La policía ordena el desalojo a los indignados de Los Ángeles
Las autoridades han aplazado en varias ocasiones el desmantelamiento de la acampada
El campamento Ocupa Los Ángeles sigue en pie pese a la orden de desalojo remitida por el Ayuntamiento a los manifestantes. La orden, que inicialmente obligaba a los acampados a abandonar el lugar a partir de la media noche del domingo (nueve de la mañana hora española), fue aplazada hasta las cuatro de la madrugada (una de la tarde en la Península).
El viernes por la tarde, el alcalde de la ciudad, Antonio Villaraigosa, comunicó a los manifestantes que debían abandonar el lugar a partir de la media noche del domingo (nueve de la mañana hora española).
Durante esta noche, la policía ha repartido hojas informativas a los ocupantes de las cerca de 500 tiendas instaladas frente al Ayuntamiento de la ciudad. Los manifestantes han de desmantelar sus tiendas de campaña, empaquetar sus pertenencias y limpiar la zona ocupada o se enfrentarán a un traslado forzoso.
La policía indicó no obstante que tratará de evitar un desalojo violento. “Esto no significa que sacaremos físicamente a la gente a las 00.01. Lo que significa es que después de las 00:01 tendremos la autorización para hacer cumplir la ley”, dijo el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles.
Si bien muchos de los que planean quedarse están preparados para ser arrestados fuentes de la organización insisten en la necesidad de que el proceso sea pacífico.
La movilización en Los Ángeles es una de las más antiguas y más grandes de la costa oeste, alineada con el movimiento Ocupa Wall Street tiene por objetivo denunciar la desigualdad económica, la situación de desempleo y los excesos del sistema financiero de EE UU. Acampados desde el pasado 1 de octubre, la población ocupante ha crecido hasta alcanzar un numero aproximado de 800 personas, según fuentes de la organización.
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