Cae Mi Sangre, uno de los mayores capos de la droga de Colombia
Henry de Jesús López Londoño era uno de los máximos jefes de la banda de Los Urabeños
Henry de Jesús López Londoño, conocido en el mundo de la mafia como
Mi Sangre, ha sido detenido en un restaurante de Buenos Aires
(Argentina). El capo del narcotráfico era uno de los cabecillas de Los
Urabeños, la banda criminal que se disputa el negocio del tráfico de
drogas en Colombia con Los Rastrojos y Los Paisas y que fue creada tras la desmovilización de los paramilitares entre 2002 y 2006.
Mi Sangre compartía desde enero el mando de Los Urabeños con Dairo Antonio Úsuga, después de la muerte del máximo líder de la banda, Juan de Dios Úsuga, en un enfrentamiento con la Policía. Según fuentes de inteligencia, Mi Sangre tendría más poder que Úsuga dentro de la organización criminal, formada por cerca de 1.700 hombres y con presencia en varios departamentos al norte del país, en donde controla la producción y el transporte de narcóticos hacia Centroamérica y el norte.
La captura ha sido el resultado de un mes de seguimientos por parte de un grupo especial de la División de Investigación Criminal de la Policía colombiana, que coordinó el operativo con las autoridades argentinas y la DEA. El capo era uno de los narcotraficantes más buscados de Colombia y EE UU había solicitado su extradición.
A sus 41 años, nacido en un barrio popular de Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia, Mi Sangre está acusado de los delitos de concierto para delinquir agravado, fabricación, porte y tráfico de armas de fuego y municiones, así como de utilización ilegal de equipos de radiotransmisión.
López Londoño comenzó su carrera criminal a finales de los noventa con la llamada Oficina de Envigado, un grupo de sicarios y narcotraficantes que primero estuvo al servicio de Pablo Escobar y tras su muerte pasó a manos de jefes paramilitares, como Carlos Castaño y alias Don Berna, otro capo del narcotráfico extraditado a Estados Unidos. Después ayudó a la expansión de las autodefensas en la zona oriental del país, con el llamado Bloque Centauros, y se convirtió en la mano derecha de otro extinto jefe paramilitar llamado Miguel Arroyave.
A este narco se le atribuye la creación en 2001 del llamado Bloque Capital de los paramilitares, cuyo centro de operaciones era Bogotá y los alrededores. Mi Sangre se desmovilizó en 2005 con el Bloque Centauros e intentó controlar la Oficina de Envigado, lo que lo llevó a enfrentarse con su antiguo jefe Don Berna y a cambiarse de bando, entrando a Los Urabeños.
Tras de la muerte del máximo líder de Los Urabeños, la banda recibó otro duro golpe el 12 de julio de este año, cuando fue capturado en Honduras Alexander Montoya Úsuga, segundo al mando.
Mi Sangre compartía desde enero el mando de Los Urabeños con Dairo Antonio Úsuga, después de la muerte del máximo líder de la banda, Juan de Dios Úsuga, en un enfrentamiento con la Policía. Según fuentes de inteligencia, Mi Sangre tendría más poder que Úsuga dentro de la organización criminal, formada por cerca de 1.700 hombres y con presencia en varios departamentos al norte del país, en donde controla la producción y el transporte de narcóticos hacia Centroamérica y el norte.
La captura ha sido el resultado de un mes de seguimientos por parte de un grupo especial de la División de Investigación Criminal de la Policía colombiana, que coordinó el operativo con las autoridades argentinas y la DEA. El capo era uno de los narcotraficantes más buscados de Colombia y EE UU había solicitado su extradición.
A sus 41 años, nacido en un barrio popular de Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia, Mi Sangre está acusado de los delitos de concierto para delinquir agravado, fabricación, porte y tráfico de armas de fuego y municiones, así como de utilización ilegal de equipos de radiotransmisión.
López Londoño comenzó su carrera criminal a finales de los noventa con la llamada Oficina de Envigado, un grupo de sicarios y narcotraficantes que primero estuvo al servicio de Pablo Escobar y tras su muerte pasó a manos de jefes paramilitares, como Carlos Castaño y alias Don Berna, otro capo del narcotráfico extraditado a Estados Unidos. Después ayudó a la expansión de las autodefensas en la zona oriental del país, con el llamado Bloque Centauros, y se convirtió en la mano derecha de otro extinto jefe paramilitar llamado Miguel Arroyave.
A este narco se le atribuye la creación en 2001 del llamado Bloque Capital de los paramilitares, cuyo centro de operaciones era Bogotá y los alrededores. Mi Sangre se desmovilizó en 2005 con el Bloque Centauros e intentó controlar la Oficina de Envigado, lo que lo llevó a enfrentarse con su antiguo jefe Don Berna y a cambiarse de bando, entrando a Los Urabeños.
Tras de la muerte del máximo líder de Los Urabeños, la banda recibó otro duro golpe el 12 de julio de este año, cuando fue capturado en Honduras Alexander Montoya Úsuga, segundo al mando.
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