domingo, 22 de julio de 2012

Sueños y batallas.

Sueños y batallas
Ángeles González Gamio
Esas dos palabras podrían dar una apretada síntesis de lo que fue la vida de Jorge Legorreta; arquitecto, urbanista, músico, ambientalista, funcionario, periodista, investigador y cronista. Colaborador de este diario, falleció hace unos días; muchas cosas se han escrito sobre él y aun hay mucho que decir.
En las diversas actividades que desarrolló siempre estuvo atrás un sueño que lo llevaba a dar la batalla para que sus anhelos por mejorar esta ciudad se hicieran realidad. Jorge soñó con que recuperara su vocación lacustre, que se protegiera y rescatara la zona chinampera, prodigio ecológico, patrimonio de la humanidad, que se diera valor a sus pueblos originarios, que se diera un uso racional al agua, entre muchas otras cosas. Para conocer otras facetas de Legorreta vamos a permitirnos transcribir unos fragmentos de lo que escribió Félix Venancio González, chinampero amigo de la Asociación de Cronistas de la Ciudad de México a la que Jorge pertenecía:
Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo nunca lo vamos a olvidar por su compromiso con la defensa y difusión de las chinampas, por su valor cultural y ambiental de las mismas; por su compromiso con la defensa del ejido de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco; pueblo al que tanto estimó y apoyó... En una palabra, no sólo estuvo comprometido con Xochimilco y sus pueblos, con sus tradiciones, sino también y de igual modo por citar unos ejemplos, con Milpa Alta, Tláhuac, Mixquic, San Luis Tlaxialtemalco, etcétera. Siempre que pudo y en todo momento, mediante la radio y la televisión daba a conocer la riqueza y valores de los pueblos originarios del DF y su zona conurbada, de la ciudad de México en su conjunto. Hoy deja un hueco que difícilmente será llenado por otros actores sociales comprometidos con la defensa de los pueblos, pero nos queda su huella para seguir los pasos necesarios hacia el rescate con justicia y equidad de los pueblos chinamperos y de todos los pueblos originarios en su conjunto.
Hace un par de años comentamos en estas páginas la aparición del libro de Jorge, Ríos, lagos y manantiales del Valle de México. Una profunda investigación acompañada de planos y fotografías antiguas y actuales, que nos muestra las aguas límpidas y cristalinas de ríos y manantiales y como, en su descenso a la ciudad, se van contaminando y se canalizan a los drenajes. Las nefastas consecuencias ya las padecemos: inundaciones, colonias enteras sin agua potable y contaminación. Esto es el preludio de una catástrofe, nos advierte, si no se toman las medidas necesarias de inmediato.
Legorreta estudió el tema durante décadas manifestando su preocupación en distintos foros, desafortunadamente con poco éxito. En esta obra propone soluciones factibles, apoyadas por muchas investigaciones de especialistas. Los dos últimos capítulos nos devuelven la esperanza: Hacia nuevos caminos y paradigmas hidráulicos y Las propuestas de restauración. Ahora que está por iniciar un nuevo gobierno, este trabajo debe ser una guía para enfrentar con miras de largo alcance el severo problema del agua que se agudiza día con día.
No queremos terminar sin recordar otra faceta de Jorge muy gozosa, que se advierte al conocer el nombre de una de sus obras: Guía del Pleno Disfrute de la Ciudad de México, recomendada para sectores medios desamparados y turistas arrepentidos de la posmodernidad.
El contenido no tiene pierde; hay lugares para bailar, beber, comer, relax post-disfrute, compras y trueques y asistencias. Propongo ir a brindar en memoria del querido amigo Jorge Legorreta a una de sus recomendaciones; dice de la cantina La Mascota, situada en Mesones 20, esquina Bolívar: Una esquina otrora preferida por la religiosidad novohispana es hoy refugio de sectores que disfrutan la vida a partir del mediodía. Botanas y buen servicio. Es recomendable cuando anda de compras de radios, televisores y otros menesteres por la calle de República de El Salvador.

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