Puede un programa de software sustituir al psicólogo?
La web "Lo mejor de mi", un proyecto fruto de la colaboración entre la fundación Vivo Sano y un filántropo español, ofrece ayuda para salir a flote en las circunstancias poco favorables del momento.
10 de julio de 2012
08:00 h.
Multitud de aplicaciones buscan ayudar a la gente a conseguir más sosiego.
Todos hemos hecho cosas valiosas en algún momento de nuestra vida, pero
es fácil que caigan en el olvido. De esta premisa parte Lo mejor de mí, una herramienta gratuita recién lanzada por la fundación Vivo Sano que quiere ayudar al individuo a tomar conciencia de su pasado, identificar sus capacidades y emplearlas después de manera más efectiva.
Entre la montaña rusa de la prima de riesgo y los rescates varios es fácil caer en la angustia de ver la vida en números y olvidarnos de que el ser humano tiene mucho más valor que las cifras macroeconómicas. “La riqueza de un país no se puede valorar en euros, sino en el potencial enorme de cada una de las personas que lo habitan”, señala Fernando Sánchez, de Vivo Sano. “Aunque algunos estafen y otros vagueen, la inmensa mayoría acude cada día a cumplir con sus responsabilidades para dar un servicio a los demás”.
El proyecto está respaldado por un filántropo español procedente del mundo de la informática que, en su juventud, salió de su propia encrucijada observando las cosas que había hecho en su vida de las que estaba realmente orgulloso. El sistema le funcionó, y se dio cuenta que muchas personas a su alrededor habían hecho grandes cosas en su vida pero no se acordaban de ellas o quedaban escondidas bajo la rutina del día a día.
“Este es un proceso para que una persona se revise a sí misma”, explica Sánchez. Una revisión que idealmente permitirá identificar recursos interiores que nos permitan salir a flote en las circunstancias poco favorables del momento. La idea, señala Sánchez, es que “aquello en lo que te centras, crece. Si te centras en lo que a ti te ha hecho vibrar, atraerás situaciones de ese tipo. Si queremos ser felices, ¿por qué vamos a estar a otra cosa?”.
Existen multitud de aplicaciones para ordenadores y dispositivos móviles que buscan ayudar a la gente a conseguir más sosiego. Desde Mindfulnets, una red social gratuita para entrenar la atención plena, la capacidad de estar en el aquí y ahora, a iD-Stress, una aplicación para aliviar el estrés que salió al mercado hace unos meses o Livehappy, una herramienta pionera que se basa en los principios de la psicología positiva. Todas muestran, cada una a su estilo, que la tecnología puede ser un aliado para el bienestar si se maneja apropiadamente.
Aunque el contacto humano no sea reemplazable en última instancia, iniciativas como Lo mejor de mí –que también permite adjuntar fotos, vídeo o música– tienen el potencial de alcanzar a miles de personas que no disponen de recursos para acudir a una terapia presencial.
Puede ser, en cualquier caso, un complemento valioso para encontrar un estado interno de bienestar. “Basar tu felicidad en algo externo hace que dependas de ello: cuando va bien, vas bien; cuando va mal, vas mal. Aprender a crearla desde dentro nos da una gran libertad”, señala Sánchez. “La felicidad no es solo un derecho, sino una meta alcanzable por todos y cada uno de nosotros”.
El bien común es el segundo objetivo de este proyecto. “Lo que hacemos individualmente se refleja a nivel colectivo”, señala Sánchez. “Los proyectos con ideales altruistas son los que devolverán confianza al ser humano y la sociedad”.
Entre la montaña rusa de la prima de riesgo y los rescates varios es fácil caer en la angustia de ver la vida en números y olvidarnos de que el ser humano tiene mucho más valor que las cifras macroeconómicas. “La riqueza de un país no se puede valorar en euros, sino en el potencial enorme de cada una de las personas que lo habitan”, señala Fernando Sánchez, de Vivo Sano. “Aunque algunos estafen y otros vagueen, la inmensa mayoría acude cada día a cumplir con sus responsabilidades para dar un servicio a los demás”.
El proyecto está respaldado por un filántropo español procedente del mundo de la informática que, en su juventud, salió de su propia encrucijada observando las cosas que había hecho en su vida de las que estaba realmente orgulloso. El sistema le funcionó, y se dio cuenta que muchas personas a su alrededor habían hecho grandes cosas en su vida pero no se acordaban de ellas o quedaban escondidas bajo la rutina del día a día.
“Este es un proceso para que una persona se revise a sí misma”, explica Sánchez. Una revisión que idealmente permitirá identificar recursos interiores que nos permitan salir a flote en las circunstancias poco favorables del momento. La idea, señala Sánchez, es que “aquello en lo que te centras, crece. Si te centras en lo que a ti te ha hecho vibrar, atraerás situaciones de ese tipo. Si queremos ser felices, ¿por qué vamos a estar a otra cosa?”.
Existen multitud de aplicaciones para ordenadores y dispositivos móviles que buscan ayudar a la gente a conseguir más sosiego. Desde Mindfulnets, una red social gratuita para entrenar la atención plena, la capacidad de estar en el aquí y ahora, a iD-Stress, una aplicación para aliviar el estrés que salió al mercado hace unos meses o Livehappy, una herramienta pionera que se basa en los principios de la psicología positiva. Todas muestran, cada una a su estilo, que la tecnología puede ser un aliado para el bienestar si se maneja apropiadamente.
Aunque el contacto humano no sea reemplazable en última instancia, iniciativas como Lo mejor de mí –que también permite adjuntar fotos, vídeo o música– tienen el potencial de alcanzar a miles de personas que no disponen de recursos para acudir a una terapia presencial.
Puede ser, en cualquier caso, un complemento valioso para encontrar un estado interno de bienestar. “Basar tu felicidad en algo externo hace que dependas de ello: cuando va bien, vas bien; cuando va mal, vas mal. Aprender a crearla desde dentro nos da una gran libertad”, señala Sánchez. “La felicidad no es solo un derecho, sino una meta alcanzable por todos y cada uno de nosotros”.
El bien común es el segundo objetivo de este proyecto. “Lo que hacemos individualmente se refleja a nivel colectivo”, señala Sánchez. “Los proyectos con ideales altruistas son los que devolverán confianza al ser humano y la sociedad”.
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