Montoro juega con la suerte
El ministro de Hacienda habla a tontas y a locas, y siempre demasiado
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aclaró el martes que los
funcionarios que menos cobran sí tendrán la extra de Navidad. Lo había
publicado el BOE pero, como no se había enterado nadie, el
ministro hizo en el Senado como que insistía: “A ver si tengo suerte y
muchas personas que se ven angustiadas por estas medidas se sienten
liberadas”. ¿De veras tiene que encomendarse a “la suerte” para que sus
mensajes lleguen a destino? Montoro ocupó amplios espacios en la extensa
conferencia de prensa ofrecida el viernes pasado sobre las medidas de
austeridad y la subida de impuestos adoptadas por el Consejo de
Ministros, así que pudo decir todo lo que creyó oportuno. Nada le
impidió incluirlo también en la nota difundida por su departamento. Que
días más tarde apele a “la suerte” para ver si los destinatarios se
enteran podría ser considerado una desfachatez. Aunque, en medio de los
nervios causados por la difícil situación actual, parece más lógico que
sea una estrategia pensada para reducir el impacto provocado por el
recorte del gasto y las subidas de impuestos.
¿Y qué credibilidad ha de darse a su cálculo de que la excepción beneficiará a 10.000 o 15.000 empleados públicos? Los sindicatos creen que en realidad afectará a muy pocas personas en la Administración estatal, y lo explican: el salario más bajo en ese ámbito supera algo el tope de 962 euros (1,5 veces el salario mínimo) que daría derecho a percibir la tan traída y llevada extra navideña.
Montoro dijo ayer otra cosa, esta vez en el Congreso, digna de poner los pelos como escarpias. Aseguró que hay riesgo de que no puedan pagarse las nóminas del sector público si no sube la recaudación. “No hay dinero”, repitió por dos veces. En boca de alguien más serio, esta afirmación invitaría al apaga y vámonos (en masa) y que los hombres de negro ocupen directamente los resortes del poder en España. Como no es el caso (lo de la seriedad) y el que sugirió el apocalipsis es Montoro, nos quedamos haciendo cábalas respecto al alcance de su advertencia y la curiosidad de saber cuánto contiene la caja del Tesoro. ¿Lo único cierto? El ministro habla a tontas y a locas y siempre demasiado.
¿Y qué credibilidad ha de darse a su cálculo de que la excepción beneficiará a 10.000 o 15.000 empleados públicos? Los sindicatos creen que en realidad afectará a muy pocas personas en la Administración estatal, y lo explican: el salario más bajo en ese ámbito supera algo el tope de 962 euros (1,5 veces el salario mínimo) que daría derecho a percibir la tan traída y llevada extra navideña.
Montoro dijo ayer otra cosa, esta vez en el Congreso, digna de poner los pelos como escarpias. Aseguró que hay riesgo de que no puedan pagarse las nóminas del sector público si no sube la recaudación. “No hay dinero”, repitió por dos veces. En boca de alguien más serio, esta afirmación invitaría al apaga y vámonos (en masa) y que los hombres de negro ocupen directamente los resortes del poder en España. Como no es el caso (lo de la seriedad) y el que sugirió el apocalipsis es Montoro, nos quedamos haciendo cábalas respecto al alcance de su advertencia y la curiosidad de saber cuánto contiene la caja del Tesoro. ¿Lo único cierto? El ministro habla a tontas y a locas y siempre demasiado.
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