sábado, 5 de enero de 2013

El chavismo acapara el poder legislativo

El chavismo acapara el poder legislativo

El nuevo presidente del Parlamento advierte de que Chávez seguirá siendo el jefe del Estado el día 10 y que, si alguien se opone, se la verá con el pueblo en la calle

De momento, está todo atado en Venezuela. Como estaba previsto, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se hizo este sábado con los tres principales cargos de la Asamblea Nacional. Como presidente del Parlamento fue nombrado Diosdado Cabello, antiguo compañero de armas de Hugo Chávez.
Por si había habido alguna duda sobre si se iba a otorgar algún puesto a la oposición, lo primero que dijo Cabello al jurar el cargo fue que el Parlamento “es escenario para el debate y no para la negociación”, ni para “repartirse el paño”.
Lo que dicho de otra forma venía a significar que la vicepresidencia primera y segunda recaen en dos diputados chavistas: Darío Vivas y Blanca Eekhout. Fueron nombrados con 97 votos de los diputados del PSUV sobre un total de 165 escaños. “Mayoría evidente y contundente. (…) Minoría evidente”, resumió Cabello.
El Gobierno había hecho un llamamiento a través de la televisión a que los ciudadanos acudieran a los alrededores de la Asamblea Parlamentaria para apoyar a Hugo Chávez y a la nueva dirección del Parlamento. Y allí marcharon miles de militantes con camisetas rojas donde se leía “Chávez soy yo” y “Pa’alante, comandante”. “La derecha quiere un vicepresidente, pero no hay que darles ni tantico así”, decía José Félix Rivas, militante del Partido Comunista, de 67 años. “Porque una vez que llegan al poder no lo sueltan nunca. Y la revolución aún está en marcha. Se han tomado muchas medidas, pero dependemos aún del capitalismo”.
Cada vez que llegaba un diputado opositor a la asamblea era abucheado por la multitud. “Es que la oposición no ha hecho política en estos 14 años. Solo se ha dedicado a criticar al chavismo”, explicaba el abogado de 61 años José Rosas. “No han entrado nunca en los barrios más pobres. Por eso ganó Chávez y por eso en las últimas elecciones ganamos la gobernación de 20 Estados. Y de ellos rescatamos a cinco que estaban en mano de la derecha”, remachaba este seguidor del chavismo.
“No volverán, no volverán”, se oía dentro y fuera del Parlamento cuando los diputados chavistas juraban su cargo. De momento, todo parece bien atado. ¿Y qué pasará el próximo 10 de enero, cuando Hugo Chávez debe tomar posesión y jurar su tercer mandato ante el Tribunal Supremo del país? Nada. Chávez, seguramente no comparecerá, pero tanto el vicepresidente Nicolás Maduro, como Diosdado Cabello, han advertido que la Constitución no prevé nada al respecto.
Maduro esgrimió el viernes por la noche el librito de la Constitución venezolana para argumentar que el 10 de enero es un mero “formulismo”. Y Cabello también mostró la Constitución al día siguiente al decir que la ley solo determina que Chávez debe jurar el cargo ante el Tribunal Supremo. “¿Cuándo? No lo dice. ¿Dónde? No lo dice. Y no lo dice porque el constituyente es sabio”. “Chávez sigue siendo el presidente de la República y lo seguirá siendo más allá del 10 de enero”, proclamó. Y advirtió que si alguien se opone a esa tesis, “se va a encontrar con el pueblo en la calle y se va a acordar del día en que nacieron”.
Maduro ha advertido este sábado ante miles de militantes que el chavismo tendría que estar preparado contra la mentira, ya fuese difundida en Twitter, en Facebook o en la calle. Dejó dicho que los problemas respiratorios del comandante exigen tratamientos “que ameritan tranquilidad”. Minutos antes, Cabello había dicho a los mismo militantes que había que mantener la unidad, pero no solo de palabra.
Entre los militantes que se concentraron en las afueras de la Asamblea, en la conocida “esquina caliente”, el economista Jesús Marreo, de 65 años, afirmaba que “el comandante” estaba simplemente reposando. “Y tenemos que dejarlo reposar. Mientras tanto, hay que demostrar constancia y firmeza. Somos los de abajo y seguiremos siendo los de abajo”. Otros afirmaban que Chávez se había ganado el derecho a tomarse unas vacaciones, “las primeras en 14 años”. Y, por tanto, el 10 de enero no debería pasar nada.
Mientras diputados opositores como Ismael García, calificaban de “sectaria” la nueva dirección del Parlamento, el vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvía una y otra vez con lo que parece ser la estrategia del Gobierno: el ataque constante a la derecha. La noche antes había explicado que la Constitución solo prevé convocar unas elecciones en 30 días ante “la falta absoluta” del mandatario para jurar el cargo. Pero ya que el artículo 233 solo habla de esa “falta absoluta” y Chávez se encuentra vivo, el 10 de enero, aunque no comparezca Chávez seguirá ejerciendo la presidencia del país.
La lucha por inculcar esa tesis se prodigará en los próximos días por todos los medios en Venezuela. Diosdado Cabello ya comenzó en Twitter en la noche del viernes: “Si la oposición cree que en la Asamblea encontrará un espacio para conspirar contra el pueblo se vuelve a equivocar, será derrotada”.
La oposición, por su parte, parecía más bien desconcertada. No hubo una reacción clara y tajante ante la postura del Gobierno, ni una voz que destacara más que otras. La diputada independiente María Corina Machado lamentó que "por primera vez en 200 años de historia republicana el futuro de Venezuela” se decidiera “fuera de nuestro país". Dijo que es una "traición a la patria" que desde Cuba se decida "quién preside la Asamblea Nacional y que pretendan decidir quién es el próximo Presidente de Venezuela". Y el diputado opositor Julio Borges, señaló que se había elegido una directiva en la Asamblea Nacional. “Lo que ocurrió fue un acomodo de repartos de la ruptura que está viviendo en el oficialismo", declaró.
Pero casi toda la atención se la llevaron Cabello y Maduro. El futuro inmediato se presentaba ayer sin grandes novedades en Venezuela. Bien atado.

Fechas clave de la enfermedad del presidente

Hugo Chávez logra un tercer mandato en las elecciones presidenciales celebradas el pasado
7 de octubre. El presidente es reelegido con un 54,4% de los votos frente al 44,5% del candidato único de la oposición, Henrique Capriles. El mandato, de seis años, debe concluir en 2019.
El 27 de noviembre el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, anuncia que el presidente viaja de nuevo a Cuba. La Cámara le autoriza a ausentarse de manera indefinida para someterse a tratamiento en Cuba.
El 8 de diciembre Chávez designa sucesor al vicepresidente, Nicolás Maduro, tras revelar que tiene que volver a La Habana para someterse a una nueva intervención quirúrgica. Es la cuarta operación desde que el cáncer le fue detectado en junio de 2011. El presidente electo insta a sus seguidores a respaldar a Maduro en caso de que se produzca su “falta absoluta”. Desde el dramático anuncio, el presidente Chávez no ha sido visto en público ni se le ha oído.
El 16 de diciembre Venezuela celebra unos comicios regionales en ausencia del jefe del Estado, hospitalizado en Cuba. El chavismo se impone al ganar 20 de las 23 elecciones a gobernador ante una oposición que pierde cuatro Estados. El líder opositor Capriles es reelegido como gobernador de Miranda.
El 30 de diciembre Maduro revela desde La Habana que Chávez sufre “nuevas complicaciones”, que su estado es “delicado”.
La cúpula de Venezuela viaja el 2 de enero a Cuba, donde celebra una cumbre para preparar la transición. Participan Maduro, Cabello y el hermano y el yerno de Chávez, entre otros.

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