lunes, 22 de octubre de 2012

Armstrong pierde todos los títulos ganados

La UCI desposee a Armstrong de sus siete Tours de Francia

El máximo organismo del ciclismo mundial valida el informe de la USADA, en el que se acusa al excorredor tejano de dirigir la trama de dopaje "más sofisticada de la historia del deporte"

Lance Armstrong cruza la línea de meta en una etapa del Tour 2009. / EFE

Lance Armstrong ya no ganó siete Tours de Francia. No ganó ninguno, porque la UCI ha decidido que las pruebas de que el ciclista tejano se dopó durante aquellos años de gloria (de 1999 a 2005) son concluyentes y pesan demasiado. Así que ya hay nueva verdad oficial y Armstrong, que fue un día el modelo de deportista en el que muchos se fijaban, es el ángel caído y desposeído de sus mejores victorias. La UCI ha explicado hoy que reconoce la sanción impuesta por la USADA y que no apelará al Tribunal de Arbitraje Deportivo. "Armstrong no tiene cabida en el ciclismo", ha dicho Pat McQuaid, presidente de la UCI, quien ha asegurado también que no dimitirá de su cargo.
Es un hito para el ciclismo. Mi mensaje al ciclismo y a los sponsors es que hay futuro"
Pat McQuaid
"Es un hito para el ciclismo, que ha sufrido mucho el impacto de este informe. Mi mensaje al ciclismo y a los sponsors es que hay futuro", ha dicho McQuaid para explicar la decisión del organismo que dirige. Ha lanzado, de esta forma, un mensaje de esperanza, y una visión positiva sobre el trauma que supone descubrir que la gran estrella ha sido un "mentiroso". Algo "frustrante", pero que, como toda crisis, según McQuaid, es una "oportunidad".  Sobre el pasado, el irlandés ha pedido olvidar: "Creo que es mejor olvidar a Lance Armstrong en el mundo del ciclismo". Aunque ese pasado, hasta ahora escrito y validado, tendrá que reescribirse. Sobre eso, McQuaid se ha remitido a una reunión de la Comisión Ejecutiva de la UCI que tendrá lugar el viernes, y en la que se decidirán las "ramificaciones" de esta resolución. Entre otras, qué pasa con el dinero y con los podios de aquellos Tours que Armstrong ya no ganó. También ha abierto la puerta a una especie de Comisión de la Verdad, en la que se purguen pecados del pasado a cambio de seguir reescribiéndolo: "Es posible que gente que ha cometido errores en el pasado pueda ayudar en el futuro".
McQuaid se ha reivindicado como un paladín de la lucha contra el dopaje desde que asumió la presidencia de la UCI, en 2005, con el objetivo principal, según él, de luchar contra el dopaje. "Han sido siete años durísimos", ha contado después de enumerar algunos de los escándalos que tanto han herido al ciclismo y su reputación. Por esa experiencia y por los casos no descubiertos a tiempo McQuaid ha entonado una especie de mea culpa, aunque ha acabado por reconocer que el ciclismo nunca estará completamente libre del dopaje. "Nada en la sociedad está completamente libre de tramposos, pero sí podemos reducir su número", ha dicho el presidente, antes de negar las responsabilidades de la UCI, a la que algunos acusan de aceptar dinero de Armstrong y luego ocultar pruebas de su dopaje: "No hay ninguna conexión entre las aportaciones de Armstrong a la UCI y la ocultación de pruebas". Tampoco, según McQuaid, se ocultó el correo de Floyd Landis, excompañero de Armstrong, en el que se daba la voz de alarma sobre las prácticas del tejano: "Todo lo que dijo Landis fue investigado".
La UCI estudiará el viernes qué hacer con las clasificaciones de los Tours de 1999 a 2005
Pat McQuaid, a la izquierda, junto al abogado de la UCI, en la rueda de prensa de esta mañana / FABRICE COFFRINI (AFP)
La decisión de la UCI pone el candado al cofre en el que la USADA, con su informe de 202 páginas y varios centenares de anexos, ha encerrado la leyenda de Armstrong. McQuaid ha utilizado la comparecencia para negar que la UCI tenga alguna responsabilidad en el fraude que ahora se confirma. Para ello ha utilizado un argumento: la UCI no pudo hacer más de lo que hizo. "Su papel es administrar y regular. Pero la gente debe entender y ponerse en la fecha en que sucedían estas cosas. El ciclismo ha cambiado mucho desde entonces", ha explicado el presidente del organismo. Ha cambiado, según McQuaid, hasta el punto de que ha desaparecido una cultura de dopaje prevalente hasta hace pocos años y sobre esa nueva conciencia se puede construir un deporte limpio; y han cambiado, también, los instrumentos científicos y legales para luchar contra el fenómeno. "Lo que teníamos disponible entonces era mucho más limitado. Si hubiéramos tenido los instrumentos de ahora esta actividad no se hubiera dado", ha relatado McQuaid, quien ha ofrecido un relato que tiene como punto de inflexión la aparición de la EPO: "Cuando apareció todo cambió, y llevó un tiempo adaptarse a la situación y hacer pruebas fuera de las competiciones. Es costoso y hay que tener los recursos. Hoy, la UCI hace mucho más". El presidente de la UCI lo ha cuantificado: "Estamos gastando 7,5 millones de euros anuales en la lucha antidopaje".
Respecto a los nuevos instrumentos legales, el irlandés se ha felicitado de que se haya desarrollado la capacidad de cooperación con las agencias antidopaje y con los gobiernos nacionales. Una ventaja inexistente cuando Armstrong ganó sus Tours: "La mayoría de los casos de dopaje se descubren por la policía. La UCI no tiene esos poderes. En 2000 y 2001 pocos países tenían leyes contra el dopaje. Ahora sí las hay".
La gente debe entender y ponerse en la fecha en que sucedían estas cosas. El ciclismo ha cambiado mucho desde entonces"
Pat McQuaid
El informe de la USADA fue aireado al mundo el 10 de octubre, para escarnio de quien hasta hace unos años era un modelo para la sociedad, y demuestra (ahora también para la UCI, sobre la que también se han vertido sospechas) que Armstrong, en realidad, estaba al frente de una efectiva trama de dopaje con ramalazos de matonismo con quien no le seguía la corriente. “Las pruebas muestran más allá de cualquier duda que el equipo ciclista US Postal puso en marcha el programa de dopaje más sofisticado, profesionalizado y exitoso que el deporte haya conocido en su historia”, se dice en ese texto, que el máximo organismo del ciclismo mundial certifica con su decisión. Al informe lo sustentan testimonios de 26 personas. Entre ellas, 15 ciclistas, excompañeros como Hincapie, Zabriskie (su historia es "terrible", "leer cómo le forzaron para entrar en el dopaje; pero acepto que pasaba", ha dicho McQuaid)  o Vaughters, a quien Armstrong dijo: “Ahora que tú también utilizas EPO, no puedes escribir un libro sobre ello”. También hay registros de pagos, correos electrónicos, análisis científicos e informes policiales.
Todo un arsenal de evidencias puesto a disposición de la UCI, que no ha tenido piedad. Todo había comenzado en 2010, con los correos electrónicos enviados por Landis a la USADA, en los que daba cuenta de las transfusiones sanguíneas, del uso generalizado de EPO en el equipo y de los viajes a Girona (la trama española). Partiendo de ese material, y tirando del hilo que iban proporcionando compañeros y documentos, la USADA, una agencia independiente pero financiada por el Gobierno de Estados Unidos, puso en un documento aquello de lo que otros habían hablado antes en libros de investigación. Hace apenas dos semanas, el documento se hizo público y causó sensación porque en él se contaba, al detalle y con precisión, cómo Armstrong construyó su leyenda sobre el engaño del dopaje. Y hoy, la UCI ha cerrado el caso y ha confirmado que también para el máximo organismo del ciclismo, ese documento es la nueva verdad. Armstrong se dopó y por eso, ya no es el campeón más brillante que pasó por el Tour de Francia.

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