jueves, 9 de febrero de 2012

Huérfano con padres/ cuento corto.

Por Bolivar Hernández.


Cuento corto. Miguel Angel es un hombre casi centenario, hoy cumple 97 años. Extremadamente delgado y alto, calvo prematuro, siempre lo fue. Hijo de una numerosa familia de clase baja de la ciudad de Guatemala. Teniendo padres fue ingresado al orfelinato, para que, literalmente, lo mantuviera el Estado. Ahí pasó internado su infancia y adolescencia, con grandes penurias de alimentos y vestido, si...n embargo. Bajo la dictadura del General Ubico, tuvo que salir exiliado a México en el año de 1942, y con la idea de estudiar medicina en la UNAM se instaló en el centro histórico en una vecindad ruinosa, junto con otros estudiantes guatemaltecos. Entre ellos mi padre. La pobreza de los estudiantes es proverbial, nunca tienen dinero para sus necesidades básicas. Se emplearon en el comedor universitario como ayudantes de cocina: pelando papas, picando cebolla, en cantidades industriales. En una ocasión Miguel Angel estaba a cargo de una tremenda olla de frijoles, cuando de pronto se descuelga del techo una rata gigante y cae en la olla de los frijoles. Miguel Angel alarmado le dice a mi padre: Julio, ¿tiro los frijoles a la basura? ¡No seas bruto! Tira la rata solamente.
Miguel Angel me vio nacer y vivió con nosotros algunos años ya de vuelta en Guatemala. Mi padre lo quería entrañablemente y mi madre también, era un buen hombre noble, leal y afectuoso con mi familia. Estimo a Miguel Angel como pariente lejano, aunque no lo es. Quiero ir a su humilde casa y darle un abrazo y un regalo por esa longevidad extraordinaria, está sano. Y por haber honrado la amistad por tanto tiempo con mis amados padres.

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