domingo, 27 de febrero de 2011

La fiesta del Oscar.

La descarga de agua que regó las calles de Los Ángeles durante todo el viernes empezó a remitir ayer y el sol volvió a abrirse paso en una colina que estos días no descansa. La madrugada había transcurrido con un movimiento incesante de coches, paraguas y colas para entrar a las fiestas que se organizan en prácticamente cada local de West Hollywood. En ellas se baila poco, se bebe mucho y, sobre todo, se apalabran futuros tratos y negocios.

En realidad, y pese a un fotomatón en blanco y negro para inmortalizar la borrachera (cortesía de los anfitriones, Vanity Fair) o las djs armadas de violines electrónicos, lo que importa es aparentar armonía espiritual, que todo fluye fácil y tranquilo en este rincón del mundo donde ahora la amenaza no es de lluvia sino de ¡nieve! Podría ser la primera vez en 35 años.

'ABC' ganará 58 millones de euros en anuncios, un 14% más que en 2010
- La caja vuelve a sonar. Las 10 candidatas que optan al Oscar a la mejor película han recaudado solo en Estados Unidos 1.460 millones de dólares. Más de mil millones de euros (la mejor cifra de los últimos años) lo que significa que El discurso del rey, La red social, Cisne negro, Valor de ley, Origen, The Fighter, Winter's bone, Toy Story 3, Los chicos están bien y 127 horas son filmes que, en mayor o menor medida, han conectado con el público.

- Langosta por hamburguesa. Los nuevos tiempos se palpan en el regreso de un incesante movimiento de servicios que con la recesión se vieron violentamente recortados. La austeridad que impuso el desastre de Wall Street ha terminado y han vuelto holgados presupuestos para caterings, limusinas, estilistas, peluqueros, maquilladores y floristas. Según The Angeles Times, los Oscar generan cerca de 7 mil empleos en servicios relacionados con fiestas y publicidad. El baile del gobernador que se celebra justo después de los premios y que es cita ineludible cambió hace dos años su menú por la crisis para dar ejemplo. Pollo y hamburguesas. Este año, langosta y sushi.

- La primera retransmisión de una nueva década. La cadena de televisión ABC ha renovado su contrato 10 años más. Lleva 36. El año pasado la ceremonia la siguieron casi 42 millones de espectadores. Se espera que ABC gane más de 58 millones de euros solo en anuncios, un 14% más que el año pasado. En la ceremonia trabajan 3.000 personas. Su producción ha costado 22 millones de euros. Cada estatuilla vale unos 600.

- La ceremonia más joven. Los presentadores de esta edición tienen 32 años (James Franco) y 28 (Anne Hathaway); entre los candidatos hay una niña de 14 (Hailee Steinfeld) y una revelación de 20 que aspira al de mejor actriz (Jennifer Lawrence). La media de edad de los directores es de 40 años. Los hermanos Coen serán unos veteranos. ¿Acaso se avecina un recambio como aquel que llevó a la generación de la televisión de los setenta a tomar Hollywood? Hollywood reporter habla de un nuevo terremoto juvenil. Que tiemblen los moteros tranquilos y los toros salvajes. Casualmente, Steven Spielberg presentará el último Oscar y será el primero en saber si definitivamente El discurso del rey (paradójicamente una película sobre una rancia monarquía) es la película del año.

- Un candidato que habla español. El próximo martes Javier Bardem cumple 42 años. Sabe que su Oscar es improbable, "un milagro", dice él, pero también reconoce que se encuentra en su mejor momento profesional y vital. "Estoy mayor para fiestas", ha bromeado estos días. Si gana (se sabrá pasadas las 5 de la madrugada del lunes) dedicará su Oscar a los mismos que les dedicó el Goya. "En Madrid me puse nervioso y no dije todo lo que quería decir, que era agradecer a mis compañeros de profesión el apoyo y el calor que me siguen brindando".

- ¿Dónde está Banksy? La gran pregunta no es que modelito lucirá la más guapa sino si entre los cerca de 3 mil invitados estará el artista callejero Banksy y quién sabrá reconocerlo. Su documental Exit through the gift shop aspira a un Oscar. Parte como favorito Inside Job, de Charles Ferguson junto a Restrepo, de Tim Hetherington y Sebastian Junger. Trascendió que la academia prohíbe subir a nadie a recoger un premio enmascarado. Días después, se retractaron. Banksy, como Batman, perdería todo su poder si conociéramos su cara.

1 comentario:

  1. Amo la ceremonia de los Oscar!!
    Me encanta! Estoy esperando a que en alguna oportunidad en vez de mirar el evento cada uno desde la tv de su casa, se organize con las personas que tanto nos gustan los OScars, que se lleve a cabo en algún hotel con salon con pantalla gigante, y la podamos viviencair a la distancia todos juntos.... que opinan de mi idea?

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