La ministra de Asuntos Exteriores francesa, Michèle Alliot-Marie, en la cuerda floja desde hace un mes por sus polémicas vacaciones en Túnez y sus relaciones -y las de su familia- con un hombre de negocios tunecino próximo al clan de Ben Ali dimitirá hoy. Así lo aseguraban ayer la mayoría de los medios digitales franceses haciéndose eco de un rumor -alimentado por ministros- que corría desde el viernes.
El novio de la líder, también ministro, defiende su relación con Libia
La todavía ministra, de 64 años, vieja dama del neogaullismo, insistía ayer en que está tranquila, dedicada "100% al trabajo". Pero la suerte de esta dirigente francesa que ha ocupado, ininterrumpidamente en los últimos años, los principales ministerios -Defensa (2002 a 2007), Justicia (de 2007 a 2009) y Asuntos Exteriores-, está echada. Esta mañana presentará su dimisión y Nicolas Sarkozy se dirigirá a las ocho de la tarde a los franceses en una alocución televisada que, según El Elíseo, versará sobre cuestiones internacionales. Probablemente, anunciará otros cambios en el Gobierno.
El 2 de febrero, tras el derrocamiento de Ben Ali en Túnez, el semanario satírico Le Canard Enchaîné publicaba un bombazo que estremecía al Ministerio de Asuntos Exteriores: la ministra, su compañero sentimental, Patrick Ollier, ministro de Relaciones con las Cortes, y los padres de ella utilizaron en sus vacaciones navideñas, en Túnez, el avión privado ofrecido por Aziz Miled, un empresario del turismo próximo al régimen de Ben Ali. Alliot-Marie le quitó importancia al principio, luego se limitó a admitir que, tras encontrarse por casualidad con Miled en el aeropuerto de Túnez, habían aceptado su ofrecimiento.
Semanas después, la misma publicación revelaba otra exclusiva que hería de muerte a Alliot-Marie: su padre, Bernard Marie, aprovechó ese viaje para invertir en una compañía inmobiliaria de Miled. La noticia echaba por tierra la excusa del encuentro por azar en el aeropuerto, dejaba a la ministra como mentirosa y comprometía su futuro político.
Sarkozy la sostuvo en un principio. Ella peregrinaba de televisión en televisión asegurando que no iba a dimitir pero enredándose en declaraciones contradictorias que indicaban que su crédito se tambaleaba. Los sondeos a la baja han hecho reaccionar al presidente. Las encuestas y nuevas revelaciones que, esta vez, afectan al ministro y novio de Alliot-Marie y sus relaciones con Muamar el Gadafi.
Ollier ha viajado 15 veces a Libia desde 2004, se ha entrevistado con Gadafi en varias ocasiones y ha servido de intermediario para empresas francesas de armamento y de explotación civil de la energía nuclear. El aún ministro ha asegurado que todo era legal. "Lo que lamento ahora, claro, es la deriva asesina de Gadafi".
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