miércoles, 23 de febrero de 2011

No todos quieren ascender.

Sólo el 11,3% de los funcionarios españoles está realmente interesado en ascender profesionalmente, frente al 54,7% que no se plantea promocionarse y el 44% que se muestra indiferente ante esta posibilidad, según el informe Randstad Workmonitor, en el que se recaba la opinión de más de 48 mil trabajadores de 24 países.

Randstad subraya que esta falta de motivación entre los empleados públicos coincide con su escasa necesidad de hacer algo diferente en su puesto de trabajo. Más de la mitad, en concreto el 53,3%, no tiene esta inquietud, frente al 8,7% que sí declara estar buscando un cambio de actividad. El resto se muestra indiferente.

Más de la mitad no ve necesario hacer algo diferente en su puesto de trabajo
Fuera de España, la mayor parte de los empleados públicos tampoco están centrados en su promoción. Únicamente los funcionarios de la India y de México están pensando en mejorar su situación actual, en contraste con los países nórdicos, donde los índices de cambio profesional son muy bajos y no pasan del 6,3%.

La explicación para esta ausencia de ambición por ascender se halla, según Randstad, en que las posibilidades reales de los funcionarios de promocionarse o de cambiar de tarea una vez llegan a su puesto son reducidas, pues hay que pasar por un largo proceso, lleno de sacrificios y en el que deben competir con otros profesionales.

Una vez alcanzan su puesto, los empleados públicos son quienes muestran mayores tasas de satisfacción con su empleo. En España, siete de cada diez funcionarios afirman sentirse muy satisfechos (22,7%) o satisfechos (46,7%) en su puesto de trabajo.

Uno de cada tres funcionarios lleva más de dos décadas en el mismo puesto
Esta sensación también se observa en todos los países analizados en el estudio. El nivel de satisfacción de los empleados públicos es "claramente alto" en países como India (82,4%), Holanda (79,5%), Noruega (79%) o México (78,2%).

Uno de los factores que puede influir en esta percepción de los empleados públicos es la seguridad laboral que obtienen al ganarse una plaza en la Administración, por encima de factores como el salario o la responsabilidad del puesto. En este sentido, Randstad alega que la crisis ha podido incluso potenciar que los empleados públicos valoren aún más su estabilidad laboral.

Según los datos de Randstad, uno de cada tres funcionarios españoles lleva más de 20 años en el mismo puesto y hasta un 22,9% lleva entre 11 y 20 años trabajando para el sector público. España es junto a Alemania, Argentina y Bélgica, el país donde más empleados públicos afirman llevar más de 20 años en el mismo puesto.

Esta permanencia en el empleo de los funcionarios contrasta claramente con la de los trabajadores por cuenta ajena, donde el grupo mayoritario lo conforman los empleados que llevan en la misma empresa entre tres y cinco años.

Pese a su falta de ganas por ascender en su carrera, los funcionarios sí piensan en su desarrollo profesional, pues siete de cada diez recibió algún tipo de curso o acción formativa durante 2010, frente al 61,2% de los trabajadores por cuenta ajena. Para el 92,2% de los empleados públicos españoles, las administraciones públicas deberían hacerse cargo de su desarrollo profesional.

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