Bonn pone un impuesto a las prostitutas callejeras
La pequeña pantalla con fondo verde indica "la noche: 6 euros". Se trata de un parquímetro adaptado a nuevas funciones. Las prostitutas de la calle Immenburg, en Bonn, deberán sacar de él un ticket cada tarde, antes de ejercer su trabajo. Pueden empezar a partir de las 20,15. La portavoz municipal Monika Frömbgen explica que las autoridades quieren "facilitarles las cosas" a las meretrices. Desde principios de año, quien quiera prostituirse en la antigua capital de Alemania debe pagar un impuesto de seis euros por noche. La máquina automática es un intento de equiparar el trato a las prostitutas callejeras con las de burdeles, cuyo control fiscal es mucho más sencillo. El municipio espera recaudar este año 200.000 euros mediante el nuevo impuesto sobre la prostitución.
La nueva forma de cobro automático les evitará, además, tener que enviar funcionarios a la zona para cobrar a las mujeres una por una. Con introducir seis euros y sacar el ticket validado por la máquina, la prostituta habrá cumplido con este deber municipal. Las autoridades solo tendrán que comprobar que las mujeres de la calle Immenburg tienen el ticket validado. En caso contrario, serán multadas hasta con 100 euros. De las 200 prostitutas que ejercen en Bonn, la mitad lo hacen en la calle.
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