En Harvard también se copia
La prestigiosa universidad estadounidense investiga por qué se parecen tanto los exámenes de 125 alumnos
SOLEDAD CALÉS
Era uno de esos exámenes que los alumnos hacen en casa y para el que pueden utilizar apuntes, lecturas, consultas en la Red. Lo que está prohibido es que discutan las respuestas unos con otros, que las compartan, las conversen, las elaboren en común. Pero eso parece ser justo lo que hicieron, pues hay exámenes cuyas respuestas tienen demasiadas semejanzas. Por lo que se sabe aprovecharon el correo electrónico para saltarse los protocolos. Los han pillado: pueden suspenderlos un año o revocarles sus recientes diplomas
Introducción al Congreso no tiene fama de ser una asignatura difícil, es más bien lo que en España se llamaría una maría. Algunos alumnos han comentado que esa colaboración es algo que se da por hecho en esa materia, y que obraron con inocencia. Otros consideran que necesitaron consultar porque no tenían alternativa: las preguntas tenían trampa, eran absurdas o confusas, arbitrarias. Se dice también que hace ya tiempo la asignatura no era tan fácil.
El bochorno para una universidad del renombre de Harvard es notable. ¿Ha sido una plaga de alumnos malcriados o es que las facilidades de comunicación favorecen ahora los plagios? ¿No será, también, que cada vez resulta más difícil tener voz propia? Solos y con todos los recursos a su disposición, esos muchachos optaron por no distinguirse: el triunfo de la mediocridad. Y, ay, también en Harvard.
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