabó con el protocolo, Piqué y Ramos no recuerdan el verano pasado, la selección española parecía la gran perdedora de este enfrentamiento.

El partido empezó como terminó el último, un Madrid con esquizofrenia galopante montado en la épica del Siglo XIX. La amenaza de Mourinho se cumplió, convirtió el medio campo en el salón de la justicia. Durante 30 minutos era imposible explicar la intensidad de sus futbolistas desde un punto de vista humano. Pepe volvió a ser Flash Gordon. Esa zona donde el Barcelona suele expropiar el balón fue ingobernable.

Con Iniesta adelantado, Xavi perdía por acumulación de glóbulos blancos. Demasiadas enzimas a su alrededor. Músculo y nervio, la primera parte fundó una época del partido. Mourinho encerró a Guardiola en el medioevo. Eran tiempos de catenaccio, habían encadenado a Lionel Messi. Tardó el Barça en acomodarse a la esclavitud. Si el Madrid planteaba el partido en persecución, hacia falta el látigo de Puyol.

Al 43’ la propuesta del portugués se volvió ley, un centro de Di María, ángel diabólico durante todo el partido, encontró la última neurona de Pepe. Remate con la cabeza al travesaño, aquel partido estaba llamado a ser una pieza de ingeniería. Tenía estructura de obra maestra. Y así fue...

Al 45’ el Barcelona regresó. Encontró sus cuatro grandes tesoros: posesión, espacios, presión y recuperación. Al Madrid le fallaba el pulmón derecho, nunca el corazón. Para eso está Iker Casillas. El gran cardiólogo del futbol mundial. El portero volvió a manipular la gloria, es el artesano de la luna, basta con revisar la instantánea final de la noche.

Messi estuvo cerca de ser el jugador que domina el universo, pero en dos ocasiones el guardameta lo regresó a la tierra. Cuando el Barça era mejor, un descomunal esfuerzo del Madrid que durante tres años lo ha pasado mal remontó la historia. Guardiola nunca le perdió la cara al partido, una vez más Mourinho lo venció.

Empezaron los cambios, hígado por riñón, el partido se volvió visceral durante los tiempos extras. Hacía falta llamar un crack, larga distancia Cristiano que con un remate impecable asumió todo lo que se ha escrito sobre él. Real Madrid estaba ganando el juego al minuto 107. Un momento que resume la clase de partido que vimos. Enorme. El campeonato de Copa deja cicatriz en la moral del mejor equipo del mundo.

El Barça está herido, por primera vez ha perdido contra su propia historia, esa que le ayudó a construir su rivalidad con el Madrid. Llueve sobre Cibeles, a la diosa le sobra el agua. Suena Freddie Mercury, se solicita oxígeno, la Champions está en el aire.

Dato

La Cruz Roja atendió a diez aficionados del Barcelona y Real Madrid, heridos levemente antes del partido, tres de ellos por la Policía Nacional.

Festejo en las Cibeles, sin trofeo



Miles de aficionados del Real Madrid se reunieron en la Fuente de las Cibeles en cuanto terminó el partido para celebrar un título de los merengues, dos años después del último (Liga y Supercopa de España en 2008); los jugadores arribaron al lugar alrededor de las cuatro de la mañana y Sergio Ramos tiró la Copa, que fue aplastada por el camión en el que se transportaba el plantel blanco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario