sábado, 4 de febrero de 2012

El PSOE elige dirigente bajo tensión.

El PSOE elige entre enorme tensión al líder que gestionará su peor crisis


Después de contar y recontar los votos federación por federación, por provincias, con ponderaciones al alza y a la baja, los dos candidatos a la secretaría general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, sostenían anoche que tenían respectivamente la victoria en sus manos. Eso sí, ambas candidaturas apostillaban su proclamación de triunfo con “la debida prudencia” y con la cautela y salvedad de que una desviación de sus cálculos de un 5%, menos de 50 delegados, bascularía la victoria hacia el adversario.

Así estaban anoche las cosas en el 38º congreso del PSOE, que se celebra en Sevilla, y con los apoyos de las dos candidaturas intensificando su trabajo de persuasión y afianzamiento del voto hasta el último momento. Las urnas se abrirán al mediodía y hasta entonces los unos y los otros revisaban nombre a nombre la identidad de los 956 delegados en el afán de amarrar a 500 de ellos, que son los que aspiran a tener para sí en el mejor de los supuestos. Las denuncias sobre presiones a los delegados, principalmente en Andalucía, de intoxicaciones sobre supuestos corrimientos de votos que alterarían los pronósticos iniciales se sucedieron durante todo el día.

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La primera jornada del 38º congreso federal del PSOE empezó con aparente calma y los saludos de un colectivo de más de dos mil personas, entre delegados, observadores, invitados y personas de la organización, reunidas en un hotel de Sevilla que se quedó pequeño para albergar este evento. Pero pronto empezó el trabajo de los miembros de las candidaturas de uno y otro. Una labor intensa de persuasión, captación y de fijación del voto para tratar de desmentirse mutuamente respecto a quién tiene la mayoría. Ambos se consideran vencedores porque dicen contar con unos 500 votos, pero el temor estaba en pequeños trasvases de las federaciones menos monolíticas, como Andalucía o Madrid, que dieran al traste con las cuentas y el trabajo de varias semanas.

La intervención de Chaves, presidente del partido, estuvo en el aire
Las buenas palabras, las llamadas a la unidad y al juego limpio y democrático que hicieron los oradores de la mañana no impidieron que hubiera denuncias soterradas de los dos candidatos sobre la manera de tratar de persuadir al delegado. De entrada, el ambiente se enrareció al trascender que Manuel Chaves, presidente del PSOE, no tuvo la confirmación de que iba a dirigirse a los delegados en el congreso hasta última hora de la tarde del día anterior. En el entorno de Chaves se confirmó este dato y se atribuyó al presidente del congreso, José Antonio Griñán, esa duda sobre si el presidente del partido debía tener algún papel en este congreso.

Este dato no hacía sino confirmar el enfrentamiento total de los socialistas andaluces, cuya federación se ha convertido en el campo de batalla de este congreso entre Rubalcaba y Chacón, aunque por encima se encuentra el enfrentamiento entre los partidarios de José Antonio Griñán y los núcleos cercanos al anterior líder del PSOE-A, Manuel Chaves. La situación andaluza se complica extraordinariamente no solo porque sus 234 delegados son el bloque más numeroso de los delegados al congreso, sino porque el próximo mes se celebran las elecciones en esta comunidad. “El lunes se empiezan a hacer las candidaturas en Andalucía y ese es un buen argumento de presión”. Este dato de un delegado andaluz le sirve como introducción para explicar que el sector afín a Griñán, formalmente alineado con Chacón, que se proclama mayoritario frente al de Rubalcaba, utilizaba esta baza para tratar de persuadir a algunos delegados de que mejor sería que votaran a Chacón.

Ambos bandos denuncian el juego sucio del contrario para captar votos
Esta denuncia recorrió el congreso, lo que provocó que el sector de Chacón reaccionara con desmentidos contundentes y la denuncia, a su vez, de que esas “insidias” formaban parte de una estrategia de acoso. Quizá por esto la candidata dio ayer de manera informal que se sentía “como Messi tratando de sortear las patadas de Pepe”, en alusión al reciente pisotón del jugador del Madrid al delantero del Barcelona. Todos los congresistas saben que Rubalcaba es un apasionado seguidor del equipo blanco y la exministra es una declarada barcelonista.

Mientras Chacón y Rubalcaba sonreían y departían con corrillos de delegados, sus respectivos apoyos concentraban cada hora mayor tensión. “Hay colchón suficiente para enjugar los posibles desvíos”, decían desde la candidatura de Rubalcaba. “El recuento se mantiene a nuestro favor y más después de consolidar el apoyo del sector de Madrid que lidera Tomás Gómez”, aseguraban los interlocutores de la exministra. Gómez, después de haber dejado transcurrir toda la campaña sin decantarse por ninguno, anoche iba a declarar su apoyo a Chacón. Para los de Rubalcaba la novedad hubiera sido la contraria, señalaron con ironía.

A pesar de las apariencias desde el sector de Rubalcaba se consideró conveniente transmitir oficiosamente a los medios de comunicación que “después de un nuevo recuento, el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba mantenía una mayoría suficiente”. Esto ocurría a las ocho de la tarde, cuando ya se habían producido la mayoría de las intervenciones en el plenario del congreso, en las que los cabezas de delegación hacían la réplica al discurso de dación de cuentas que había hecho el secretario general saliente, José Luis Rodríguez Zapatero.

Soy como Messi aprendiendo a sortear las patadas"

Carme Chacón
La mayoría de las delegaciones ya se habían reunido y proclamado la libertad de voto de sus delegados. Los más expresivos explicaban a sus compañeros que votar a Chacón era una muestra de que los socialistas ya no iban a esperar más derrotas para reaccionar y que era tiempo de empezar un tiempo nuevo. Para los de Rubalcaba, por el contrario, en plena crisis lo razonable era apostar por la seguridad que ofrece Rubalcaba. Un descreído, veterano dirigente que ha asistido a los últimos congresos del PSOE, sin embargo, apuntaba a que en el PSOE en momentos de crisis funcionan “las coaliciones negativas”, es decir, en contra del secretario provincial o regional, sin tener en cuenta la trascendencia del voto.

De esta situación son conscientes los encargados de hacer las cuentas para ambos candidatos. Rubalcaba tiene a Txiki Benegas, Gaspar Zarrías, Oscar López y Antonio Hernando, entre otros. Con Chacón hacen esa labor Máximo Díaz Cano y José Zaragoza, aunque los dos candidatos tienen fuertes terminales en todas las federaciones. Ambos sectores sostenían anoche que el margen de error nunca vendría por un corrimiento espectacular de una federación, sino de pequeños movimientos difíciles de detectar.

Nadie negaba que el enfrentamiento había alcanzado niveles impensables hace dos semanas, lo que demuestra las posibilidades de victoria de ambos. De esta situación de quiebra casi por la mitad es consciente Zapatero, según señalan en su entorno. Por eso se justifica la petición que hizo en su discurso de despedida: “Os pido que todos, todos, apoyéis a quien mañana [hoy] salga elegido; tanto como me apoyasteis a mí”. Y como muestra de que es posible, resaltó la amistad y lealtad que le une con José Bono, a quien se enfrentó y ganó hace once años y medio. Es el consejo que les da a Chacón y Rubalcaba.

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