viernes, 27 de agosto de 2010

La Brenda en Ibiza de vacaciones.

Con La Brenda todo está claro y transparente, ya le comentó a su prometido José Ignacio Urquiola, que tuvo un amante chapín, a quien todavía recuerda con cariño y tremendo afecto. Pepe-Nacho, no dijo nada al respecto del amante guatemalteco, él quiere complacer en todo a su amada, ¿nuestra amada?, La Brenda.

El hombre enamorado calla su verdadero sentimiento, de aquello que le provoca celos y desesperación incontenibles, él quisiera que La Brenda hubiera nacido a la vida en el momento en que el la conoció y que no tuviera pasado, ni historia.

Pero, si algo tiene de bello La Brenda es su sinceridad a todas luces, siempre dice la verdad aunque le duela al otro. Cuando conoció a José Ignacio en Madrid el año pasado, y tuvo una semana de aventura sexual con él, se lo comentó a su amante guatemalteco. Esperando que él lo comprendiera y que no la juzgaría con severidad por ese desliz de verano.

Lo que sí nunca se imaginó La Brenda fue que esa aventura concluiría en matrimonio, aunque tenía el vestido de novia en su poder, que su prometido le había comprado en Paris, para asegurarse que ella aceptaría la propuesta matrimonial del rico industrial vasco.

En esta semana, le escribe una larga misiva La Brenda a su amante guatemalteco, para contarle que se encuentra en la Isla de Ibiza de vacaciones con las hijas de su prometido, la Irene y la Josefa, quienes la adoran por haberle dado tanta felicidad a su padre.

Es una estancia maravillosa para relajarse y estar lista para la próxima boda el día 15 de septiembre del 2010, sí, el mero día de la Independencia de México. La Brenda no pierde el tiempo durmiendo, lleva ocho días durmiendo tres horas nada más, se revienta todas las noches en las dicotecas de moda de la siempre alegre Ibiza, acompañada de las hijas de José Ignacio, quienes no le aguantan el paso febril de parreandear de ella. Es posible que la cuerda infinita que trae La Brenda ahora, sea el resultado de una crisis de su bipolaridad, en la fase maniaca. Además, le confesó a su amante guatemalteco que no está tomando sus medicamentos para controlar sus accesos de manía, así que es posible que pierda los estribos y haga demasiadas locuras, como la de bailar casi desnuda en esas fiestas donde llenan el salón de baile de espuma de jabón y todos terminan empapados y con las camisetas mojadas. A ella eso le fascina.

Así puede lucir su fina, y diminuta, lencería francesa. Le gusta lucir su cuerpo escultural, todo natural, sin intervención de la cirugía plástica. Y qué mejor ocasión que la de estar en Ibiza, la isla de la fantasía y el desmadre sin límites.

Las hijas de su prometido, ya le dijeron a La Brenda que ellas la acompañarán a Móncaco y a Cannes para buscar emociones fuertes en las discotecas de esos sitios. Al fin que su padre es un hombre liberal y permisivo con ellas, por qué no hacerlo también con su futura mujer.

Con algunos tragos encima, La Brenda tomó el celular desde el crucero que la trae de regreso de Ibiza a Barcelona, para comunicarse con su amante guatemalteco y decirle enmedio de su euforia, que lo ama y que en realidad el hombre de su vida es su "negrito adorado". Y que José Ignacio es un buen hombre, al que habría que conocer para calibrar su bondad y su generosidad.

Insiste en que su amante guatemalteco vaya a la boda y atestigue el acto de entrega de una mujer al hombre que sí aceptó casarse por la iglesia y sacarla de blanco, como siempre lo soñó.

El que tanto José Ignacio, como su amante guatemalteco, sean hombres mayores, maduros, dejan ver en La Brenda esa ausencia del padre que tanto anheló durante su infancia y adolescencia.

José Ignacio, como viudo, puede desempeñar mejor ese papel de "padre sustituto", al amante guatemalteco se le complica mucho jugar ese rol de papá de una mujer mayor.

finalmente, La brenda quiere tener algo que represente a Guatemala en su boda, por eso encargó la compra de textiles multicolores de Chichicastenango, para adornar el salón de la fiesta y las mesas con esos manteles y servilletas típicas, adornadas con quetzales y figuras humanas.

Mandó un cheque por valor de tres mil Euros para la compra y envío de esos objetos chapines hasta Vitoria, España, por medio de Federal Express.

Junto al cheque de tres mil Euros, adjuntó La Brenda un boleto redondo por Ibera, Guatemala, Madrid, Guatemala, a nombre de su amado chapín. Faltan solamente quince días para la tal magna celebración de la boda de La Brenda, sus amigas íntimas sí asistirán, porque ella pidió que fueran sus damas y se vistieran iguales, les pidió que el vestido fuera estraples en color turquesa, y ellas aceptaron encantadas.

Todo está planeado minuciosamente, la decoración de la iglesia a cargo de sus hijastras, así como la música también, que habrá de ser interpretada por el famoso tenor mexicano David Ivker. Y luego un pequeño concierto de clavecín, ejecutado por la maestra Claudine Romero.

El banquete será para quinientos invitados y el menú ya pasó la prueba de degustación, por parte de las hijastras y de la propia Brenda, quienes aceptaron complacidas los platillos escogidos y los vinos españoles de La Rioja.

El traje de novia es divino, costó una fortuna, y fue diseñado por la casa francesa de Cocó Chanel.

El asunto está a punto de concluir de manera maravillosa, salvo que La Brenda insiste en que su amante guatemalteco esté presente, a la distancia, como una manera de avalar esa unión conyugal.

El amante guatemalteco, aguarda cautelosamente que algo ocurra de aquí al 15 de septiembre, para tomar una decisión. Todo puede suceder, tratándose de La Brenda.

Con el corazón estrujado el amante guatemalteco, despierta todas las noches, bañado en sudor, por las pesadillas que lo asaltan en la madrugada.

La pesadilla consiste en que La Brenda no entra a la iglesia y deja plantado a José Ignacio, y a los quinientos invitados, para salir despavorida al aeropuerto y tomar un avión con destino incierto...

Eso sí, vestida de novia...

1 comentario:

  1. Se pone muy emocionante, quisiera estar allí, en esa boda maravillosa.

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