Un tribunal de Londres aprueba la extradición de Julian Assange a Suecia
El editor australiano se enfrenta en Suecia a cargos de asalto sexual y violación
Julian Assange, fundador de Wikileaks, ha perdido la apelación que presentó contra la decisión de la justicia británica de aceptar la petición de extradición presentada en diciembre pasado por Suecia. La fiscal que presentó la Orden de Arresto Europea quiere interrogarle para decidir si mantiene las acusaciones de violación y abusos sexuales presentadas contra él por dos mujeres de aquel país en el verano de 2010.
Assange tiene aún un último resquicio para evitar la extradición: sus abogados tienen 14 días para decidir si apelan contra la decisión de hoy y llevan el caso al Tribunal Supremo. Pero son los jueces que le han tumbado hoy la apelación los que han de decidir si aprecian que hay razones para que el Supremo tenga que pronunciarse acerca de dudas legales que pueda plantear su decisión de dar luz verde a la extradición. Si Assange apela, los jueces tienen 10 días para decidir si aceptan que el caso llegue eventualmente hasta el Supremo británico.
Eso quiere decir que si ambas partes agotan todos los plazos y a Julian Assange se le niega la apelación al Supremo, podría ser entregado a Suecia a finales de este mes. La extradición se haría efectiva incluso en el caso de que el fundador de Wikileaks llevara el caso ante los tribunales europeos porque ese recurso no paralizaría la aplicación de la orden de arresto europea.
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Wikileaks contra las cuerdas 10 días en Suecia Assange a la vista Assange ha comparecido ante la prensa unos instantes al abandonar el Palacio de Justicia. Con aspecto preocupado y pocas ganas de hablar, ha invitado a la opinión pública a leer la interpretación de la sentencia de hoy a través de su página web para evitar ser manipulados por la propaganda.
La sentencia, firmada por el presidente de la Queens Bench Division del Tribunal Superior, sir John Thomas, y el juez Ouseley, ha rechazado los cuatro argumentos planteados por la defensa de Assange para evitar su entrega a Suecia.
La sentencia recuerda que Suecia reclama a Assange porque una mujer le acusa de un delito de coerción ilegal y dos de abusos sexuales y una segunda mujer le acusa de violación durante una estancia de varias semanas de Assange en Suecia en agosto de 2010. Los jueces han concluido que la fiscal que reclama Assange sí tiene “autoridad judicial” para emitir una eurorden porque esta ha sido sometida al escrutinio independiente de la justicia sueca.
“Es difícil creer que una persona puede haber dado razonablemente su consentimiento si alega que estaba dormida o medio dormida”
La sentencia
También han rechazado el argumento de la defensa de que los tres primeros crímenes no están tipificados en Reino Unido y que el de violación, tal y como se describe en la orden de extradición (que sostiene que fue violación porque Assange penetró a la víctima sin condón cuando esta estaba medio dormida a pesar de que ella le había dejado claro que solo quería sexo con preservativo) no sería aceptado como tal en un tribunal británico.
En opinión del presidente de los jueces que han visto la apelación, las tres primeras acusaciones sí cumplen el principio de doble tipificación y la cuarta sí sería considerada violación en un tribunal británico. La defensa argumentaba que no era violación porque en Inglaterra y Gales, el uso de condón o no es legalmente irrelevante para decidir si hay o no violación.
Sin embargo, los jueces recuerdan que la ley la ley de Delitos Sexuales de 2003 subraya que al describir los delitos de asalto con penetración y asalto sexual considera que “es un ingrediente en cada uno de los delitos el que no haya consentimiento por la persona penetrada o asaltada y la creencia razonable por parte del acusado de que la persona está consintiendo”. Y recuerdan en ese sentido que la definición básica de consentimiento en esa ley reza así: “Una persona consiente si acepta por propia elección y tiene la libertad y la capacidad de tomar esa decisión”.
El consentimiento de la víctima
En el caso de Assange, la mujer que le acusa de violación afirma que estaba medio dormida cuando este le penetró sin condón. “Es difícil creer que una persona puede haber dado razonablemente su consentimiento si alega que estaba dormida o medio dormida”, razona la sentencia, por lo que es difícil concluir que haya consentido ser penetrada sin preservativo y no hay nada que pueda hacer pensar a Assange que ella hubiera consentido ser penetrada sin esa protección.
Los jueces rechazan el tercer motivo de apelación de la defensa: que Assange no ha sido acusado formalmente y solo se le reclama para ser interrogado. Los jueces responden que sí está acusado de hecho y que hay que tener en cuenta que mientras en la justicia británica la acusación precede a los procedimientos criminales, en la sueca es al revés y a su juicio es evidente que le reclaman como acusado y no meramente para interrogarle.
Por último, rechazan también que la extradición pueda ser una medida desproporcionada por el hecho de que técnicamente no esté acusado. Y se basan para ello en que el delito por el que se le reclama es un delito grave.
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