Los ciudadanos de Nueva York ya no podrán disfrutar de un cigarro mientras leen una novela sentados en Central Park. Tampoco los millones de turistas que cada año se detienen a contemplar las luces de neon en Times Square. El alcalde Michael Bloomberg acaba de firmar la ley que prohibirá fumar en espacios públicos como parques, playas y plazas .
"Necesitamos asegurar que nuestros espacios públicos proporcionan precisamente eso -un espacio saludable en el que relajarse y disfrutar el entorno", declaró Bloomberg tras la firma. "Los parques y playas libres de humo convertirán los espacios de recreo en lugares más sanos para todos, con espacios abiertos, aire limpio y actividades saludables".
El alcalde de Nueva York defendía así la firma de una ley aprobada el pasado 2 de febrero en el pleno del ayuntamiento con 36 votos a favor y 12 en contra. La normativa será efectiva a partir del 23 de mayo y prohibe fumar en 1.700 parques y 22 km. de playas, puertos, paseos marítimos y plazas.
Nueva York se une así a iniciativas previas en Chicago y San Francisco, ciudades pioneras en la defensa de los fumadores pasivos. La ciudad ha extendido la prohibición de fumar en bares y restaurantes, también firmada por Bloomberg en 2002.
El alcalde defendió que gracias a los esfuerzos de los últimos nueve años, se estima que hay 350.000 fumadores menos y los ciudadanos de Nueva York viven 19 meses más de media que hace 9 años. El ayuntamiento espera que, además de los beneficios para la salud, la nueva prohibición ayude a reducir la acumulación de basura en espacios públicos.
Sin embargo, la nueva ley no ha estado exenta de polémica. Los opositores han acusado al alcalde de entrometerse demasiado en los derechos individuales de los fumadores. Mientras, los defensores de la prohibición se basan en estudios recientes que demuestran los efectos del tabaco en fumadores pasivos, independientemente de si están en un espacio cerrado o abierto.
El alcalde mencionó en rueda de prensa a uno de los creadores de Central Park. "Frederic Law Olmstead aclamó los parques públicos como "pulmones de la ciudad", un refugio donde poder escapar de calles abarrotadas, ruidosas y contaminadas".
Por el momento, los fumadores de Nueva York todavía pueden encender un cigarro en las calles, aceras y zonas de aparcamiento. Algunos, si se lo permite el casero, también podrán fumar en sus casas.
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