La marcha de Madrid acaba con incidentes junto al Congreso
La policía disparó salvas para dispersar a los manifestantes de madrugada tras la manifestación
La marcha en la capital se salda con 26 heridos y siete detenidos, ente ellos un bombero
Decenas de miles de personas se han concentrado en la protesta por la capital
El País /
Agencias
Madrid
19 JUL 2012 - 23:50 CET18
Horas antes cien mil ciudadanos indignados con los recortes del
Gobierno de Mariano Rajoy se manifestaban en la capital, según cálculos
de EL PAÍS, bajo el lema Quieren arruinar el país, hay que impedirlo, somos más. La marcha fue convocada por los sindicatos contra las últimas medidas económicas del Gobierno,
que van desde la subida del IVA a la supresión de la paga extra de
Navidad a los empleados públicos pasando por el recorte de la prestación
por desempleo a partir del sexto mes.
La marcha de Madrid, que ha salido a las ocho y media de Neptuno, ha cruzado Cibeles y subido por Alcalá hasta la Puerta del Sol. Ha sido multitudinaria, colapsando las calles principales y aledañas de la almendra central de Madrid. El Ministerio de Economía ha estado vallado y custodiado por antidisturbios. Las plazas de Neptuno y Cibeles estaban a rebosar, en un ambiente de reivindicación pero sin altercados. Finalizada la manifestación, los momentos de mayor tensión se vivieron en las inmediaciones del Congreso. Un centenar de policías intentó impedir que un grupo de manifestantes, compuesto por muchos bomberos, que han sido un agente importante de la protesta, intentase llegar hasta la puerta de la Cámara baja. Los manifestantes presionaron para pasar pero los agentes de servicio, distribuidos en tres filas, estaban preparados con las escopetas listas para disparar. Los bomberos con sus mangueras han cubierto de espuma zonas de la Puerta del Sol.
La manifestación la encabezaban los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente. Ambos ya barruntaban que la participación ciudadana en las manifestaciones de hoy iba a ser "multitudinaria" e insistieron en que el Gobierno debe convocar un referéndum para que la gente exprese si está de acuerdo o no con los ajustes.
A ellos se ha sumado una delegación del PSOE, encabezada por el
eurodiputado y miembro de Comisión Ejecutiva Federal, Sergio Gutiérrez, y
por las portavoces de la función pública y de empleo en el Congreso de
los Diputados, Meritxel Batet y Concha Gutiérrez, respectivamente,
además de otros diputados y senadores. Las asociaciones de jueces,
fiscales y secretarios judiciales y la organización de autónomos UATAE
también han animado a sus respectivos sectores a manifestarse. La
Coordinadora de Trabajadores del Espectáculo, plataforma que engloba a
los sindicatos de la cultura y el espectáculo, se ha sumado a la marcha.
En total, son 80 manifestaciones y concentraciones en toda España, que han sido convocadas por CC OO y UGT como "cauce" para la protesta ciudadana. Se han unido a ellos el sindicato de funcionarios CSI-F, la Confederación General del Trabajo o la Unión Sindical Obrera, así como el movimiento 15-M, la Plataforma Social en Defensa del Estado del Bienestar y de los Servicios Públicos —integrada por 55 organizaciones, entre las que se encuentran la Asociación Unificada de Guardias Civiles, la Asociación Unificada de Militares Españoles, el Sindicato Unificado de Policía—.
Horas antes del comienzo de la manifestación y a escasos metros de su punto de inicio, un Congreso de los Diputados blindado contra las protestas ha convalidado, con los votos del PP en solitario, el real decreto que contiene las medidas con las que el Gobierno pretende reducir el déficit público. Según los sindicatos, las últimas medidas aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy son una "agresión brutal" a los derechos de los trabajadores, desempleados y funcionarios y a "los fundamentos que han hecho posible la Constitución y la propia democracia".
Esta manifestación se produce tras una semana de intensas movilizaciones, muchas de ellas espontáneas, protagonizadas en su mayoría por los empleados públicos, muy castigados por las medidas del Ejecutivo. Las protestas a las puertas de las administraciones han sido la tónica habitual y se ha podido ver a policías, bomberos o médicos cortando calles de la capital en contra de los recortes.
Esta misma mañana, como anticipo de la marcha, varios grupos de funcionarios se manifestaron por diversas calles de Madrid para expresar su descontento. Según portavoces de la Policía Nacional y Municipal, al igual que en los días precedentes no se registraron incidentes ni retenciones de especial trascendencia, ya que, según explicaron, se trata de ocupaciones "puntuales" de la vía pública.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, apeló el jueves por la mañana a la "responsabilidad" de todos los ciudadanos al expresar sus protestas en la calle, ya que aunque ha dicho defender y respetar el derecho de manifestación, éste debe ajustarse a la ley y ser compatible con el funcionamiento normal de la ciudad.
La marcha de Madrid, que ha salido a las ocho y media de Neptuno, ha cruzado Cibeles y subido por Alcalá hasta la Puerta del Sol. Ha sido multitudinaria, colapsando las calles principales y aledañas de la almendra central de Madrid. El Ministerio de Economía ha estado vallado y custodiado por antidisturbios. Las plazas de Neptuno y Cibeles estaban a rebosar, en un ambiente de reivindicación pero sin altercados. Finalizada la manifestación, los momentos de mayor tensión se vivieron en las inmediaciones del Congreso. Un centenar de policías intentó impedir que un grupo de manifestantes, compuesto por muchos bomberos, que han sido un agente importante de la protesta, intentase llegar hasta la puerta de la Cámara baja. Los manifestantes presionaron para pasar pero los agentes de servicio, distribuidos en tres filas, estaban preparados con las escopetas listas para disparar. Los bomberos con sus mangueras han cubierto de espuma zonas de la Puerta del Sol.
La manifestación la encabezaban los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente. Ambos ya barruntaban que la participación ciudadana en las manifestaciones de hoy iba a ser "multitudinaria" e insistieron en que el Gobierno debe convocar un referéndum para que la gente exprese si está de acuerdo o no con los ajustes.
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En total, son 80 manifestaciones y concentraciones en toda España, que han sido convocadas por CC OO y UGT como "cauce" para la protesta ciudadana. Se han unido a ellos el sindicato de funcionarios CSI-F, la Confederación General del Trabajo o la Unión Sindical Obrera, así como el movimiento 15-M, la Plataforma Social en Defensa del Estado del Bienestar y de los Servicios Públicos —integrada por 55 organizaciones, entre las que se encuentran la Asociación Unificada de Guardias Civiles, la Asociación Unificada de Militares Españoles, el Sindicato Unificado de Policía—.
Horas antes del comienzo de la manifestación y a escasos metros de su punto de inicio, un Congreso de los Diputados blindado contra las protestas ha convalidado, con los votos del PP en solitario, el real decreto que contiene las medidas con las que el Gobierno pretende reducir el déficit público. Según los sindicatos, las últimas medidas aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy son una "agresión brutal" a los derechos de los trabajadores, desempleados y funcionarios y a "los fundamentos que han hecho posible la Constitución y la propia democracia".
Esta manifestación se produce tras una semana de intensas movilizaciones, muchas de ellas espontáneas, protagonizadas en su mayoría por los empleados públicos, muy castigados por las medidas del Ejecutivo. Las protestas a las puertas de las administraciones han sido la tónica habitual y se ha podido ver a policías, bomberos o médicos cortando calles de la capital en contra de los recortes.
Esta misma mañana, como anticipo de la marcha, varios grupos de funcionarios se manifestaron por diversas calles de Madrid para expresar su descontento. Según portavoces de la Policía Nacional y Municipal, al igual que en los días precedentes no se registraron incidentes ni retenciones de especial trascendencia, ya que, según explicaron, se trata de ocupaciones "puntuales" de la vía pública.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, apeló el jueves por la mañana a la "responsabilidad" de todos los ciudadanos al expresar sus protestas en la calle, ya que aunque ha dicho defender y respetar el derecho de manifestación, éste debe ajustarse a la ley y ser compatible con el funcionamiento normal de la ciudad.
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