Casillas, Mourinho y el lateral izquierdo
Artículos de Alfredo Relaño
Alfredo Relaño | 28/10/2012
Casillas iguala hoy a Iribar a 466 partidos y el viejo y querido
Chopo le augura más rércords. El Chopo fue un portero grande de verdad,
al que solamente le faltó mayor relevancia internacional. En un club de
más tronío europeo, en una selección de esas que alcanzan las
semifinales un mundial tras otro, hubiera alcanzado una nombradía
internacional similar a las de Yashin, Banks o Zoff. Deportista íntegro,
ejemplar. Casillas y él se admiran mutuamente, me consta. Para el
madrileño, que ha tenido los escaparates que Iribar no tuvo, es un
referente. Un modelo magnífico.
Casillas es la cara buena del Madrid, por más que no consiga despegarse de las polémicas. En el madridismo se está incubando una especie de histeria interior que le coloca cada poco en el disparadero. Lo último ha sido lo del voto por el Balón de Oro y el análisis de la derrota en Dortmund, donde comentó que los alemanes habían llegado mucho por la banda izquierda. Lo primero ha motivado mohínes de enfado en el entorno de Cristiano, lo segundo ha dado lugar a esa 'boutade' de Mourinho de que hoy el lateral izquierdo será Higuaín. Y las observaciones sobre la colocación de Nacho.
Que Casillas vote a Sergio Ramos choca, pero se puede y debe entender. Juega sesenta partidos al año protegido por él, en el Madrid o en la Selección. Es natural que valore y agradezca su fiero desempeño. Ese voto reivindica además el papel del fútbol defensivo, que los demás no tenemos muy en cuenta, pero los porteros sí. Respecto a lo otro, es para que Mourinho se lo haga mirar. Y lo que no puede ser es que en el Madrid se respire este ambiente de bronca y sospecha que acaba por hacer pasar a Casillas como un cuerpo extraño en el club. Y a la cantera como un foco de polémicas.
Casillas es la cara buena del Madrid, por más que no consiga despegarse de las polémicas. En el madridismo se está incubando una especie de histeria interior que le coloca cada poco en el disparadero. Lo último ha sido lo del voto por el Balón de Oro y el análisis de la derrota en Dortmund, donde comentó que los alemanes habían llegado mucho por la banda izquierda. Lo primero ha motivado mohínes de enfado en el entorno de Cristiano, lo segundo ha dado lugar a esa 'boutade' de Mourinho de que hoy el lateral izquierdo será Higuaín. Y las observaciones sobre la colocación de Nacho.
Que Casillas vote a Sergio Ramos choca, pero se puede y debe entender. Juega sesenta partidos al año protegido por él, en el Madrid o en la Selección. Es natural que valore y agradezca su fiero desempeño. Ese voto reivindica además el papel del fútbol defensivo, que los demás no tenemos muy en cuenta, pero los porteros sí. Respecto a lo otro, es para que Mourinho se lo haga mirar. Y lo que no puede ser es que en el Madrid se respire este ambiente de bronca y sospecha que acaba por hacer pasar a Casillas como un cuerpo extraño en el club. Y a la cantera como un foco de polémicas.
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