martes, 17 de julio de 2012

De moda la canción ¡que se jodan!

Del '¡indignaos!' al '¡que se jodan!' en apenas diez canciones

Por: | 17 de julio de 2012
Fuck
 
Enojarse es una forma verbal en desuso en España; aquí siempre hemos sido más de cabrerarnos. Hace ya unos cuantos días que hemos superado con creces el umbral de una indignación contra nuestros gobernantes que no entiende de léxicos, tendencias o simpatías personales por lo que, aún siendo plenamente consciente de nuestra condición de blog musical, convendrán que la actual situación se merece cuanto menos un repaso. Habrá quién me acuse de usar este medio como tribuna y no andará del todo desencaminado. Quien entrará al trapo para enmendarme la plana o remitirme a la opinión de analistas más incisivos y documentados. No se corten, que hay barra libre y a estas alturas pienso que sabré encajarlo. Pero concédanme, al menos, la licencia de ilustrar mi diatriba con un puñado de canciones. Y por favor, siéntanse en pleno uso de la palabra para rebatirla y completarla.
Así son las cosas y así se las hemos cantado...

"¡Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra!"
En 1985 Jorge Martínez asumía la producción del tercer disco de Ilegales, Todos están muertos. Un trabajo de letras contundentes que les abrió las puertas del mercado sudamericano y ofrecía una visión cáustica y beligerante de los cambios sociales que trajeron consigo las reconversiones industriales al amparo de la OCDE. En El norte está lleno de frío se respira el clima de tensión derivado del cierre de los primeros pozos mineros y la crisis del sector naval y siderúrgico. El paro y la rabia como combustible de una revuelta con visos de insumisión.

La marcha de mineros asturianos, leoneses y aragoneses llegó a Madrid el 10 de julio, en rechazo a la política de recortes de Rajoy y el incumplimiento de unos acuerdos sindicales que abogaban por el cese de actividad del sector en aras de la crisis. El debate sobre la sostenibilidad del modelo enérgetico y las exigencias de los trabajadores del carbón coincidió con el anuncio de nuevos ajustes que desembocaría en la manifestación multitudinaria del día siguiente, atajada por los antidisturbios con una virulencia inusitada a las puertas del Ministerio de Industria en el Paseo de la Castellana. Horas más tarde, el desalojo de la Puerta del Sol durante el transcurso de una concentración en apoyo a los mineros, sorprendía a curiosos y transeúntes obligados a buscar refugio en bares y comercios adyacentes. La noche se saldaría con enfrentamientos entre policía y manifestantes que incluían barricadas y contenedores en llamas. Como en los ochenta.
“¡Hunden al obrero, rescatan al banquero!”
El nuevo paquete de medidas se ceba con los más desfavorecidos y blinda a los que más tienen. Desde el gobierno se justifican como recortes presupuestarios, pero también lo son en cuanto a derechos y dignidades. Una claudicación ante el FMI que premia la mediocridad y el pelotazo y nos aboca a la indigencia moral y económica. Como clamaban los santurzanos Eskorbuto, Es un crímen. Iosu Espósito justificaba el título de su segundo disco, Anti Todo, en base a sus creencias nihilistas."El partido que gobierna este país / y toda su oposición parlamentaria / las patronales, los sindicatos / todos contribuyen a nuestro fracaso / Desde sus poltronas prometieron solución / para todos los problemas de esta nación / Paro, miseria y humillación es lo que obtuvimos / Sólo una casualidad podrá desatar una reacción". Lo sé: parece escrita anteayer, pero es de 1985. 

"El próximo parado, que sea un diputado"
Cinco años antes Jello Biafra denunciaba el liberalismo económico de la era Reagan mediante una irónica reflexión sobre los verdaderos fines de la carrera armamentística. En Kill the poor, uno de los himnos ineludibles de Dead Kennedys, los californianos aludían a la bomba de neutrones como la solución definitiva al problema del paro, la sanidad y la pobreza. El sueño más húmedo del capitalismo: la erradicación selectiva de la población no activa sin comprometer la especulación inmobiliaria. "Eficiencia y progreso son nuestros otra vez / Ahora que tenemos la bomba de neutrones / Es buena, rapida, limpia, y deja las cosas a punto / Libre del exceso de enemigos / Sin desvalorizar la propiedad". Una tesis precedida hace tres siglos por el ensayo satírico Una modesta proposición de Jonathan Swift, en el que el genial escritor irlandés sugería adobar a los hijos de los campesinos para saciar el voraz apetito de las clases acomodadas. 

"¡Ahí está la cueva de Alí-Babà!"
Las concentraciones ciudadanas del 13 de julio ante las sedes del PP y el PSOE reflejaron el rechazo de los españoles hacia las mentiras y falsas promesas de una clase política que ni nos sirve ni nos representa. Por su parte, Alain Jourgensen, líder de la banda de metal industrial Ministry, tampoco se anduvo con remilgos a la hora de llamar a las cosas por su nombre en Thieves, su ataque frontal a la corrupción de la administración Bush en los albores de la Guerra del Golfo."Ladrones y embusteros, asesinos / hipócritas y cabrones / ¡Gracias por nada! / La ética por los suelos / Cabrones de doble cara y lameculos / No hay confianza / Dentro, fuera, ¿de qué lado (están)?; no se sabe / Mi lado, tu lado, el de ellos; no sabemos / ¡¿Del lado de quién están?!". 

"Menos crucifijo y más trabajo fijo"
Desde la Moncloa se apela ya no a la austeridad, sino al sacrificio, apretando aún más la soga al cuello de autónomos y pequeños empresarios. El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, escurre el bulto ante la oposición sin pronunciarse sobre cómo afectaran los nuevos recortes a la Casa Real, la Iglesia o las grandes fortunas. Mientras tanto, Madrid estrena un horario comercial de 24 horas los 365 días del año y Rouco Varela se lamenta por el descanso de las familias. Iglesia, Estado y Capital son los protagonistas absolutos de El dinero no es nuestro dios; una versión del clásico de Killing Joke perpetrada en 1992 por Fangoria, años antes de que Alaska protagonizase su propio reality show o compartiese micrófono con Jiménez Losantos en las mañanas de la COPE. "El éxito basado en cifras es inmoral / Carrera de hormigas ciegas locas por llegar / Todo cuenta en cantidades grandes, dicen por ahí / pero nada en mi vida funcionó jamás así / (...) ¿Cambiarías esto por tener poder? / ¿Cambiarías todo esto por poder tener?".

"¡Tú, madero, aprende del bombero!"
Desde la Delegación del Gobierno, Cristina Cifuentes amenazaba con aplicar mano dura contra "los que intenten que Madrid parezca Atenas" y la brutalidad policial se ensañó contra los manifestantes a su paso por Ferraz y Neptuno, desacreditando la actuación de las fuerzas del orden de cara a la opinión pública. La réplica del SUP (Sindicato Unificado de Policía) no se hizo esperar demasiado, en un intento por solidarizarse con el resto del funcionariado que fue recibido con desconfianza. A través de AUME (Asociación Unificada de Militares) también se secunda la condena del expolio administrativo, pero una vez más fueron los bomberos, profesores, sanitarios y demás trabajadores públicos quienes ocuparon las primeras líneas de la manifestación del día 15.
El daño ya está hecho y no basta con levantarse las viseras de los cascos en gesto simbólico, máxime cuando se limitan a acatar órdenes expresas de la Jefatura Superior de Policía. Ni que decir tiene que la marcha discurrió sin incidentes, salvo por la detención a última hora de un hombre de 35 años. ¿Les suena lo de "no somos delincuentes, somos compañeros"? Pues efectivamente: no era funcionario.

El pasado fin de semana en Madrid se desayunaron porras; y a palo seco. Un helicóptero de vigilancia sobrevolaba la Villa y Corte mientras los antidisturbios la tomaban con una multitud de chavales a la entrada de un preestreno en los cines Callao. Los confundieron con antisistemas y no dudaron en tirar con balas de goma. Muchos de ellos eran menores de edad que ya han experimentado en sus propias carnes la criminalización de unas protestas que suman cargos por desobediencia civil, desorden público y resistencia a la autoridad. Claimin' I'm a Criminal (Afirmando que soy un criminal) que dirían los raperos neoyorquinos Brand Nubian. Pregúntenles también a CIU, quienes tenían previsto llevar mañana mismo a la Cámara una moción para la creación del delito específico de 'violencia urbana' y que han sido los últimos en abandonar el barco.
"¡Nuestra cultura no es la tortura!"
A partir del 1 de septiembre a lo españoles nos costará más el acceso a la cultura, ponernos gafas para ver la tele, ir a la peluquería... hasta morirnos. Cosas del incremento del IVA del 13% en según qué sectores. Eso sí, el taurino se beneficiará de un tipo reducido: del 6% al 10%. Como decía Machado, "la España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María", que en eso también seguimos siendo los campeones del Mundo y de Europa.

La industria cinematográfica será una de las principales damnificadas por las imposiciones abusivas, junto al teatro, las editoriales y la música en vivo, que se disparan hasta el 21%. Para asumir el gasto, el precio de entradas de entradas de cine y conciertos, abonos de festivales, dvd, libros y discos se disparará, repercutiendo directamente en el principal afectado: el consumidor. El de cultura, un bien preciado en tiempos de crisis que nos pretenden gravar a la condición de artículo de lujo. Tan solo los museos parecen salvarse de la quema. Pero, ¿de qué nos servirán cuando se queden vacíos? Los holandeses The Ex lo exponen con merididana clarividencia en Listen to the Painters, extraído de Turn, la obra maestra que grabaron con Steve Albini en 2004. "Los estrechos de mentes son como armas de destrucción masiva (...) / Necesitamos poétas y pintores / (...) cineastas y escritores, bailarines y músicos / actores y escultores, panaderos y electricistas / pensadores y doctores, ciclistas y constructores / amantes, amigos y vecinos (...) / poétas y pintores, poétas y pintores". 
"¡Hijos de Fabra!"
Si no han tenido la cabeza metida en un hoyo los últimos cinco días, estarán al tanto del (más que polémico, intolerable) exabrupto de la diputada popular Andrea Fabra en el Congreso. Mientras su partido aplaudía la sangría anunciada por Rajoy, la hija del ex Presidente de la Diputación de Castellón, emulaba a su padre en lo que a talante democrático se refiere. Pero corruptelas, loterías y aeropuertos aparte, la animadversión que ha despertado entre el grueso de la ciudadanía va más allá de la persecución política. Se ciñe a algo tan básico como el respeto al ciudadano, pisoteado impunemente por uno de sus "legítimos representantes" sin que su partido tome ningún tipo de medida desciplinaria.
Hace unos meses, el cantautor catalán Albert Pla le dedicaba una canción al Rey Don Juan Carlos en el programa de Radio 3, Carne cruda. Se trataba de una adaptación de Kennamore Street de Jose María Fonollosa, poeta maldito de la posguerra reivindicado en los ochenta por Pere Gimferrer y Joan Manuel Serrat y al que el autor de No solo de rumba vive el hombre consagró su disco de 1995, Supone Fonollosa. A buen seguro, el de Sabadell no dudaría en hacer acreedora a la diputada de los rabiosos y despechados versos de Sufre como yo, a ritmo de ranchera. "Yo quiero que tú sufras lo que yo sufro / y aprenderé a rezar para lograrlo / Yo quiero que te sientas tan inútil / como un vaso sin whisky entre las manos / (...) Que sientas en tu pecho el corazón / como si fuera el de otro y te doliera".
 
"¡Televisión, manipulación!"
A las denuncias de injerencias políticas del PP en RTVE hay que sumarle el precario balance de la TDT en cuanto a pluralidad, calidad e interactividad de contenidos. Y el reciente parón de los informativos de Canal 9 como respuesta al ERE que afecta al 76% de su plantilla: un total de 1.295 trabajadores. Así las cosas, el twiter de hoy será el titular de mañana; el rigor informativo se resiente por el camino, cuando no se desvirtúa o se esfuma literalmente de las parrillas. El seguimiento de las manifestaciones en tiempo real a través de las redes sociales y las conexiones en directo vía streaming se imponen a los telediarios, pero la realidad hay que seguir buscándola a pie de calle.
Tal vez por eso la Fundación Robo, un proyecto colectivo impulsado por Roberto Herreros, Karlos Osinaga y Joseba Irazoki, toma como modelo la vigencia incontestable del The Revolution Will Not Be Televised (1970) de Gil-Scott Heron, actualizándola en un castellano más acorde a los tiempos que corren. "No podrás jugar con el mando / a encender y apagar, a encender y apagar / Ni dormirte en el sofá / ni correr a coger más cerveza en los anuncios / Ni recibir la noticia en el aifon / ni comentar ningún titular / La revolución no... / no será, no será televisada"

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