El beso es una expresión que el ser humano utiliza para demostrar su cariño, estima o aprecio hacia otra persona. El beso puede darse de muchas formas y en muchas partes del cuerpo. Un beso que se da en los labios de otra persona, muestra un mayor afecto hacia ella.
Sin embargo, besar puede convertirse en un peligro para la salud, si transmite la mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso, a través de un intercambio de saliva mediante un beso en los labios, una transfusión, toser, estornudar, beber del mismo vaso, compartir comida.
La enfermedad del beso es viral e infecciosa que afecta directamente el sistema respiratorio y linfático. Cuando una persona infectada besa a otra que no lo está la contagia del virus de Epstein Barr, cierto tipo de herpes que se instala en el cuerpo.
Los estudios han demostrado que más del 90% de individuos son portadores del virus. Un 95% de los adultos, entre 35 y 40 años, han sido infectados en algún momento de su vida con este virus.
Con respecto a los niños, no es una enfermedad que comúnmente la padezcan; aunque éstos se hacen vulnerables al virus tan pronto desaparece la protección de anticuerpos maternos y pueden adquirirlo como un adulto.
La enfermedad del beso aparece después de un período de incubación entre siete y 14 días en niños y en adultos (mayores de 25 años).
En las primeras semanas, el paciente manifiesta los primeros síntomas de fatiga, malestar y dolores musculares; posteriormente, sufre de fiebre, dolor de garganta, pérdida de apetito, inflamación de cuello, axilas o ingle, engrosamiento del hígado, dolor de cabeza, ojos amarillos, nauseas, erupciones cutáneas, dolor abdominal. Es importante mencionar que pueden llegar a confundirse estos síntomas con una gripe común o una faringitis estreptocócica.
Como todos los padecimientos, cuando la enfermedad no es atendida a tiempo por un especialista, puede tener complicaciones.
En este caso, el virus ataca directamente el sistema nervioso, originando una meningitis, encefalitis, síndrome de Guillain Barré, (una parálisis progresiva transitoria), disminución de las plaquetas, glóbulos rojos, glóbulos blancos e inflamación de los testículos y del corazón.
Hasta el día de hoy, no existe un tratamiento específico para erradicar el virus. Es el propio cuerpo quien lo elimina.
El tratamiento médico cumple la función de disminuir los síntomas, es decir, controla la fiebre, el dolor de cabeza, dolor muscular; mas no combate al virus.
También se deben seguir otras indicaciones del médico como guardar reposo y descanso, no realizar ningún tipo de ejercicio, beber abundantes líquidos, realizar gárgaras con agua salada para las molestias de garganta.
Miguel D´Urzo, miembro de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía, de Cabeza y Cuello, comenta sobre la enfermedad: “En la saliva hay más de cien especies de microbios diferentes, lo cual no sorprende que a través de ella o de un beso se trasmita un virus. La mononucleosis infecciosa es considerada una enfermedad de jóvenes, no peligrosa; ya que en sólo en algunos casos raros hay complicaciones.
Para evitar dichas complicaciones, la clave está en detectar correctamente los síntomas pues la similitud de estos con otras enfermedades, confunde el diagnóstico. Por último, esta enfermedad desaparece por sí sola, no hay una vacuna para curarla. La opción para no contraerla, es evitar el contacto con las secreciones de las personas que tengan el virus y lavarse constantemente las manos”.
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