Javier Bardem y Penélope Cruz acudieron este domingo juntos a la gala de los Oscar, en lo que supone su primera comparecencia pública desde que fueron padres de su primer hijo, a finales de enero pasado.
El matrimonio apareció de la mano en el recinto donde esta noche se celebra la entrega de los galardones y, tras recorrer juntos unos metros de la alfombra roja, Cruz dejó el protagonismo a Bardem, que está nominado como mejor actor por su papel en Biutiful, para que pudiera atender a los medios.
Pese al protagonismo del actor, los comentaristas de las televisiones estadounidenses se centraron de inmediato en Penélope Cruz, tanto por su espectacular recuperación apenas cuatro semanas después de haber dado a luz, como por su pronunciado escote.
La actriz madrileña lució un vestido ceñido de color granate y con increíble escote de L'Wren Scott y joyas de Chopard.
Penélope, sin declaraciones
Penélope Cruz entró directamente en el Teatro Kodak sin hacer declaraciones a los medios, en línea con el alejamiento y el secretismo que ha mantenido durante el embarazo e incluso tras el parto de su hijo.
"Es como estar dentro de un huracán"
En sus declaraciones a los medios, Bardem, que acudió también acompañado de su madre, Pilar Bardem, y de su hermano Carlos, reconoció la dificultad que le supuso interpretar el papel de Uxbal, un enfermo terminal.
"Cuando te enfrentas a un papel así, sólo puedes rezar y dejar salir tu interpretación. Es como estar dentro de un huracán", afirmó a las televisiones.
En las horas previas a la ceremonia, Carlos Bardem ha narrado en detalle el trayecto hasta el Teatro Kodak y los nervios de toda la familia a través de su cuenta en Twitter.
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