El Gobierno de Raúl Castro pondrá en libertad en las próximas horas a Diosdado González Marrero, uno de los seis opositores del Grupo de los 75 que rechazaba el exilio en España como condición para salir de prisión, con lo que quedarán en la cárcel cinco disidentes de dicho colectivo.
González Marrero, de 48 años, fue condenado a 20 años de privación de libertad en la primavera de 2003 por "conspirar con Estados Unidos" y "atentar contra la independencia" de Cuba, durante la mayor ola represiva contra la disidencia en décadas. Al igual que sus compañeros, es considerado por Amnistía Internacional como prisionero de conciencia.
La Iglesia Católica de Cuba anunció el sábado, además, la próxima excarcelación y traslado a Madrid de otros ocho presos que no pertenecen al Grupo de los 75 y que estaban condenados por diferentes hechos violentos, aunque algunos aparecen en listas de presos políticos manejadas por la oposición.
Diosdado González Marrero es esposo de Alejandrina García, una de las Damas de Blanco más activas en estos casi ocho años de movilizaciones para exigir la liberación de los presos. García aseguró ayer que ambos recibieron la noticia de la excarcelación por una llamada telefónica del cardenal cubano Jaime Ortega, principal mediador de la Iglesia Católica en el actual proceso de liberación de los presos. Es previsible que su salida de prisión, como ha sucedido en el caso de otros disidentes liberados en las últimas semanas, sea bajo la figura de una "licencia extrapenal", que no es equivalente al indulto, lo que reclaman los opositores.
Cinco de los ocho presos que no pertenecen al Grupo de los 75 y aceptaron la condición de viajar a España aparecen en los listados de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) como prisioneros políticos, aunque sancionados por hechos violentos.
En julio del año pasado, Raúl Castro se comprometió con el cardenal Ortega a liberar a todos los presos del Grupo de los 75 que seguían en prisión -en ese momento eran 52-. El diálogo de la Iglesia fue apoyado por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, que aceptó recibir a los presos en España a los prisioneros en compañía de sus familiares.
En los últimos meses, 40 disidentes de este grupo viajaron a España con alrededor de 300 familiares, mientras que otros seis fueron liberados y pudieron permanecer en la isla. Posteriormente, las autoridades extendieron su oferta de excarcelación a otro tipo de presos condenados por delitos contra la Seguridad del Estado. Hasta ayer eran 30 los beneficiados por esta medida.
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