Nunca fui anoréxica ni heroinómana”
Kate Moss se pronuncia sobre su supuesta adicción a las drogas duras y sus complejos en una biografría que se publicará en noviembre
Brenda Otero
Londres
29 OCT 2012 - 16:25 CET
Junto con su talento para posar, una de las virtudes de Kate Moss
(Croydon, Londres 1974) es la de haber mantenido la boca cerrada. Salvo
las inevitables entrevistas pactadas de mano de millonarios contratos
con marcas como Topshop, Rimmel o Mango, la modelo se ha resistido a
hablar con los medios, convirtiendo su figura en un enigma de lo más
rentable. El libro que se publicará en noviembre sobre Moss se mueve en
esas coordenadas y a pesar de que cuenta con la contribución personal de
la modelo, no será una de esas autobiografías que lavan trapos sucios. Kate: The Kate Moss Book (editorial Rizzoli), se limita a ser una retrospectiva gráfica sobre la trayectoria de la maniquí.
El diario británico Daily Mirror adelanta que en él Moss se pronuncia sobre las acusaciones que la responsabilizaron de promover la anorexia y la adicción a las drogas duras, algo sobre lo que hasta Bill Clinton se pronunció en 1993. “Si hubiera sido anoréxica o heroinómana, hubiera soltado un ¡oh!, pero no era nada de eso”. Otra de sus escasas revelaciones tiene que ver con sus complejos físicos al principio de su carrera. “De adolescente, odiaba mis pechos. Hacía cualquier cosa para no quitarme la camiseta. Lloré durante años”
Moss confirma que su reticencia a pronunciarse en público nace de un consejo de su exnovio Johnny Depp: “Nunca hay que quejarse y nunca hay que dar explicaciones”. Por esta razón, por ejemplo, no tiene cuenta en Twitter: “No quiero que la gente sepa qué es verdad, eso es lo que mantiene el misterio”.
En todo caso, la top ha matizado la sugerencia de Depp y la ha llevado a un terreno más explícitamente hedonista. Su amigo el locutor de radio británico Nick Grimshaw reveló recientemente al diario The Guardian el tipo de recomendaciones que le dio Moss antes de empezar en la BBC: “Cariño, tienes que hacer lo que yo. Unas veces ir a trabajar, otras llegar con resaca y otras ni aparecer. A la gente le encanta lo impredecible”.
Kate... no deja de ser la historia en imágenes de cómo una adolescente poca cosa dejó su barrio a las afueras de Londres, rompió con la era de las súpermodelos y se convirtió en el rostro que define el cambio de milenio. Dedicado a su marido Jamie Hince y con la colaboración de Jefferson Hack, el padre de su hija, el libro tendrá ocho portadas diferentes, incluirá fotografías inéditas y comentarios personales de la modelo.
El diario británico Daily Mirror adelanta que en él Moss se pronuncia sobre las acusaciones que la responsabilizaron de promover la anorexia y la adicción a las drogas duras, algo sobre lo que hasta Bill Clinton se pronunció en 1993. “Si hubiera sido anoréxica o heroinómana, hubiera soltado un ¡oh!, pero no era nada de eso”. Otra de sus escasas revelaciones tiene que ver con sus complejos físicos al principio de su carrera. “De adolescente, odiaba mis pechos. Hacía cualquier cosa para no quitarme la camiseta. Lloré durante años”
Moss confirma que su reticencia a pronunciarse en público nace de un consejo de su exnovio Johnny Depp: “Nunca hay que quejarse y nunca hay que dar explicaciones”. Por esta razón, por ejemplo, no tiene cuenta en Twitter: “No quiero que la gente sepa qué es verdad, eso es lo que mantiene el misterio”.
En todo caso, la top ha matizado la sugerencia de Depp y la ha llevado a un terreno más explícitamente hedonista. Su amigo el locutor de radio británico Nick Grimshaw reveló recientemente al diario The Guardian el tipo de recomendaciones que le dio Moss antes de empezar en la BBC: “Cariño, tienes que hacer lo que yo. Unas veces ir a trabajar, otras llegar con resaca y otras ni aparecer. A la gente le encanta lo impredecible”.
Kate... no deja de ser la historia en imágenes de cómo una adolescente poca cosa dejó su barrio a las afueras de Londres, rompió con la era de las súpermodelos y se convirtió en el rostro que define el cambio de milenio. Dedicado a su marido Jamie Hince y con la colaboración de Jefferson Hack, el padre de su hija, el libro tendrá ocho portadas diferentes, incluirá fotografías inéditas y comentarios personales de la modelo.
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