viernes, 4 de enero de 2013

Reconciliación entre Fatah y Hamás

La reconciliación entre Fatah y Hamás avanza con un acto masivo en Gaza

La formación islamista permite la celebración en la franja del aniversario del partido fundado por Arafat

Cientos de miles de personas acuden al acto

Una multitud de simpatizantes de Al Fatah celebran el 48º aniversario del movimiento en la ciudad de Gaza. / MOHAMMED SABER (EFE)

Seis años llevaban los militantes y simpatizantes de Fatah sin poder salir a la calle en Gaza para festejar el aniversario de su formación, seis años de enemistad con Hamás, al frente del Gobierno en la franja, un tiempo de silencio roto esta mañana. Por primera vez desde 2007, Hamás ha autorizado hoy las celebraciones que recuerdan el 1 de enero de 1965, cuando el rais Yaser Arafat creó su partido. Ya desde anoche, los seguidores de Fatah fueron congregándose en la plaza Al Saraya, incapaces de esperar a la convocatoria oficial de los actos, tras el rezo del mediodía de hoy viernes. La zona, colapsada por la enorme afluencia de personas, está tomada por las banderas amarillas de la formación, hasta hace pocas semanas tímidamente expuestas en algunas ventanas y terrazas.
Atef Abu Saif, un líder de Fatah en Gaza, informa vía telefónica de que “casi un millón de personas” corean en estos momentos consignas a favor de un estado palestino de pleno derecho y de la unidad entre las facciones. La policía de Hamás estimaba medio millón de asistentes, una cifra más razonable teniendo en cuenta que la población de la franja no supera los 1,6 millones de habitantes.
Se ha levantado un escenario allí donde estuvo el antiguo cuartel general de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuando gestionaba la franja, ahora solo ruinas tras los repetidos bombardeos de Israel, corazón de uno de los barrios más afectados por la Operación Pilar Defensivo del pasado noviembre. Se ha instalado una pantalla gigante donde se está proyectando un mensaje grabado del presidente de la ANP, Mahmud Abbas.
En el acto han participado destacados miembros de Hamás en Gaza, pero el peso de la movilización ha recaído en la delegación que, temprano, ha entrado desde Rafah, el paso fronterizo con Egipto. En ella viajaban Abu Ali, nombre de guerra de Abdul Aziz Shahen, histórico fundador de Fatah; Yibril Al Rajub, miembro del comité central del partido; y Osama Al Kuasmi, portavoz en Cisjordania. Fatah, que ha convocado la cita bajo el lema de “Estatalidad y victoria”, se ha encargado del proceso organizador de principio a fin, incluyendo la seguridad, signo de entendimiento con los islamistas. Todas las facciones palestinas han sido invitadas y todas han enviado algún representante al evento.
Este aniversario, más allá de una celebración partidista, de un signo de flexibilidad por parte del Gobierno de Gaza, se interpreta como un indicio de que el proceso de unidad entre Fatah y Hamás ha revivido. En mayo de 2011 se cerró un esperanzador acuerdo de reconciliación, que cristalizó en febrero de 2012 en un compromiso para crear un Gobierno de unidad palestino, pero ni un paso se ha dado para ello. Las diferencias entre nacionalistas e islamistas han quedado al descubierto, con choques constantes y visiones contrapuestas sobre el proceso negociador con Israel, el reconocimiento en la ONU o el uso de la violencia. Esa división, por ejemplo, descafeinó las elecciones locales de octubre, atrancadas en más de un centenar de municipios.
Hamas ganó las elecciones legislativas de 2006, avalado por observadores internacionales pese al disgusto de una comunidad internacional que le reprochaba su persistencia en la vía armada. Varias naciones occidentales cortaron sus ayudas a las instituciones palestinas, lo que provocó el choque con la ANP, con Fatah, que acabó con la separación territorial y administrativa de Cisjordania y la franja.
Sin embargo, el mes pasado la ANP autorizó en Cisjordania los actos del 25 aniversario de Hamás, acogidos con entusiasmo en ciudades como Nablus o Hebrón. Un primer gesto de acercamiento que hoy cuaja en la multitudinaria marea amarilla de la plaza Al Saraya, que se ha repetido en las principales ciudades de Cisjordania. Pese a ello, Hamás ha puesto algunos obstáculos, negándose a ceder la plaza Al Katiba, la más representativa de la capital, por “motivos de seguridad”, informa Efe. La presión de Egipto y Turquía hizo posible que el desencuentro no acabase en prohibición.
Ayer, Ismael Haniye, primer ministro de Hamás, emitió un comunicado en el que se muestra optimista. “Este acto establece un escenario para terminar con nuestro cisma interno (…), esperamos que abra el camino de la reconciliación”, manifestó. A sus agentes les ha pedido máxima atención en los días previos para que no hubiera incidentes y la atmósfera fuese “positiva”. Con Hamás fuerte tras mantener ocho días de pulso a Israel en noviembre y con la ANP avalada por Naciones Unidas, los próximos meses deben ser para resolver el reto de la unidad interna.
Precisamente esta mañana el Gobierno egipcio ha confirmado, además, que ha interceptado seis misiles antitanque que estaban tratando de ser introducidos a Gaza desde su territorio. Al parecer, eran de fabricación norteamericana. Por el momento no ha informado de qué milicia estaba preparando el porte, que rompería con el compromiso firmado en la tregua con Israel. El Cairo ha cumplido su parte, como supervisor del tráfico de armas en el Sinaí.

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