Rajoy: “Mas lleva a siete millones de catalanes a un dilema imposible”
El presidente defiende la "España plural" en su primera visita a la comunidad desde la Diada
“Aquí no va a haber fracturas, ni divisiones ni peleas, Cataluña es España", afirma
Carlos E. Cué /
Pere Ríos
Barcelona
27 OCT 2012 - 13:43 CET783
Mariano Rajoy ha lanzado su esperado discurso en Barcelona, en su
primera visita a Cataluña desde el estallido de la crisis que provocó la
manifestación del 11 de septiembre,
con dos ideas claras: uno, una sucesión de ataques sin cuartel a Artur
Mas por irresponsable. Y dos, una llamada a la sensatez de los
catalanes, al “seny”, con la promesa de que él es un presidente
dialogante que cree en la “España plural ”, ese concepto por el que la
derecha machacó a José Luis Rodríguez Zapatero.
Los ataques a Mas han sido constantes: “Ahora estamos perdiendo el tiempo, con elecciones, discusiones”, ha señalado el presidente. “Es preocupante que un líder”, ha dicho en referencia a Mas, “juegue con los sentimientos y anuncie que dedicara toda una legislatura a arrastrar a siete millones de ciudadanos a un dilema imposible. Es muy triste que proclame que se saltará la ley a la torera. Sustituye sus obligaciones por visiones quijotescas contrarias al curso de la historia. Justo ahora que vamos a una Europa sin barreras. Yo pensaba que los tiempos de frivolidad se habían superado. Todo indica que alguno sigue. Ojala rectifique”, ha rematado. “Ahora se rompe la baraja, se cambia el debate, que ya no es la economía, se inicia la huida a ninguna parte, y todo con el objetivo partidista de tener más votos”.
Y mientras machacaba a Mas –ha insistido en la idea de que le chantajeó en La Moncloa y además le ha acusado de traicionar al Gobierno porque le ayudaron mucho para superar sus dificultades y ahora él decide romper: “Hemos ayudado como nunca al Gobierno de Cataluña, porque estaba haciendo un esfuerzo, y porque o salimos todos juntos o esto va a ser muy complicado”-, también tenía muchos mensajes para convencer a los catalanes de que el PP respeta y aprecia a Cataluña. "Algunos hablan de supuestas desafecciones y cansancios, de presuntas faltas de reconocimiento. Eso es falso. Frente a esa ingeniería de los sentimientos, los españoles nos sentimos orgullosos de los catalanes, la historia, las tradiciones de los catalanes son un patrimonio para España. Queremos que se desarrolle en libertad. Porque somos españoles nada de lo catalán nos es ajeno".
Y pidió a los dirigentes del PP catalán que busquen discursos
“conciliadores”: Rajoy está muy lejos del líder que en la primera
legislatura de Zapatero recogió firmas por toda España para frenar el Estatut.
Su discurso ahora es muy distinto. Incluso recupera esa idea de la
España plural: “Soy gallego y amo a Galicia, amo a Madrid donde crecen
mis hijos, y a Cataluña donde nacieron. Llevo dentro la España plural
porque es lo que he vivido desde la infancia. En esa pluralidad, a
ninguno se nos pide que abandonemos lo que somos. Uno puede ser catalán y
español, y lo puede sentir en la lengua que quiera porque ser bilingüe
es ser doblemente afortunado”.
También ha ofrecido reformas del sistema de financiación, pero siempre con golpes a Mas: “Comparto la idea de mejorar la financiación. Por eso estoy dispuesto a escuchar, hablar y negociar. Yo quiero dialogar, pero es muy difícil dialogar con quien te viene a imponer el todo o la nada. Un pacto impuesto es la negación del diálogo, porque igual que yo no quiero imponer mis ideas a nadie no quiero que nadie me las imponga a mí”, señaló el presidente entre el entusiasmo de los militantes del PP que le seguían en un hotel de Barcelona.
Eso sí, Rajoy ha dejado clarísimo, sin citarlos, que no permitirá el referéndum. “Yo no me voy a saltar la ley, cumpliré la ley porque es mi obligación como presidente del Gobierno. Esto no es una declaración grandilocuente. Es una obviedad. Al defender la ley defiendo las libertades de los catalanes y la seguridad de Cataluña”. Y también ha aclarado que no va a permitir la independencia. “Aquí no va a haber fracturas, ni divisiones ni peleas, Cataluña es España y España es también de los catalanes. Separados perdemos todos”
Mientras, Alicia Sánchez-Camacho, su candidata, fue mucho más allá y planteó el desastre que vendría si Cataluña es independiente: “Nos quedaríamos fuera de la UE y del euro, retrocederíamos más de 25 años, no se podrían garantizar las pensiones y las prestaciones por desempleo. Se irían muchas empresas, habría más paro, menos oportunidades. Nosotros, los catalanes que nos sentimos españoles, podríamos ser considerados extranjeros”.
Rajoy, al final, también tuvo unas frases especialmente dramáticas sobre un supuesto enfrentamiento entre catalanes. “Los catalanes no solo se juegan quién va a gestionar servicios públicos, algunos se aprovechan para que se vean forzados a elegir si renuncian a una Cataluña española y europea y si renuncian a siglos de convivencia. No se merecen los catalanes la discordia, las discusiones entre compañeros de trabajo, las peleas entre amigos de siempre o que en un club de fútbol sus socios tengan que decidir si están o no con el presidente. No se merecen esto”.
Los ataques a Mas han sido constantes: “Ahora estamos perdiendo el tiempo, con elecciones, discusiones”, ha señalado el presidente. “Es preocupante que un líder”, ha dicho en referencia a Mas, “juegue con los sentimientos y anuncie que dedicara toda una legislatura a arrastrar a siete millones de ciudadanos a un dilema imposible. Es muy triste que proclame que se saltará la ley a la torera. Sustituye sus obligaciones por visiones quijotescas contrarias al curso de la historia. Justo ahora que vamos a una Europa sin barreras. Yo pensaba que los tiempos de frivolidad se habían superado. Todo indica que alguno sigue. Ojala rectifique”, ha rematado. “Ahora se rompe la baraja, se cambia el debate, que ya no es la economía, se inicia la huida a ninguna parte, y todo con el objetivo partidista de tener más votos”.
Y mientras machacaba a Mas –ha insistido en la idea de que le chantajeó en La Moncloa y además le ha acusado de traicionar al Gobierno porque le ayudaron mucho para superar sus dificultades y ahora él decide romper: “Hemos ayudado como nunca al Gobierno de Cataluña, porque estaba haciendo un esfuerzo, y porque o salimos todos juntos o esto va a ser muy complicado”-, también tenía muchos mensajes para convencer a los catalanes de que el PP respeta y aprecia a Cataluña. "Algunos hablan de supuestas desafecciones y cansancios, de presuntas faltas de reconocimiento. Eso es falso. Frente a esa ingeniería de los sentimientos, los españoles nos sentimos orgullosos de los catalanes, la historia, las tradiciones de los catalanes son un patrimonio para España. Queremos que se desarrolle en libertad. Porque somos españoles nada de lo catalán nos es ajeno".
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También ha ofrecido reformas del sistema de financiación, pero siempre con golpes a Mas: “Comparto la idea de mejorar la financiación. Por eso estoy dispuesto a escuchar, hablar y negociar. Yo quiero dialogar, pero es muy difícil dialogar con quien te viene a imponer el todo o la nada. Un pacto impuesto es la negación del diálogo, porque igual que yo no quiero imponer mis ideas a nadie no quiero que nadie me las imponga a mí”, señaló el presidente entre el entusiasmo de los militantes del PP que le seguían en un hotel de Barcelona.
Eso sí, Rajoy ha dejado clarísimo, sin citarlos, que no permitirá el referéndum. “Yo no me voy a saltar la ley, cumpliré la ley porque es mi obligación como presidente del Gobierno. Esto no es una declaración grandilocuente. Es una obviedad. Al defender la ley defiendo las libertades de los catalanes y la seguridad de Cataluña”. Y también ha aclarado que no va a permitir la independencia. “Aquí no va a haber fracturas, ni divisiones ni peleas, Cataluña es España y España es también de los catalanes. Separados perdemos todos”
Mientras, Alicia Sánchez-Camacho, su candidata, fue mucho más allá y planteó el desastre que vendría si Cataluña es independiente: “Nos quedaríamos fuera de la UE y del euro, retrocederíamos más de 25 años, no se podrían garantizar las pensiones y las prestaciones por desempleo. Se irían muchas empresas, habría más paro, menos oportunidades. Nosotros, los catalanes que nos sentimos españoles, podríamos ser considerados extranjeros”.
Rajoy, al final, también tuvo unas frases especialmente dramáticas sobre un supuesto enfrentamiento entre catalanes. “Los catalanes no solo se juegan quién va a gestionar servicios públicos, algunos se aprovechan para que se vean forzados a elegir si renuncian a una Cataluña española y europea y si renuncian a siglos de convivencia. No se merecen los catalanes la discordia, las discusiones entre compañeros de trabajo, las peleas entre amigos de siempre o que en un club de fútbol sus socios tengan que decidir si están o no con el presidente. No se merecen esto”.
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