domingo, 1 de julio de 2012

La noche de hoy domingo.

La noche de hoy

Juego de espejosFederico Berrueto


De reproducir el consenso de las encuestas, la noche de hoy será un momento significativo para la política y el país. Sería la segunda alternancia en la Presidencia, con la diferencia de que en esta ocasión el partido derrotado no retendría el poder local ni legislativo que alcanzó el PRI cuando Fox lo echó de Los Pinos. El triunfo para el PRI y el PVEM puede ser mayúsculo y la derrota del partido gobernante, desastrosa, devastadora.
Aunque la expectativa de la izquierda es ganar la Presidencia, desde la perspectiva de una guerra de posiciones este domingo también ganaría y no poco. El triunfo en el DF se perfila arrollador y, posiblemente, total, despojando al PAN de sus territorios y de su disminuida representación legislativa. El corazón del país seguiría latiendo al tono del partido hegemónico, con sus cadenas clientelares, acuerdos subrepticios con la élite y sin el contrapeso mediático o derivado de la división de poderes, en fin, una expresión posmoderna del México de antaño.
El impulso electoral de López Obrador le podría dar el triunfo a Graco Ramírez en Morelos y, posiblemente, también a Arturo Núñez en Tabasco, uno de los hombres más respetables y respetados de la política. El PRI triunfaría en Jalisco con Aristóteles Sandoval y en Yucatán con Rolando Zapata; en Guanajuato la moneda está en el aire entre el candidato Juan Ignacio Torres Landa y Miguel Márquez. Todo esto se conocería a las 6 pm, justo al cierre de casillas en dichas entidades.
La ley determina que el silencio sobre los estudios de tendencias de votación termine a las 8 pm. Desde mucho antes, los partidos y el gobierno tendrán una idea clara del perfil de la votación. Poco después del mediodía se sabrá si se materializa lo que las encuestas preelectorales anticiparon, quizás la duda se centre en quién quedará en el tercer sitio de las preferencias.
El IFE ha solicitado ser el primero en dar a conocer el perfil de resultados de la elección presidencial; su exigencia no es menor, ya que quieren irse a lo seguro y para ello es necesario esperar el conteo rápido, lo que los traslada hasta casi la medianoche. La especulación sobre las cifras de la elección presidencial se acentuará con la liberación de los resultados de las elecciones locales. En una democracia el conocimiento oportuno del ganador es tarea de los medios, no de las autoridades, es un error hacer de esto un acto burocrático.
Esto significa que el candidato ganador emitirá su mensaje de victoria hasta la medianoche, aunque todos los estudios y la información parcial indicaran que ya hay un claro ganador. Este silencio impuesto será el escenario ideal para los ventajosos, quienes podrían emitir información falaz, con el agregado de que lo podrían hacer al amparo de la ley, ya que existe la libertad de información una vez que cierren las casillas, a las 6 pm de Baja California, 8 pm de casi todo el país.
Una vez más, las elecciones pondrán a prueba a las instituciones y los ciudadanos. El IFE cobra el mayor relieve; es probable que el presidente de la República emita un mensaje enseguida del reporte del IFE, lo que implicaría el reconocimiento del resultado y del eventual ganador. Cuando esto ocurra, muchas otras cosas habrán sucedido, por ejemplo, el reconocimiento de resultados por quienes no fueron favorecidos, también puede acontecer que López Obrador reivindique la victoria. Para todo esto debe estar preparado el país. Los medios de comunicación tendrán una tarea importante en la cobertura informativa y con ello ofrecer tranquilidad en medio de la incertidumbre impuesta por la ley y por voluntad del IFE. Será una noche de rumores, chismes y leyendas que sólo podrían matizarse con información rigurosa y la liberación oportuna de los estudios profesionales de encuestas de salida.
Es muy probable que la noche sea de Peña Nieto; a diferencia de su adversario de la izquierda, su condición de claro ganador lo obliga a la ortodoxia, sobre todo porque esta misma noche habrán de definirse los términos de la relación entre los partidos. Ante el escenario de una victoria amplia, la mayor presión para salir públicamente será para Josefina Vázquez Mota, lo que sentaría un precedente de lealtad a la institucionalidad democrática.
El país no es de un solo hombre, tampoco de un solo partido. El mensaje de victoria deberá ser el de la concordia y reconciliación; una convocatoria a todos para actuar desde su propio lugar para un mejor país. Para la Presidencia democrática deberá haber claridad de lo que quedará atrás, no solo las heridas propias de la contienda, también la complacencia y la corrupción, las que han anulado al país para lograr lo mejor de sí. Un día incierto seguido por la esperanza de un mejor mañana.

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