El 15-M y su democracia real
Parece crecer la desordenada protesta social en España, sobre todo proveniente de casi cinco millones de “parados”, a quienes afecta más el desempleo que la corrupción, la xenofobia, la violencia doméstica o los crímenes de odio crecientes en aquel país.
A estas alturas, querido lector, ya sabrá usted de las manifestaciones populares que están teniendo lugar en España, en particular sobre la que ocurre en La Puerta del Sol, en la capital Madrid, y que se ha extendido, a bien gracias, por internet.
El mecanismo fue sencillo: a través de las llamadas redes sociales y de mensajes MSM (textos muy cortos) por celular, un gran grupo de jóvenes (en su mayoría) convocaron a otros tantos a reunirse para protestar contra los políticos y los partidos españoles.
EL NECEO COMO RESISTENCIA
La asamblea reunida en la plaza madrileña decidió, cual ejemplo, mantenerse a la intemperie por lo menos una semana más. Una comisión armada al vapor voceaba que necesitaba lo mismo escaleras y andamios que correctores de estilo y traductores. Se impartieron algunos talleres para formar a los siguientes portavoces, quienes tendrán que ser más coherentes a la hora de darle voz a ese movimiento. Algo serio se avecina y hay que estar preparados. Por lo pronto, y ante una llamada de atención gubernamental, la masa decidió mantenerse “en pie de lucha”, aunque no se sepa aún, bien a bien, de qué lucha se trata.
LOS DÍAS Y LAS HORAS
Con el paso de los días, la organización de la masa ha sido del mismo tono que la de sus ideas: caótica. Uno de los problemas importantes ha sido el de la comida, ya que el reparto, el mantenimiento y la reventa de la misma es el pan problemático de todos los días. Se han dado ciertos enfrentamientos entre voluntarios y organizadores por las raciones mal distribuidas y también por carteristas que han aprovechado las concentraciones para hacer lo suyo. Otro debate que ya se está dando es el de desvincularse de algunas centrales obreras y sindicatos que tratan de capitalizar sus demandas sujetándose a este peculiar movimiento.
La masa está nerviosa, pues también se está manejando el rumor de que es inminente el desalojo. Por Facebook se advertía ya del desalojo de La Puerta del Sol, a propósito de un supuesto desmantelamiento en Granada, y por los celulares se pasaba la voz de que las concentraciones estaban siendo rodeadas por “las lecheras” (las camionetas policiales españolas), aunque después se confirmaba que éstas seguían en el mismo sitio.
El movimiento 15-M ya elaboró un documento a manera de protocolo ante un posible desalojo: mantener la calma en todo momento, ofrecer una resistencia pasiva, obedecer lo que se diga por el megáfono, llevar en todo momento el DNI (la credencial de identificación oficial) y usar en todo momento el celular, para grabar lo que pueda suceder.
DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA
Como siempre pasa con este tipo de manifestaciones, las demandas se han incrementado de manera exponencial. Se ha tomado la palabra para pedir un “no a los políticos”, “no a los partidos políticos”, una reforma a la Ley Electoral General, una convocatoria a una megamarcha al Palacio de la Zarzuela, exigirle cuentas al Rey, así como la conformación de una comisión para la espiritualidad y muchas más cosas entre exigencias de empleo, salarios mayores y mejores, etcétera. Así las cosas, se ha reunido una comisión de comisiones para ir depurando los temas y lograr darle forma a una agenda más coherente y, a partir de ahí, generar comisiones más específicas.
Mientras esto se concreta, se ha lanzado un sitio de internet en donde la Comisión de Barrios informaba que se tenían que dar asambleas populares para el martes 24 de mayo, con miras a la convocatoria del sábado 28. Hay que decir que, aunque el sitio enumera los barrios y pueblos (y uno pensaría que hay información específica para cada uno, pues los presentan de manera independiente en forma de link), la información proporcionada es la misma, a saber, que se reunirán los barrios madrileños en la Plaza del Carmen y desde ahí se informará al resto.
Por lo pronto, ya los comerciantes de La Puerta del Sol han reportado pérdidas de hasta 40 por ciento, por lo que exigen a la delegada de gobierno que termine con esa concentración.
EL GRAN PROBLEMA JAMÁS MENCIONADO
Es curioso que, al haber surgido de manera “espontánea” contra la actividad política en sí y contra sus representantes populares, así como contra otros sectores económicos como el empresarial, esta manifestación no haya tocado hasta ahora la corrupción institucional y socialmente generalizada que ha colocado a España como un país endeble, al nivel de Portugal o Grecia, frente a sus pares fuertes europeos.
Un ejemplo casero me surge de pronto. Hace algunos años en Oaxaca conocí a un español que me confesó que era la quinta vez que visitaba México. “Debes de tener tu dinero bien administrado”, le dije, dado que me contaba de más viajes a otras partes del mundo. Mi sorpresa fue enorme cuando me dijo que no, que no tenía dinero más que el del paro (dinero que proporciona el gobierno español como seguro de desempleo). Me explicó que él, al igual que miles de españoles, hacía trampa para no trabajar y, aún así, recibir dinero del Estado.
EN VOZ DE LOS EXPERTOS
Muchos colegas, politólogos, pero también sociólogos y otros expertos españoles en ciencias sociales, tras años de investigación y de obtener datos y referencias al respecto, manifestaron, casi en conjunto, que para las recientes elecciones autonómicas en España ese problema llamado corrupción, considerado por la sociedad misma como un verdadero cáncer para la democracia, no sería en absoluto factor determinante para inclinar el sentido del voto.
Miguel Anxo Bastos, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Santiago; Susana Corzo, profesora de Ciencia Política de la Universidad de Granada; Miguel Villoria, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos; el catedrático de Opinión Pública de la Universidad Complutense de Madrid, Fermín Bouza, y el profesor de sociología de la Univesitat de Valencia, Josep Pérez, coinciden en los siguientes puntos: que el pueblo español, a pesar de participar directamente en actos de corrupción, no toma en cuenta dicha realidad a la hora de emitir su voto, fijándose de manera más amplia en las gestiones gubernamentales.
Así las cosas, la corrupción sirve a veces sólo como una herramienta, un arma para acabar con el adversario político cuando hay ajustes de cuentas. Es ahí donde las relaciones corruptas se aceptan y se generalizan, pero no así los problemas económicos o las crisis, factores que sí pueden incidir en el sentido del voto al afectar al ciudadano en su bolsillo.
El español común y corriente piensa que no es víctima de la corrupción (que es socialmente compartida); antes bien es partícipe de ella y, es bien sabido, la toma como algo normal. Como si el dinero que se mueve en las relaciones corruptas saliera de otra parte, no del pueblo español. Otro ejemplo concreto y real de esto es cómo han bajado sus porcentajes de votación tanto el Partido Popular como el Partido Socialista Obrero Español, pero más por el nivel del paro actual que por sus escándalos de corrupción, que no han sido menores.
DE MAL PENSADO
De no ser porque es bien sabido que la crisis ya se hizo presente en Europa en general, y en España duramente en particular, uno pensaría que esas manifestaciones con halo democratizador (hay quienes hablan de movimientos en cascada contra la democracia española a raíz de lo ocurrido en los países árabes, teocráticos y represores) no son más que la respuesta anticipada a lo que ya se huele, ya se intuye, ya está ahí: a saber, una serie de medidas fiscales con miras a recortar presupuestos y puestos de trabajo, así como programas agresivos tanto de productividad como de ahorro y, claro, la suspensión de privilegios.
Planteemos algunas preguntas clave, entonces, sobre esa tan clamada democracia real: ¿por qué no se dieron manifestaciones nacionales ante las fuertes olas de xenofobia —que no sólo es retórica—, sino por el contrario, se premió a organizaciones radicales de extrema derecha como PxC, Democracia Nacional o España 2000, que incrementaron considerablemente su número de votos en los últimos años?
¿Por qué no se han llenado las calles de toda España exigiendo que paren los crímenes de odio por homofobia, dado que (a pesar de que hay leyes que protegen a las minorías sexuales) miles de curas y obispos siguen, desde el púlpito, exacerbando fuertemente los odios contra ciertos grupos de la sociedad? ¿Por qué no hay miles coreando consignas llenas de indignación ante tanta mujer puteada por su novio, marido, amante o compañerito sentimental, muchas de las cuales, en los últimos años, han terminado brutalmente asesinadas… en España?
DE SOLUTIONS Y DE REVOLUTION
Hablando del paro español, ya se sabe que el de este año es aún peor que el mayor registrado en 1996. Ya son cuatro millones 231 mil tres desempleados, y se han sumando este mes 130 mil 930 más, 80 por ciento de los cuales proviene del sector servicios, seguido por el de los previamente “sin empleo”, y les siguen los de la industria, la construcción y la agricultura. Si repartimos el pastel por sexos, tenemos que 52 mil 51 de “los parados” son hombres, mientras que 78 mil 879 son mujeres. Sigamos, pues, de cerca estas manifestaciones por una democracia real. Yo, por lo pronto, muy consciente, veré otro video en YouTube de esta #spanishRevolution…
Roberto Rueda Monreal
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