martes, 2 de octubre de 2012

Messi conquista Da Luz.

Messi conquista Da Luz

El liderazgo del delantero argentino y sus asistencias a Alexis y Cesc dan el triunfo al Barça

Messi supera a Gaitan / JOSE MANUEL RIBEIRO (REUTERS)

El Barcelona gira alrededor de Messi y Messi reparte goles a Villa, Alexis o Cesc. El argentino juega como si quisiera ser la síntesis de Di Stéfano, Pelé, Maradona y Cruyff. Hay cinco delanteros metidos en el cuerpo del 10. Hoy es el hombre orquesta del Barça. Parece imposible meter un gol o acabar una jugada sin pasar por Messi. En Lisboa, asistió a Alexis y Cesc para ganar al Benfica. Ni en sus actuaciones más solemnes habían marcado los azulgrana un gol en Da Luz. Hasta que llegó Messi.
No tiene el Barcelona problemas en ataque sino en defensa, nuevamente agravados por la lesión del reaparecido Puyol. Al capitán, que juega con el pómulo derecho fracturado y se había recuperado de una lesión muscular, se le salió el codo izquierdo cuando atacaba un córner. La imagen fue tan desgarradora que sus compañeros quedaron paralizados, como si el dolor fuera contagioso, vencidos por la nueva caída de su líder. Ya nadie levantó la voz en la grada y hasta Messi dejó de ser Messi.
Jugó el Barça aparentemente sin reparar en el clásico del sábado contra el Madrid. Tito Vilanova formó al menos con los titulares y, además, había recuperado a Puyol para dar estabilidad a la defensa, últimamente bastante zarandeada, muy expuesta. Ha ocurrido a veces, sobre todo en situaciones de emergencia, que los laterales y Cesc se descuelgan en exceso, los delanteros no presionan a la misma hora, el equipo se parte por la mitad y los adversarios tiran transiciones muy directas hacia Valdés.

Benfica, 0 - Barcelona, 2

Benfica: Artur; Maxi Pereira, Jardel, Garay, Melgarejo; Pérez (Aimar, m.60), Matic; Salvio, Bruno César (Carlos Martins, m.46), Gaitán (Nolito, m.75); y Lima. No utilizados: Paulo Lopes, Miguel Vítor, André Almeida y Rodrigo.
Barcelona: Valdés; Alves, Puyol (Song, m.78), Mascherano, Alba; Xavi, Busquets, Cesc (Iniesta, m.72); Pedro (Villa, m.82), Messi y Alexis. No utilizados: Pinto, Adriano, Sergi Roberto y Tello.
Goles: 0-1. M. 6. Gol de Alexis. 0-2. M. 55. Cesc marca con la zurda
Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Expulsó a Busquets (m.88) con roja directa. Amonestó a Cesc, Pedro, Bruno César, Martins, Matic y Jardel.
Estadio da Luz: unos 65.000 espectadores.
Al Barcelona le interesaba pues liquidar pronto el partido de anoche y regular fuerzas para la Liga. Acostumbrado a remontar, había un especial interés para saber cómo se manejaría en una situación de ventaja en cancha contraria, a favor de marcador. Y la ocasión se dio porque Alexis se vistió de 9 para rematar un centro de Messi, que se apoyó en una pared con Alba, a poco de comenzar el encuentro. El gol, sin embargo, no ayudó al Barcelona a controlar el partido sino que estimuló al Benfica.
A pesar de que sus recursos son escasos, desvencijado como ha quedado por los traspasos y las lesiones, el equipo de Jorge Jesús se mantuvo hasta el descanso en el partido, convencido de que tendría su oportunidad. Los azulgrana no conseguían rematar la victoria, pese a las llegadas constantes de Alexis, y por el contrario no transmitía la seguridad suficiente para garantizar la imbatibilidad de Valdés. Las líneas aún no están sincronizadas y no se liga bien el juego. No siempre tuvo el control del partido.
Los defectos estructurales se corrigieron en el vestuario, de manera que en la reanudación el Barça ocupó de forma mucho más racional el campo y mejoró el juego de posición. Así quedó constatado en el excelente gol de Cesc después de una nueva asistencia de Messi. La ambición y la necesidad que sienten ambos futbolistas para reivindicarse y ayudar a que las cosas salgan bien ya mismo con Vilanova es tanta que absorben reiteradamente el juego colectivo.
Los problemas del Barça se acumulan en su defensa, agravados por la lesión de Puyol
El gatillo de Cesc vuelve a ser infalible y su sociedad con Messi funciona estupendamente para suerte del Barcelona. El fútbol del delantero y el gol del volante dejaron fuera de juego al Benfica, que se pasó el resto del partido a rebufo, incapaz de alcanzar la cancha barcelonista. A los portugueses les costó asumir la derrota y el partido se puso especialmente bronco hasta el final porque les faltó temple a los barcelonistas. Mal día para jugadores de sangre caliente como Puyol y Busquets.

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