Chile anuncia un fuerte incremento en el gasto en educación
El presidente chileno, Sebastián Piñera, intenta aplacar las manifestaciones masivas de estudiantes, que demandan una gestión centralizada de la educación primaria y secundaria y la gratuidad de las carreras universitarias.
Agencias
Santiago de Chile
1 OCT 2012 - 11:38 CET18
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, presentó en la noche del
domingo en el Congreso los presupuestos generales para 2013 que, según
apuntó, contemplan "la mayor inversión en educación" de la historia del
país sudamericano.
Por meses, el Gobierno de Piñera ha enfrentado manifestaciones masivas de estudiantes. Los estudiantes de secundaria abogan por una educación pública gratuita que sea administrada en el nivel básico y secundario por el gobierno central y no por las municipalidades. Mientras tanto, los universitarios demandan la gratuidad de las carreras, cuyos costos suelen cubrir con onerosos créditos bancarios. Piñera ofreció ayer créditos más baratos y más becas, pero se niega a realizar los cambios estructurales que exigen los estudiantes.
En un discurso televisado de 15 minutos, Piñera esbozó las líneas generales de las cuentas públicas para el próximo año, destacando las partidas de educación, sanidad y seguridad ciudadana.
El mandatario se centró en la educación, indicando que la dotación presupuestaria para esta partida se ha incrementado en un 9,4%, el equivalente a 1.200 millones de dólares (936 millones de euros), que suman un total de 12.800 millones de dólares (9.993 millones de euros).
El objetivo, explicó, es conseguir una educación pública de calidad en todos los niveles de enseñanza, aunque respetando el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos, así como crear "una verdadera sociedad docente".
"La educación de calidad tiene que empezar en las salas de cuna, en las escuelas infantiles, para corregir las desigualdades de origen y, desde muy temprano, nivelar la cancha", sostuvo.
Así, anunció un "aumento sustancial" de la cobertura a las salas de cuna y a los jardines infantiles, que se manifiesta, sobre todo, en un incremento del 20% de las subvenciones a la educación preescolar "para garantizar a los niños vulnerables y de clase media una educación gratuita y de calidad".
En el siguiente nivel, las subvenciones se extenderán desde la educación básica a la media y desde las clases bajas a las medias, con lo que se beneficiarán 1,7 millones de jóvenes, en lugar de los 700.000 que lo hacen en la actualidad.
Si bien, habrá un mayor apoyo gubernamental a la clase media, ya que se pondrá en marcha el Crédito Tributario para la Educación, que reducirá en hasta 100.000 pesos (164 euros) por niño los impuestos a pagar por las familias chilenas, "que con mucha visión y esfuerzo contribuyen con sus propios recursos a mejorar la calidad de la educación de sus hijos".
En cuanto a la educación superior, Piñera ha adelantado que se triplicará el número de becas meritorias, desde las 118.000 de 2009 a las 314.000 de 2013, de las que se beneficiará el 60 por ciento de los estudiantes de clase baja.
Además, el Gobierno llevará a cabo una reestructuración de las deudas de las familias por el llamado Crédito Solidario —que los hogares deben solicitar a la banca privada para costear los estudios superiores de sus hijos—, permitiendo que 110.000 estudiantes sean eliminados de las listas de morosos.
A pesar de ello, la oposición ha considerado insuficiente la dotación presupuestaria para educación, ya que esperaban un incremento mínimo de 1.600 millones de dólares (1.249 millones de euros).
"Si el Gobierno no materializa esta subida, estará en juego su credibilidad", apuntó el senador de la Unión Democrática Independiente (UDI) Hernán Larraín antes de que comenzara el discurso presidencial.
Desde hace año y medio, estudiantes y docentes se manifiestan en las calles de todo el país en demanda de una educación pública, gratuita y de calidad. En respuesta, el Gobierno presentó una reforma educativa y otra financiera que, sin embargo, no han cubierto las expectativas de alumnos y profesores.
Por otro lado, el mandatario anunció una modernización del sistema sanitario chileno, con la construcción de ocho hospitales y 56 consultorios y centros de salud familiar (Cesfam) y con la formación de 3.000 médicos especialistas.
En materia de seguridad ciudadana, subrayó que "la lucha contra la delincuencia y contra el narcotráfico constituye una sentida prioridad de los chilenos y de este Gobierno", por lo que ha anunciado la incorporación de 2.000 carabineros y 200 oficiales de la Policía de Investigaciones (PDI).
A este respecto, adelantó la profundización del Plan Cuadrante, de lucha contra la delincuencia común, y del Plan Frontera Norte, "para impedir la entrada de droga, inmigrantes ilegales y criminales, así como para reducir el contrabando".
Piñera también instó al Congreso a aprobar cuanto antes la ley de manifestaciones. "Fortalecerá el orden público y resguardará el derecho a manifestarse pacíficamente y a cara descubierta, para luchar contra los delincuentes, muchas veces encapuchados, que aprovechan las legítimas manifestaciones para agredir y asesinar a los carabineros".
Al término de su discurso, el dirigente instó a los legisladores a protagonizar un debate "franco y profundo" con "espíritu responsable y constructivo" sobre los presupuestos generales para 2013.
"No debemos caer en los cantos de sirena del populismo, de la irresponsabilidad y de la demagogia", ha advertido, subrayando que las cuentas públicas "van dirigidas a los sectores más vulnerables y a la clase media de Chile".
Por meses, el Gobierno de Piñera ha enfrentado manifestaciones masivas de estudiantes. Los estudiantes de secundaria abogan por una educación pública gratuita que sea administrada en el nivel básico y secundario por el gobierno central y no por las municipalidades. Mientras tanto, los universitarios demandan la gratuidad de las carreras, cuyos costos suelen cubrir con onerosos créditos bancarios. Piñera ofreció ayer créditos más baratos y más becas, pero se niega a realizar los cambios estructurales que exigen los estudiantes.
En un discurso televisado de 15 minutos, Piñera esbozó las líneas generales de las cuentas públicas para el próximo año, destacando las partidas de educación, sanidad y seguridad ciudadana.
El mandatario se centró en la educación, indicando que la dotación presupuestaria para esta partida se ha incrementado en un 9,4%, el equivalente a 1.200 millones de dólares (936 millones de euros), que suman un total de 12.800 millones de dólares (9.993 millones de euros).
El objetivo, explicó, es conseguir una educación pública de calidad en todos los niveles de enseñanza, aunque respetando el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos, así como crear "una verdadera sociedad docente".
"La educación de calidad tiene que empezar en las salas de cuna, en las escuelas infantiles, para corregir las desigualdades de origen y, desde muy temprano, nivelar la cancha", sostuvo.
Así, anunció un "aumento sustancial" de la cobertura a las salas de cuna y a los jardines infantiles, que se manifiesta, sobre todo, en un incremento del 20% de las subvenciones a la educación preescolar "para garantizar a los niños vulnerables y de clase media una educación gratuita y de calidad".
En el siguiente nivel, las subvenciones se extenderán desde la educación básica a la media y desde las clases bajas a las medias, con lo que se beneficiarán 1,7 millones de jóvenes, en lugar de los 700.000 que lo hacen en la actualidad.
Si bien, habrá un mayor apoyo gubernamental a la clase media, ya que se pondrá en marcha el Crédito Tributario para la Educación, que reducirá en hasta 100.000 pesos (164 euros) por niño los impuestos a pagar por las familias chilenas, "que con mucha visión y esfuerzo contribuyen con sus propios recursos a mejorar la calidad de la educación de sus hijos".
En cuanto a la educación superior, Piñera ha adelantado que se triplicará el número de becas meritorias, desde las 118.000 de 2009 a las 314.000 de 2013, de las que se beneficiará el 60 por ciento de los estudiantes de clase baja.
Además, el Gobierno llevará a cabo una reestructuración de las deudas de las familias por el llamado Crédito Solidario —que los hogares deben solicitar a la banca privada para costear los estudios superiores de sus hijos—, permitiendo que 110.000 estudiantes sean eliminados de las listas de morosos.
A pesar de ello, la oposición ha considerado insuficiente la dotación presupuestaria para educación, ya que esperaban un incremento mínimo de 1.600 millones de dólares (1.249 millones de euros).
"Si el Gobierno no materializa esta subida, estará en juego su credibilidad", apuntó el senador de la Unión Democrática Independiente (UDI) Hernán Larraín antes de que comenzara el discurso presidencial.
Desde hace año y medio, estudiantes y docentes se manifiestan en las calles de todo el país en demanda de una educación pública, gratuita y de calidad. En respuesta, el Gobierno presentó una reforma educativa y otra financiera que, sin embargo, no han cubierto las expectativas de alumnos y profesores.
Por otro lado, el mandatario anunció una modernización del sistema sanitario chileno, con la construcción de ocho hospitales y 56 consultorios y centros de salud familiar (Cesfam) y con la formación de 3.000 médicos especialistas.
En materia de seguridad ciudadana, subrayó que "la lucha contra la delincuencia y contra el narcotráfico constituye una sentida prioridad de los chilenos y de este Gobierno", por lo que ha anunciado la incorporación de 2.000 carabineros y 200 oficiales de la Policía de Investigaciones (PDI).
A este respecto, adelantó la profundización del Plan Cuadrante, de lucha contra la delincuencia común, y del Plan Frontera Norte, "para impedir la entrada de droga, inmigrantes ilegales y criminales, así como para reducir el contrabando".
Piñera también instó al Congreso a aprobar cuanto antes la ley de manifestaciones. "Fortalecerá el orden público y resguardará el derecho a manifestarse pacíficamente y a cara descubierta, para luchar contra los delincuentes, muchas veces encapuchados, que aprovechan las legítimas manifestaciones para agredir y asesinar a los carabineros".
Al término de su discurso, el dirigente instó a los legisladores a protagonizar un debate "franco y profundo" con "espíritu responsable y constructivo" sobre los presupuestos generales para 2013.
"No debemos caer en los cantos de sirena del populismo, de la irresponsabilidad y de la demagogia", ha advertido, subrayando que las cuentas públicas "van dirigidas a los sectores más vulnerables y a la clase media de Chile".
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