lunes, 23 de agosto de 2010

La testosterona en exceso causa dolor de cabeza.

La próstata es la glándula que produce la hormona de la testosterona en los varones, debe haber una producción suficiente de esa hormona para que la función sexual se realice adecuadamente. Pero llega una edad, después de los cincuenta años, en que esa pequeña glándula deja de servir y empieza a causar serios problemas: inflamación, dificultad para la micción, y, a veces hasta cáncer, por ello es indispensable que los varones realicen una vez al año, cuando son adultos mayores, un análisis de sangre que se denomina "antígeno prostático", para observar los niveles de producción de testosterona y advertir a tiempo ciertos peligros.

Lo más eficaz es el tacto rectal, al cual los hombres le temen demasiado, por ignoracia y machismo, ¿cómo es eso de dejarse introducir un dedo de varón en el ano para ver cómo está la próstata?

Los varones piensan así: "mejor muertos que permitir ser violentados en su dignidad de varón, macho".

Esto viene a cuento, porque Federico, sin él saberlo, desde muy joven tuvo una producción excesiva de testosterona, que lo hacía tener un comportamiento peculiar con respecto a las mujeres, con todas quería tener sexo, sin importarle edad, condición física, belleza, estatura o grado escolar.

Desde muy jovencito Federico le dio rienda suelta al instinto sexual, se acostó con medio mundo, hasta la cuenta perdió de cuántas mujeres poseyó. Federico cumplió treinta, cuarenta y cincuenta años y sus impulsos sexuales no parecían tener freno ni medida.

Resulta que luego supo, muchos años después, lo que su médico especialista en urología, le explicó: "la testosterona es una hormona poderosa que vuela por los aires despedida por el cuerpo del varón, y llega irremediablemente a las narices de las mujeres y las vuelve locas de emoción." Es el llamado del sexo, es la naturaleza de los seres vivos.

Por eso, dice Federico, que a él nunca le costó ningún trabajo conquistar a las mujeres, es más ellas lo buscaban a él. Él se sentía sumamente atractivo para el sexo opuesto, siempre que podía alardeaba con sus amigos: "qué atractivo soy, ni yo me lo creo".

Federico tuvo demasiadas relaciones íntimas con varias mujeres, nunca pescó un sida, aunque sí una gonorrea cuando era joven y visitaba asiduamente a las prostitutas del barrio. Nunca se puso un condón, le parecía que le quitaba sensibilidad a su pene con ese latex apretado.

Su médico de cabecera no lo podía creer que su paciente, Federico, tuviera ese comportamiento de la próstata a su edad, era un caso clínico. Y por eso le pidió que se sometiera a una investigación acerca de varones con producción excesiva de testosterona. Fedrico aceptó gustoso ser estudiado por la medicina moderna y pasar como un verdadero ejemplo de macho.

Hoy Federico está en todos los tratados de Urología, como el caso del hombre que producía testosterona por cantidades industriales. Además, le propusieron el tratamiento para contrarrestar esa producción excesiva, que tomara hormonas femeninas las cuales le produjeron enormes dolores de cabeza y muchos bochornos espantosos, que lo bañaban en sudor en cualquier circunstancia.

Desde esa época Fedrico, se queja como mujer: "tengo jaqueca", y se paraliza todito.

Al final de la vida, todo es un círculo, Federico se hizo muy femenino por la ingesta de tanta hormona femenina, le creció el busto hasta formarse unos pechos de mujer, le duele mucho la cabeza y se marea, también se abochorna por su pasado de coscolino.

Sus exmujeres, se burlan de él todo el tiempo, por su aspecto femenino, cuando él había sido un verdadero macho.

1 comentario:

  1. La prostata no produce testosterona, esta es producida por los testiculo; la testosterona no "vuela por los aires", ayuda a la producción de feromonas (estas si vuelan por los aires).

    ResponderEliminar