Reino Unido expulsa al personal diplomático iraní en Londres
El Gobierno británico adopta esta decisión por motivos de "seguridad"
La prensa local informa de 12 detenidos por el asalto de radicales a la Embajada
Decenas de estudiantes atacaron ayer la Embajada británica en Teherán
El Gobierno británico ha ordenado a parte del personal diplomático destinado en Irán volver a Reino Unido mientras que en una comparecencia ante el Parlamento británico, el ministro de Exteriores, William Hague, afirmó que los representantes iraníes en Londres tienen 48 horas para dejar su territorio. Las decisiones del Gobierno de David Cameron ocurren en respuesta al asalto ayer de decenas de estudiantes a la embajada en Teherán.
En una nota difundida por el Foreign Office (Ministerio de Exteriores británico) se señala que "por su propia seguridad y atendiendo a los hechos de ayer, parte del personal está abandonando Teherán" con rumbo a Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Aunque el comunicado oficial habla de "parte del personal", dos fuentes diplomáticas consultadas por la agencia Reuters informaron de que todo el personal de la Embajada ha dejado Irán. Por su parte, el Gobierno alemán también ha llamado a consultas al embajador iraní en Berlín, según informa el portal de Der Spiegel.
Ante el Parlamento, el primer ministro británico, David Cameron, ha declarado que su país se está "planteando acciones muy contundentes en respuesta a este comportamiento de los iraníes completamente inaceptable y desgraciado".
ampliar foto Mientras, las autoridades iraníes afirman haber iniciado una investigación que ya ha dado como resultado la detención de una docena de activistas radicales. El subcomandante de la Policía iraní, Ahmaz Reza Radan, citado por la agencia oficial IRNA, dijo que hay "un grupo" de estudiantes detenidos, mientras la agencia local Fars, que no desvela su fuente, precisa que los arrestados son 12.
Reino Unido se ha mostrado indignado por el asalto a su Embajada y ha advertido de "serias consecuencias". El Ministerio de Exteriores iraní rechazó el ataque y se comprometió a reforzar la seguridad de todo el personal diplomático en el país. "Esta acción malvada llevará a la inestabilidad en la seguridad global", dijo el ministro Ali Larijani.
La prensa iraní dejaba claro al día siguiente del suceso que Reino Unido sigue teniendo una imagen de potencia imperial con una oscura influencia en los asuntos internos de Irán. "La madrigera del zorro, atacada", titulaba el diario conservador Vatan Emrouz.
Dos centenares de iraníes, sin mucha oposición de las fuerzas de seguridad, atacó el martes la misión diplomática de Reino Unido en la capital iraní como protesta por las recientes sanciones aprobadas por Londres. Durante el ataque, medios iraníes informaron del secuestro de seis empleados de la legación y su posterior liberación. El titular de Exteriores británico, William Hague, calificó la situación de "confusa" y rechazó en todo momento llamar al personal retenido "rehén".
El Gobierno británico ha cortado toda relación financiera de sus instituciones con el país persa. Esta medida fue adoptada tras informar el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de que el régimen de Teherán mantiene sus planes para obtener armas nucleares.
En consecuencia, el Parlamento iraní aprobó el domingo una ley que rebajaba las relaciones diplomáticas con el Reino Unido a nivel de encargado de negocios y preveía la expulsión de su embajador en un plazo de dos semanas. Con inusual rapidez, el Consejo de Guardianes (una especie de Cámara alta designada) ratificó el martes esa decisión.
El asalto a la Embajada británica tuvo eco también en China, un país tradicionalmente aliado de Teherán. Un portavoz del Ministerio de Exteriores criticó duramente los sucesos del martes, de los que dijo que son "contrarios a las normas internacionales y deben ser manejados de manera proporcional". El Consejo de Seguridad de la ONU, que incluye a China como miembro permanente, tabién condenó el asalto "en los más duros términos".
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