Un tribunal de distrito de la ciudad japonesa de Kobe ha condenado al fabricante de automóviles Mazda a indemnizar con 63 millones de yenes (unos 560 mil euros) a los padres de un empleado que se suicidó en 2007 tras entrar en una depresión por exceso de trabajo.
El juez Ryuji Nakamura entiende que Mazda debería velado por la salud de su empleado, que no recibió apoyo de sus superiores cuando tuvo que ampliar la jornada laboral por problemas en los negocios con los clientes, informa la agencia Kyodo. El padre del fallecido hizo público un comunicado en el que insta a Mazda a pedir disculpas. "Queremos que Mazda se disculpe y que acepte la sentencia con sinceridad", indicó el progenitor, que solicitaba una indemnización de 110 millones de yenes (casi un millón de euros) en su demanda.
Según la sentencia, el empleado, que trabajaba en el área de compras de filtros, entró en depresión en noviembre de 2006 y acabó suicidándose en abril de 2007, a los 25 años de edad, tras acumular un sinfín de horas extra en su jornada laboral.
"El trabajo que estaba haciendo inmediatamente antes del suicidio era excesivo, tanto desde el punto de vista de la calidad como de la cantidad, por lo que el suicidio es atribuible al trabajo", asegura el juez, quien indica que la empresa actuó con negligencia al no velar por la salud física y mental de su trabajador.
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