Damián desde niño quiso ser actor, improvisaba pequeños escenarios en la sala de su casa e inventaba historias para contar en voz alta.
La escuela nunca le gustó, a duras penas terminó el ciclo de la secundaria, pero buscó la manera de entrar alguna de las escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de México, donde aprendería el arte de la actuación teatral.
Fue un buen estudiante, apasionado y con una extraordinaria memoria para aprenderse los largos textos de algunas obras rusas, que posteriormente escenificaron él y sus demás compañeros; por ejemplo en la obra El Tío Vania, Damián se memorizó su parlamento extenso y el de sus demás compañeros, así que durante la función de estreno, Damián se dio el lujo de servir de apuntador a sus compañeros cuando estos tropezaban con sus textos.
La vida real no le gustaba nada, prefería sumergirse en el mundo de la ficción, siempre representando personajes que a él le encantaban, Damián y sus personajes se mimetizaban al grado que él no sabía quién era realmente. Hay una especie de esquizofrenia en el mundo de los actores, se tienen que dividir en lo interno necesariamente para poder encarnar a sus personajes en el teatro.
Damián en la vida real se casó muy joven con una actriz, igualmente joven, con quién procreó a Dalila, su única hija, pero su esposa deseaba continuar con la actuación haciendo pequeños papeles en obras de teatro universitario y en telenovelas también. Su esposa, Francelia, empezó a descuidar a la niña por el trabajo y la bohemia en que viven los actores y actrices, además Damián sospechaba que Francelia le era infiel, había demasiados detalles que hacían evidente el engaño, eso no lo pudo soportar ni un minuto más, y un día por la noche, ya de madrugada, Francelia llegó a la casa con aliento alcohólico y con un aroma al jabón (corriente) especial de los moteles.
Damián le reclamó airadamente su conducta perniciosa, y se le abalanzó a golpes, los celos lo consumían sin remedio. Damián lloró de tanta rabia contenida por meses, pero Francelia continuaba con sus infidelidades, ya sin recato alguno. Y los golpes se convirtieron en parte normal de sus vidas, ella llegaba de madrugada al hogar y Damián la emprendía a golpes en contra de ella.
Damián se empezó a hacer cargo de la crianza de Dalila, su pequeña hija, pero con mucho resentimiento hacia Francelia. Al grado que padre e hija se convirtieron en complices y enemigos comunes de la madre-esposa.
Un día un productor de Televisión Azteca pensó en Damián para representar el papel protagónico de una serie llamada "Lo que callan las mujeres", él daba el tipo exacto de lo que el productor necesitaba: un buen actor con reconocimiento nacional e internacional, un actor con mucha fuerza.
La serie de televisión "Lo que callan las mujeres", son historias unitarias, de un sólo capítulo, en donde se narran las historias de mujeres maltradas, mujeres que sufren maltrato doméstico, violencia física, emocional o sexual por parte de sus parejas.
Damián se llevó el guión de la historia a su casa para estudiarlo y representar a ese esposo violento y golpeador.
Damián lloraba de impotencia al percatarse que la historia que le tocaría representar en plan estelar, le estaba carcomiendo el alma y le impedía apropiarse del personaje de la serie.
La lucha interna del actor por separar tajantemente su vida personal de la vida del personaje, la estaba perdiendo, no podía con eso.
El día del llamado fue un lunes en la madrugada, pero el día anterior Damián y Francelia habían tenido una batalla campal en casa que casi destruyen sus enseres por la violencia de ambos. Damián venía alterado de los nervios y poco concentrado en su personaje.
Cuando le llama el director a escena, Damián tiene las manos sudadas y un ligero temblor de labios, tiene miedo. Nunca le había pasado antes, y eso que ha trabajdo al lado de grandes actores y actrices del cine nacional mexicano.
Atención¡¡ Cámara...Acción...
Damián está sentado en la sala de su casa y entra su esposa con una facha de cínica, la discusión se arma de inmediato, el tema es la falta de dinero en la pareja y los gastos absurdos de ella. Fue una pelea como tantas que ocurren diariamente en los hogares mexicanos afectados por la crísis económica.
La escena toma visos de violencia extrema, y todos piensan que Damián es un gran actor porque representa sublimemente su papel de esposo violento, al grado que le propina varios manotazos en el rostro de la actriz, quien presiente que a Damián se le pasó la mano de realismo.
Damián está fuera de sí, el director grita: !!Corten ¡¡ y Damián continúa golpeando e insultando a la actriz que la hace de su esposa, quien sale despavorida del set bañada en lágrimas.
nadie comprende cabalmente lo que ha ocurrido en el set, todos se enmudecieron...
Solo Damián sabía que había pasado por su mente...
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