A punto de cumplir 40 años, Máxima es una de las princesas con más estilo de las casas reales. Así lo está demostrando una vez más durante la visita oficial a Alemania de la familia real holandesa. Máxima acompaña a su esposo Guillermo y a su suegra, la reina Beatriz.
Pero antes de convertirse en princesa de Holanda, era Máxima Zorreguieta, una joven argentina vista con recelo por la sociedad holandesa, a quien no le agradaba tener como esposa del heredero a la hija de uno de los hombres fuertes de la dictadura militar argentina de Jorge Videla. Tampoco la reina Beatriz estaba de acuerdo con la boda. Ahora, nueve años después del enlace, Máxima es una de las princesas europeas más valoradas tanto en su país, como por la realeza de todo el continente, y una de las consortes con más estilo de las casas reales.
En el encuentro con el presidente alemán, Christian Wulff, y su esposa, Bettina, Máxima ha aparecido con un vestido morado adornado por un broche de diamantes y una gran pamela rosa, a juego con sus zapatos de medio tacón. En algunos momentos, la princesa se ha tapado con un chal con estampado de flores.
Para su visita de la tarde al memorial de guerra Neue Wache ha optado por un conjunto de blusa blanca y falda por la rodilla negra, a juego con unos guantes cortos de cuero. En esta ocasión ha lucido un atrevido tocado en tono crema, adornado por una flor blanca.
Horas antes de emprender viaje a Alemania, Máxima acompañó a su hija pequeña, Ariane, de cuatro años, a su primer día de colegio junto a su esposo y sus dos hijas mayores, Alexia y Amalia. Para ejercer de mamá, la princesa se puso un vestido con estampado animal y botas altas.
La reina Beatriz y los príncipes herederos estarán durante cuatro días en Alemania. Además de Berlín, visitarán Dresde y Dusseldorf.
Una de las próximas ocasiones en las que se les podrá ver en público será el 29 de abril en Londres, en la boda del príncipe Guillermo y su prometida, Catalina.
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