La mayoría de los trabajadores españoles prefiere que su jefe sea una mujer porque considera que éstas hacen más fácil la conciliación de la vida laboral con la vida familiar. Esta afirmación se desprende del estudio del Barómetro de conciliación de Edenred y de la escuela de negocios IESE, para cuya elaboración se han realizado 1.200 entrevistas a trabajadores, un 57 por ciento hombres y un 43 % mujeres de distintas edades y de diferentes sectores.
El estudio revela que a partir de los 35 años el 68 % de los trabajadores está más satisfecho con su jefe si éste es una mujer, y esta cifra aumenta hasta el 81 % en el caso de los trabajadores mayores de 50 años.
El director de marqueting de Edenred, Manuel Asla, ha atribuido este dato al hecho de que "a partir de los 35 años las cargas familiares por descendientes o también por ascendientes, es decir, por personas mayores dependientes, son cada vez más importantes".
Asla ha explicado a Efe que a medida que la edad de los trabajadores aumenta, la conciliación de la vida laboral con la familiar adquiere más importancia. Para Asla, el resultado del estudio "no ha sido una gran sorpresa", porque "lógicamente para alguien con 24 años, sus cargas familiares son prácticamente nulas y le da más lo mismo, pero a medida que va avanzando la edad, éste es un tema clave".
Por otro lado, un 75 % de los hombres cuyo jefe es una mujer está muy satisfecho con la integración del trabajo con la familia, mientras que un 66 % de hombres cuyo jefe es también un hombre se declara muy satisfecho en este aspecto.
El hecho de que el jefe tenga hijos también es un aspecto que los trabajadores valoran y el 23 % de los empleados están muy satisfechos con una jefa con hijos, el 12 % también lo está si el jefe es un hombre con hijos, pero la cifra se reduce al 9 % si es un hombre sin hijos.
El estudio también pone de manifiesto que los empleados son más críticos con sus jefes entre los 30 y los 39 años, mientras que este sentimiento cambia a los 50, algo que Asla atribuye a que "la gente joven es más crítica con su jefe y a partir de los 50 años las posibilidades de promoción empiezan a estar en segundo plano, por detrás de las familiares".
Otra de las cuestiones que analiza la encuesta es la relación entre las razones que llevan a los empleados a trabajar y la satisfacción que obtienen de su trabajo. Así, un 50 % de las personas que trabajan sólo para ganar dinero se considera satisfecha con su empleo y la cifra aumenta hasta el 68 % en el caso de los trabajadores que lo hacen para aprender o para tener un impacto positivo en la sociedad.
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